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En esta novela, también conocida como ?El inspector Studer?, Glauser presenta por primera vez a quien llegó a ser su personaje más emblemático, el del policía que, más que resolver los casos planteados para satisfacer el ansia deductiva de sus lectores, se nos muestra como un observador?poeta teñido de humorismo?que, por las características de su oficio, puede destapar ciertos hechos sin levantar grandes escándalos en la muy ordenada sociedad suiza. A pesar de que Glauser quería que sus libros fueran leídos como novelas policíacas sin mayor pretensión, consiguió convertirse en referente inexcusable y brillante para la narrativa policíaca centroeuropea. Con la obra que hoy presentamos, por vez primera traducida al español, el autor inició la serie dedicada al inspector Studer (Acantilado ha publicado ya ?El reino de Matto?), con el que obtuvo un éxito inmediato que lo llevó a las pantallas cinematográficas.
Anne Elliot estuvo felizmente enamorada de Frederick Wentworth, un apuesto oficial naval que estaba también perdidamente enamorada de ello, pero Anne rompió aquel compromiso. ¿Por qué? Porque fue victima de la persuasión de la sociedad, que por boca de su amiga Lady Russell la convenció de que aquella convenció de que aquella relación entre dos personas de tan distinta clase social no era conveniente ni digna.... Cuando Wentworth regresa del mar al cabo de ocho años, las cosas han cambiado mucho.
Conocido en España principalmente por sus "Cuentos de la Alhambra" (obra publicada también en esta colección), Washington Irving (1783-1859) es el escritor romántico estadounidense más popular junto con Edgar Allan Poe. Prueba de ello es la continuada vigencia hasta hoy en forma de adaptaciones a la pantalla y ediciones ilustradas de los cuatro cuentos reunidos en este volumen, todos los cuales tienen su origen en su afición por las historias marcadas por elementos y atmósferas sobrenaturales y misteriosos: «La leyenda de Sleepy Hollow», con su enigmático y espectral jinete, «Rip van Winkle» atrapado en su inesperado sueño, «El novio cadáver» que regresa del otro mundo en busca de su amada, y por último el truculento relato que lleva por título «El diablo y Tom Hawker».
Escrita después de Crimen y castigo y antes de Los demonios, de nuevo en un largo período de penu¬rias, El idiota (1868-1869) inicia el ciclo final de obras maestras de Dostoievski. Como todas ellas, ha propiciado múltiples lecturas: Hermann Hesse veía como la característica fundamental de su héroe el hecho de tener «una relación con el inconsciente más íntima y menos oscura que los demás»; Antonia S. Byatt decía recientemente que «como sus cómicos antecesores don Quijote y el señor Pickwick», la suya era una «inocencia que causaba daño». En cualquier caso, la fuerza de la novela estriba en situar a un personaje cándido, inteligente y a la vez lastrado por un déficit mental, generoso y en paz consigo mismo y con las adversidades del destino, en una sociedad no tanto frívola y volcada en lo material como desquiciada por la duda, la ansiedad y la insatisfacción.
LA INVENCIÓN DE MOREL narra una extraña historia de amor protagonizada por un hombre y una mujer que viven existencias incompatibles en espacios y tiempos rivales. En ella, el talento de Adolfo Bioy Casares despliega una odisea de prodigios que, si en un primer momento no parecen admitir otra clave que la alucinación o el símbolo, son luego plenamente descifrados mediante un solo postulado fantástico, pero no sobrenatural. «He discutido con su autor -escribe Jorge Luis Borges en el prólogo que abre el volumen- los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta.»