Un libro delicioso e inteligentísimo sobre una Europa en desaparición (la del Antiguo Régimen) y otra Europa (la posterior a la Revolución francesa) en construcción. En la línea de otros grandes autores de la época publicados por Periférica: Benjamin Constant, Joseph Joubert, Antoine de Rivarol
la recerca del temps perdut ha estat una obra de culte per al lector del segle XX i continua sent-ho per al del segle XXI. Però, com que el seu volum i la seva densitat espanten qualsevol amant de la literatura, lobra sha convertit en territori derudits i acadèmics. Fins i tot la llargada del cicle novel·lístic ha estat objecte duna paròdia per part dels còmics Monty Python en el seu concurs per resumir la Recerca en quinze segons. També el film Miss Little Sunshine (2006) deixa constància, en un dels seus temes, daquest «elitisme» de lobra de Proust. No obstant això, les editorials no deixen de publicar o reimprimir, any rere any, la Recerca, sencera o per parts, o de recuperar altres obres menors del autor. El volum que presentem ara consisteix en una antologia de fragments de la Recerca extrets dels diversos episodis principals i enllaçats per mitjà dun text que fa de fil conductor. Aquests fragments fan referència principalment a objectes o a moments que desperten en el narrador el record de temps passats, perduts: són les epifanies. De cop i volta, una sensació no un acte voluntari de la intel·ligència ens ressuscita un món periclitat, i el temps que separa el passat i el present queda reduït al no-res.
A través del género biográfico, la autora no deja de sorprendernos mediante un planteamiento muy apartado de los senderos habituales, para dibujarnos con trazos firmes y fluidos la personalidad de María Rosario de Parada, y realzar así tanto las virtudes humanas como las literarias de uno de los personajes femeninos más eminentes de las últimas décadas de la literatura aragonesa.
El viejo notario es un torrente de aventuras impensables, pero también un caudal de emociones, sorpresas, sensaciones y sentimientos que rodean a los despachos de decisión, a los bajos fondos y a las alcantarillas de nuestra sociedad.
Este libro entra de lleno en la cuestión de la presencia pública de la religión estudiando una tradición --la liberal--, que ha sido determinante en los últimos siglos del pensamiento occidental. Es una corriente que, si entre los siglos XVII a XIX tuvo sus primeros representantes en Europa, en el siglo XX y hasta el presente, sus principales exponentes han sido y son pensadores norteamericanos. Por eso lo que predomina en este libro es liberalismo made in USA. Eso sí, el liberalismo aquí se trata es muy diferente del neoliberalismo económico. La obra consta de diez ágiles capítulos organizados en tres partes bien distribuidas. La primera y segunda se dedican fundamentalmente a la presentación y análisis del pensamiento liberal: de sus rasgos generales y de los autores del liberalismo clásico, la primera; y del liberalismo político contemporáneo desarrollado en Estados Unidos, la segunda. La tercera parte está dedicada al diálogo crítico entre el liberalismo y el catolicismo, y en ella se recurre a la Teología y el Magisterio eclesial para tejer un rico debate, hoy de tanta incidencia pública en temas como el papel de los símbolos religiosos o la libertad religiosa.
España entera está cabreada, pero que muy cabreada. El paro de este país es la vergüenza de Europa, pero aún lo es más la economía sumergida o la insensibilidad de la banca, que no muestra ningún interés para arriesgarse dando crédito a las empresas que tantos beneficios le dieron en los años de abundancia. Y si el paro es una vergüenza, no lo es menos el desprecio con que se trató a las empresas en los albores de la crisis. El Gobierno no hizo nada para frenar la epidemia que asoló buena parte del tejido empresarial por falta de liquidez o acceso al crédito. Así las cosas, el protagonista, un empresario cabreado, se complace con un desahogo que va a provocar un subidón placentero al lector. Montado en cólera, maquina una trama que alcanzará los mismos cimientos de La Moncloa. Una revancha de alto riesgo, y fuera de la ley, que muchos cabreados van a celebrar leyendo. Una obra cargada de sentimientos, pasiones y acción arrolladora, donde el protagonista, expoliado y humillado, retoma el trueque como moneda de cambio para lavar su honor y como medio para alcanzar su meta: La Moncloa.
¿Existe en la conciencia de los docentes europeos un sentir común con respecto a la existencia de un canon literario compartido?. Y, en caso de que así sea, ¿es posible pensar en una enseñanza literaria básica común a toda Europa?. ¿Puede la literatura, a pesar de la intensa presencia de los modernos medios de comunicación de masas, seguir jugando un papel fundamental en la formación del imaginario y del sistema afectivo de las generaciones jóvenes en toda Europa?. A partir de un sondeo realizado en institutos y universidades de cinco países de la Unión Europea (Alemania, Italia, Portugal, Rumanía y España), este volumen antologiza quince textos, de Homero a Kafka, más una última obra, la decimosexta, nacional, con los que se da respuesta positiva a estos interrogantes.
Bello como una prisión en llamas narra un episodio de la historia de Inglaterra mal conocido en ese país y completamente desconocido por estos lares: la primera gran insurrección proletaria de la era industrial. A comienzos de junio de 1780, la aprobación de una ley considerada «papista» desencadenó un monumental motín que, sin jefes ni doctrinas, y abundantemente regado con ginebra y otras bebidas etílicas, desembocó en una gran fiesta popular a lo largo y ancho de la que entonces era la ciudad más grande de Europa: Londres. Al grito de «¡No a la esclavitud!» se quemaron las casas de los políticos, se socializaron las destilerías, se destruyeron los símbolos de la opresión y se incendiaron las prisiones, no sin antes poner en libertad a los pobres (sus moradores habituales). Esta breve narración viene a mitigar el desconocimiento, la ocultación y la deformación de estas jornadas, que por olvidadas nos resultan aún más memorables.
Después de más de cuatro siglos, se presenta por primera vez en edición crítica y bilingüe la obra literaria de santo Tomás de Villanueva (1482-1555), religioso agustino y arzobispo de Valencia, realizada por un equipo de investigadores agustinos de España. Variadas razones apremiaban la realización de este arduo trabajo: la dificultad de acceso a la obra del santo, cuya última edición es la de Manila (1881-1883; 1897); la necesidad de una versión en español, ya que la casi totalidad de sus conciones o sermones ha sido publicada en latín (solo 32 conciones fueron publicadas en español en 1952, de las 454 que se registran en esta edición); dar a conocer a toda clase de personas -religiosas y seglares- la singular expresión, por medio de la predicación, de un hombre de Dios, santo, sabio y clarividente; la cercanía de una palabra que modeló las mentes más brillantes de nuestro Siglo de Oro literario con su elocuencia mesurada y siempre concorde con la fe genuina de la Iglesia; y, sobre todo, responder a un deseo muy sentido en el ámbito de la Orden de San Agustín, a la que perteneció, y de la archidiócesis de Valencia, a la que sirvió, de hacer patente y accesible su magisterio, para que, en un día no lejano, sea honrado con el merecido título de Doctor de la Iglesia universal. Santo Tomas de Villanueva sigue teniendo, sin duda, una palabra nueva y una ejemplar actitud para esta nuestra desconcertada y envejecida Europa del s. XXI.
Fernando Pessoa, uno de los escritores no sólo en lengua portuguesa más importante del siglo XX, que publicó en vida un sólo libro en «la lengua que era su patria», y que, según el crítico Harold Bloom El canon occidental es el más representativo poeta del siglo XX, encaja en la máxima del Nobel Octavio Paz, cuando afirma que «los poetas no tienen biografía; su obra es su biografía» y, refiriéndose a Pessoa, «nada en su vida es sorprendente, nada excepto sus poemas». Con todo, la cincuentena de cartas que aquí presentamos hoy de dominio público a la joven Ophélia Queiroz, que entró de mecanógrafa en las oficinas de la Baixa lisboeta donde él ya traducía correspondencia comercial, permiten vislumbrar la personalidad del poeta, el apasionamiento de un enamorado, su ternura, modestia, dignidad, sentido del humor y, sobre todo, la vocación por su obra literaria, así como pinceladas de una psique fragmentada, terreno abonado para la creación de los heterónimos, uno de los cuales, Alvaro de Campos, se presenta también ante Ophélia en estas cartas. De él es el poema escrito en 1935, un mes antes de la muerte de Pessoa, a los 47 años, de una cirrosis hepática «Todas las cartas de amor son ridículas», que estas misivas tan bien desmienten.
Instituto de Historia Simancas. Colección de Bolsillo nº 21.- ÍNDICE- PRÓLOGO- SERVICIO MILITAR OBLIGATORIO, PROFESIONALIZACIÓN Y CREACIÓN DE LOS EJÉRCITOS PERMANENTES EN EUROPA OCCIDENTAL EN LA BAJA EDAD MEDIA (SIGLOS XIII-XV)Jon Andoni Fernández de Larrea Rojas.- UNA PAZ A TRES BANDAS: VERVINS (1598)Juan Eloy Gelabert González.- DONATIVOS A LA MONARQUÍA HISPÁNICA EN PERIODOS DE GUERRA Y SU INSTRUMENTALIZACIÓN PROPAGANDÍSTICA EN ESPAÑA Y AMÉRICA DURANTE EL SIGLO XVIII.David González Cruz.- HENRY KISSINGER Y LA GUERRA FRÍA (1969-1976).Charles Powell.- FRANQUISMO Y SALAZARISMO EN LA ESCENA INTERNACIONAL: EL DESAFÍO DE LA DESCOLONIZACIÓN.Hipólito de la Torre Gómez.
La regulación de la economía por los poderes públicos no es un fenómeno jurídico nuevo, en cuanto que siempre han existido normas de ordenación e intervenciones administrativas en los sectores más relevantes. Sin embargo, a partir de los años ochenta del siglo pasado se inició, casi simultáneamente en toda Europa, un proceso de privatización de empresas que operaban en sectores económicos esenciales y que con anterioridad eran de titularidad pública. El Estado abandonó rápidamente su posición de gestor de empresas. Al mismo tiempo que su capital pasaba a manos privadas, se adoptaron medidas de liberalización de los indicados sectores económicos, algunos de los cuales organizados antes como monopolios, imponiendo la igualdad de condiciones en el mercado y la competencia entre operadores. La ordenación de la economía liberalizada no se dejó, sin embargo, por completo, a las fuerzas del mercado, sino que se aprobaron normas, habilitaron intervenciones administrativas, se declararon derechos e impusieron obligaciones a las empresas. Estas actuaciones públicas emplearon técnicas e instrumentos no experimentados en nuestra tradición jurídica o reconfiguraron los conocidos para adaptarlos a los nuevos principios de relación del Estado y el mercado. Este conjunto de normas, instrumentos y técnicas de ordenación, supervisión e intervención, se agrupan en la denominada regulación pública de la economía. Sobre su disciplina jurídica se han publicado muchos estudios monográficos en los últimos años, pero era precisa una sistematización y explicación general. Este último es el objetivo de esta obra. Su primer volumen analiza los fundamentos e instituciones esenciales del derecho de la regulación. Los sucesivos estudian las peculiaridades de la regulación en cada uno de los principales sectores de la economía.