Ir al contenido
ÒÀQu es un escptico? Un filsofo que ha dudado de todo aquello en lo que cree y que cree en aquello que el uso legtimo de su razn y de sus sentidos le ha demostrado como ciertoÓ. Diderot
Bolsillo Paidós publica en formato compacto el libro sobre managment que colocó a Stephen Covey en las listas de éxitos editoriales españolas, coincidiendo con la aparición en 2009 de un nuevo libro del consultor norteamericano. Casi todo el mundo intuye que su comportamiento, tanto en el trabajo como en la vida privada pordría mejorar en muchos aspectos, pero pocos saben cómo conseguirlo. Stephen R. Covey, el llamado Sócrates americano, no da consejos paternalistas ni se dedica a sermonear sin ton ni son. Su método es claro, certero y eficiente: un cursillo dividido en siete etapas que el lector deberá asimilar y poner en práctica por su propia cuenta, adaptándolas a su personalidad y aplicándolas libremente en todos los ámbitos de la vida empresarial. Para ello, el autor se sirve de anécdotas penetrantes y significativas destinadas a hacernos reflexionar sobre cada uno de nuestros actos y sobre el modo de acceder al cambio, a la verdadera efectividad: desde la visión personal hasta la renovación equilibrada, pasando por el liderazgo personal, la administración personal, el liderazgo interpersonal, la comunicación empática y la cooperación creativa. Teniendo en cuenta todo lo anterior, y a través del desarrollo de ciertos conceptos, el lector acaba comprendiendo que todo lo que hagamos deberá estar de acuerdo con lo que verdaderamente captamos de la realidad que nos rodea. Por tanto, si queremos cambiar la situación, deberemos cambiarnos a nosotros mismos con eficacia y para ello también modificar nuestras percepciones. El resultado es la construcción de una autoconfianza a prueba de bomba a través del desarrollo del propio carácter, de la integridad, la honestidad y la dignidad humana necesarias para transformar nuestro universo laboral en algo auténtico e intransferible.
Las respuestas de la Ética a los grandes retos del nuevo humanismo: la manipulación genética, el uso de la tecnología, la bioética y la ética ecológica, la ética política, los derechos de los animales, la sostenibilidad y el sistema económico globalizado. ¿Las reglas morales se aprenden o son innatas? ¿Se pueden transgredir las leyes morales? ¿Son los políticos mentirosos compulsivos? ¿Puede haber tantas morales como culturas humanas? ¿Es injusto el actual capitalismo globalizado? ¿Es el ser humano un homo tecnologicus? ¿Constituye el Proyecto Genoma Humano un progreso ético? ¿Se puede ya programar una vida transhumana? ¿Es la especie humana la dueña del universo? ¿Estamos aún a tiempo de no destruir el planeta Tierra?
Mediante esta versión, fiel al original, de Ética a Nicómaco, el autor aborda con clarividencia cuestiones que siguen estando vigentes y son de sumo interés como el sentido de la vida y del trabajo, la amistad, el placer o las relaciones familiares destacando la importancia de cultivar las enseñanzas de nuestros ancestros.
Es posible que Il Principe resulte una obra intraducible por una serie de razones que van desde la riqueza del lenguaje empleado por un Maquiavelo que se expresaba en frases cortas y precisas, hasta la significación que encierran muchos de sus conceptos situados en el tránsito del mundo de los antiguos a los modernos. Pese a todo, este breviario ha terminado convirtiéndose en el arquetipo del clásico, siempre leído y citado, siempre recurrente, para explicar los acontecimientos del presente. Y es que tras quinientos años, Il Principe continúa siendo un texto vivo, excepcionalmente útil para afrontar las complejas realidades de la vida y la política. Para conmemorar el quinto centenario de su escritura en 1513, Tecnos ha querido reunir en este libro cuatro aportaciones extraordinarias: el texto italiano preparado por Giorgio Inglese, considerado la mejor fijación del original; la excelente versión española de Helena Puigdoménech; los ensayos de John G. Pocock, el gran responsable de la relectura de lo maquiavélico que actualmente nos está llegando desde el mundo cultural anglosajón; y un estudio bibliográfico de Julio A. Pardos.
A la ética que se ocupa del vivir juntos hoy la llamamos ética cívica. En general, el abordaje que se hace de ella es de tipo deontológico, subrayando los derechos y deberes que se arraigan en nuestra dignidad intangible. Aquí se propone otro acercamiento menos común, e incluso discutido, integrador a su modo del deontológico: el de las virtudes. Porque, más allá de los malentendidos que se ciernen en torno a estas, y que habrá que aclarar, es muy fecundo explorar sus potencialidades, que son muchas, a fin de que alienten y orienten los comportamientos de los ciudadanos. Esta obra ofrece un proceso reflexivo que contempla cinco pasos o capítulos. En el primero se afrontan cuestiones de clarificación: en torno al vivir juntos, para dejar constancia de lo que significa, a la hora de abordarlo, la conexión entre paz y convivencia; y en torno a la opción por las virtudes, para justificar una apuesta por ellas que hoy no es raro que se ponga bajo sospecha. En el segundo capítulo se pasa a analizar la noción de virtud, pues resulta clave asentarla bien, tanto para evitar malentendidos diversos como para diseñar el horizonte de sus posibilidades. En el tercero se analizan las cuestiones discutidas en torno a la categoría de virtud, atendiendo al momento crítico y justificador de esta. Estas aclaraciones permitirán entrar adecuadamente en el horizonte último de este trabajo, el educativo, con un cuarto capítulo dedicado al aprendizaje de la virtud. Por último, en el quinto, se aplicará todo lo precedente al objetivo más propio de estas líneas, el de fomentar virtudes para la convivencia, presentando aquellas que consideran más pertinentes: el respeto, la justicia, la obediencia cívica, la compasión, la sobriedad, la generosidad, etc. El libro termina con un epílogo sobre la autonomía personal.
Los valores representan una filosofía de vida y orientan nuestra forma de conducta en la vida. Son los principios que rigen nuestras decisiones diarias, dando prioridad a un criterio sobre otro, respecto a una opción o postura a tomar. En la práctica significan las opciones de cada persona y cada colectivo. ¿Podemos decir que es la expresión de aquello que cada uno valora y la colectividad también? ¿Son las pautas de referencia del sentido de la vida de una comunidad, un pueblo?. Estos valores están alimentados por nuestras creencias, es decir, por lo que cada persona y cada colectivo entiende por lo verdadero y correcto, basándose en sus sentimientos, en los conocimientos que nos han transmitido nuestros adultos y las personas de quienes nos fiamos, en sus tradiciones y costumbres, en las informaciones que nos dan una visión determinada del mundo que nos rodea y del que no podemos ver y, sobre todo, en las actitudes y comportamientos que se nos trasmiten y que contagian tanto a personas como a instituciones. El conjunto de valores se suele identificar con la cultura de fondo de un pueblo, su idiosincrasia. Estos valores se transmiten de generación en generación. De manera que se podría decir que la cultura de un pueblo es el resultado de la acumulación de saberes, creencias y formas de vivir (valores). Podemos afirmar, por tanto, que en principio habría tantas culturas como pueblos. Si bien es cierto que en Occidente se mantienen diferencias culturales en los diversos países y pueblos, éstas tienen más que ver con la lengua, el folklore, el clima y las costumbres ancestrales, que con el modelo de felicidad propuesto, basado en el consumo ilimitado como respuesta a nuestras aspiraciones más profundas. Así, en las últimas décadas, se han ido universalizando a un ritmo acelerado un mismo tipo de valores, unificando la forma de entender la sociedad, la economía, la política, el consumo, el ocio, el modelo de familia, las relaciones humanas, etc. De esta manera, compartimos unos valores a imagen y semejanza del tipo de funcionamiento económico financiero de la sociedad globalizada. En el presente número de Documentación Social contamos con diferentes artículos que abordan la cuestión de los valores culturales desde diferentes ámbitos y perspectivas.
Martha Nussbaum afirma que la reflexión de textos literarios puede ser considerada como un medio de educación ética, pues permite afinar el conocimiento de la realidad por parte del individuo, haciendo posible que se ofrezca de una manera más fundada. La presente obra reúne diversos ensayos de autores que, preocupados por la necesidad de una reflexión ética, analizan las temáticas más variadas del entorno que los rodea por medio de una aproximación a textos literarios contemporáneos, y lo hacen a través de la filosofía, la cultura, las artes literarias y la antropología, abordando temas de máxima actualidad. El presente compendio de ensayos busca ser una de las muchas vías a través de la cual, la ética, con su carácter reflexivo, invita a los individuos al entendimiento y la apropiación de nociones fundamentales, como son el sentido de la verdad, lo justo, lo digno y lo bueno.