Francisco Umbral es una de las figuras más destacadas de los últimos treinta años de la literatura española. Se ha dedicado a la literatura con pasión absoluta, rehén gozoso de lo que él mismo ha llamado «la escritura perpetua»: la escritura como forma de afirmación, como forma de vida: " Mortal y rosa " está considerada por muchos críticos como la mejor obra de su autor, como una de las piezas magistrales de la prosa narrativa contemporánea. Escrita en trágicas circunstancias de su vida, " Mortal y rosa " encontramos la interiorización de la experiencia, la visión íntima del mundo, la perspectiva lírica, el " poema en prosa de mi vida " del que habla el autor, a la vez que la puesta en práctica de lo que el mismo Umbral ha llamado la " memoria simultánea " . Aunque el estilo de " Mortal y rosa " es lírico o ensayístico y casi siempre grave y elevado, existen momentos en los que se rompe ese sistema, apareciendo entonces el profundo nihilismo del libro, la desesperación de raíz que lo habita y lo nutre.
Inglaterra, julio de 1956. Stevens, el narrador, durante treinta años ha sido mayordomo de Darlington Hall. Lord Darlington murió hace tres años, y la propiedad pertenece ahora a un norteamericano. El mayordomo, por primera vez en su vida, hará un viaje. Su nuevo patrón regresará por unas semanas a su país, y le ha ofrecido al mayordomo su coche que fuera de Lord Darlington para que disfrute de unas vacaciones. Y Stevens, en el antiguo, lento y señorial auto de sus patrones, cruzará durante días Inglaterra rumbo a Weymouth, donde vive la señora Benn, antigua ama de llaves de Darlington Hall. Y jornada a jornada, Ishiguro desplegará ante el lector una novela perfecta de luces y claroscuros, de máscaras que apenas se deslizan para desvelar una realidad mucho más amarga que los amables paisajes que el mayordomo deja atrás. Porque Stevens averigua que Lord Darlington fue un miembro de la clase dirigente inglesa que se dejó seducir por el fascismo y conspiró activamente para conseguir una alianza entre Inglaterra y Alemania. Y descubre, y también el lector, que hay algo peor incluso que haber servido a un hombre indigno?