Con Del sentimiento trágico de la vida (1913) y La agonía del cristianismo (1925), Unamuno se nos revela como uno de los más grandes pensadores de nuestro tiempo. En estos textos, radicalmente filosóficos, situando en el centro de su investigación al hombre concreto, don Miguel viene a prefigurar anunciándola toda la filosofía del existencialismo posterior. Un iluminador estudio preliminar de Antonio Sánchez Barbudo viene a situar y arrojar nueva luz sobre el Unamuno pensador filosófico y religioso. Las contradicciones personales y las paradojas que afloraban en su pensamiento actuaron impidiendo el desarrollo de un sistema coherente, de modo que hubo de recurrir a la literatura, en tanto que expresión de la intimidad, para resolver algunos aspectos de la realidad de su yo. Esa angustia personal y su idea básica de entender al hombre como «ente de carne y hueso», y la vida como un fin en sí mismo se proyectan en estas dos grandes obras.
Al cumplir 50 años, Jonan Fernandez ha decidido compartir algunas conclusiones inacabadas. Aunque pudiese esperarse de él un libro político o relativo a la paz en Euskadi, nos ofrece un testimonio personal. Aborda tres grandes incógnitas del ser humano: la persona, el mundo y Dios. ¿Qué significa ser persona y qué pintamos aquí? ¿Cómo situarnos ante la realidad del mundo, la injusticia o el otro? ¿Cómo relacionarnos con la cuestión de Dios y nuestra dimensión espiritual? Para el autor tomarse su vida en serio es mirar de frente estas tres realidades. No estamos ni ante una autobiografía, ni ante un mero ensayo teórico. El autor no se limita a ofrecer una sucesión de reflexiones. Documenta estas en el relato sincero de sus experiencias y contradicciones. Es un libro escrito en primera persona del singular.
Tomando pie en la última encíclica de Benedicto XVI, Caritas in veritate, Francisco Javier Martínez Real presenta las tres instancias que permitirían articular un sistema económico: el mercado, regido por la justicia conmutativa; el Estado , vinculado por la justicia redistributiva; y la sociedad civil, ámbito idóneo para el ejercicio de la gratuidad, cuyo movimiento pasa necesariamente por la compasión. No se trata, pues, de una economía de la compasión. La propuesta consiste en un sistema económico con justicia, tanto conmutativa como redistributiva, y con compasión. Ambas virtudes cooperan sinérgicamente: la justicia protege a la compasión de la puerilidad moral y del quijotismo, mientras que ésta evita a aquélla las derivas de la mezquindad y del anti-utopismo.
La originalidad de Méndez consistió en presentar la fuerza de Hartmann como una dimensión horizontal. Entonces se observa, no sin sorpresa, que no sólo no se opone, sino que se combina provechosamente con la altura vertical de Scheler. Se consigue mayor verosimilitud y más adherencia a la realidad gracias a una jerarquía o escala bidimensional. Añadiendo la intuición inmediata o directa del valor, propuesta por Scheler, Hartmann, Lavelle, Ortega, García Morente y tantos otros, como un genuino dato material de partida del conocimiento axiológico, tenemos el leit motiv de toda la obra de Méndez. El valor es definido como lo que debe ser, sea o no sea. La lógica moderna nos enseña que deber ser y ser necesario se formalizan de la misma manera. La preocupación por acercarse lo más posible a la lógica formalizada, gracias a la cual tenemos ordenadores, es una constante en el pensamiento de Méndez. Sólo por ese camino podemos progresar hacia una Axiología aceptable para todos los humanos, cualquiera que sean sus creencias previas. En 1988 se constituyó oficialmente la Asociación Estudios de Axiología (EdA), que promueve cursos, publicaciones o encuentros para difundir esta novedosa doctrina sobre los valores.
Este libro está escrito para todo ser humano preocupado por su condición de persona. Ser persona es la condición que nos convierte en algo distinto a lo puramente instintivo y, por tanto, animal; y, por otra parte, todo aquello que nos aleja de la condición de objeto y nos reafirma en la de sujeto. Lo verdaderamente determinante para ser persona es la capacidad de desarrollar una dimensión moral. Un ser humano se convierte en persona cuando es capaz de analizar su propia conducta y sacar conclusiones sobre la misma, lo que le permite elaborar su conciencia.
La ira se expresa mediante rasgos somáticos y psíquicos que podemos observar fácilmente en nosotros mismos y en los demás. Siempre tiene un sabor amargo, comporta sufrimiento en el alma y, si es recurrente, hasta en el cuerpo, porque desemboca en úlcera o hipertensión. Siempre a nivel físico, presenta múltiples síntomas: agitación motora, aceleración del ritmo cardíaco, tensión de músculos del cuello, dilatación de las pupilas, ojos desorbitados y relampagueantes, vista ofuscada, rostro cárdeno (o pálido, señal de la más peligrosa de las iras), lengua que se trabuca (o, como decía Gregorio Magno, «escupe maldiciones como flechas»), saliva ácida y salada, rechinar de dientes, voz alta, ronca y amenazadora.
«El lector encontrará aquí, con el rigor propio de un trabajo de investigación y la claridad característica de Hildebrand, los conceptos que constituyen el entramado de su entera filosofía moral: la toma de posición y el querer, la distinción entre lo importante en sí (o valioso) y lo importante sólo para mí, la respuesta al valor, los bienes moralmente relevantes, la ceguera axiológica, el valor moral de las acciones y el valor moral de la persona, etc. [...] Tal vez sean nuestros días, al siglo de comenzar Hildebrand su andadura filosófica, un buen momento para acompañarle en el intento, siempre necesario, de ganar en claridad sobre la persona humana y su sentido y destino, o lo que es lo mismo, sobre la vida humana propiamente moral». (Sergio Sánchez-Migallón)
Aquest conte fa una cosa que en el pensament econòmic molts no entendrien: descriu com es poden fer negocis en el mercat d?una forma o d?una altra: Podem escollir.
Un tresor que condensa l'essència de Hermann Hesse.La ment combativa, alternativa i profunda d'un dels grans novel·listes i pensadors del segle XX.Lectures per a minutsés més que un llibre. És un tresor que condensa l'essència de Hermann Hesse, un dels grans novel·listes i pensadors del segle XX. Els fragments -organitzats temàticament- resumeixen la filosofia, la vida i l'obra de l'escriptor alemany.Hesse se'ns manifesta com una ment combativa, alternativa i profunda. La seva grandesa es basa en una ètica, una rabiosa fe en l'humanisme i el compromís estètic, i una curiositat immensa.No és estrany, doncs, que Hesse esdevingués guia espiritual de la Generació Beat de Jack Kerouac i, més tard, fos redescobert per la contracultura dels anys 60.El lector d'avui quedarà sorprès per la modernitat i vigència de les reflexions sobre política, religió, societat, art, amor, etc. Temes que Hesse analitza amb lucidesa i des de diferents polaritats, sense por a caure en la contradicció -perquè, en el fons, l'ésser humà creix amb la incertesa.Traducció de l'alemany d'Anna Soler Horta i epíleg de Natza Ferré.'L'aforisme és com una pedra preciosa que augmenta de valor com més rara és i només causa plaer en dosis molt petites.' [H. Hesse]Hermann Hesse, un autor compromès amb el seu tempsNascut el 1877, és escriptor i filòsof suís, d'origen alemany. El 1946 rep el Premi Nobel de Literatura. De jove fa viatges per Itàlia i per l'Índia, i s'educa entre Alemanya i Suïssa.L'any 1912 s'estableix a Suïssa des d'on exerceix una posició crítica amb la Primera Guerra Mundial i amb l'Alemanya de la postguerra.A causa d'aquesta postura valenta, és víctima d'una campanya de demonització.Hesse construeix la seva filosofia a partir de la seva revolta personal i de la interpretació dels corrents filosòfics d'orient. És autor de Siddhartha (1922), i El llop estepari (1927), una forta crítica al militarisme.Altres obres destacables són Sota les rodes(1906) i Demian (1919). Mor el 1962, amb 85 anys, a Suïssa.
Este libro aborda algunas de las principales cuestiones de la Ética de nuestro tiempo a través de tres perspectivas. La primera (Paradigmas) considera los dos modelos cruciales de la ética occidental: el griego -y particularmente el aristotélico- y el moderno, y de modo especial el kantiano. La segunda (Fronteras) estudia la relación de la Ética con disciplinas afines, bien procedan de las ciencias humanas (Psicología, Sociología, Antropología), bien de la filosofía de la praxis misma (Política, Religión). La tercera (Problemas) analiza cuestiones recurrentes en la reflexión ética (la fundamentación, lo justo y lo bueno, la virtud) y campos de vigoroso desarrollo en nuestros días, como la ética aplicada o el feminismo, abriéndose a nuevos horizontes en un impulso utópico al que la ética no debiera renunciar aunque haya de asumirlo críticamente. Así lo prueban el caso de las sucesivas generaciones de derechos humanos o las tensiones de la ética pública y su aspiración al cosmopolitismo.