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De acuerdo con la encíclica Veritatis splendor, este manual parte de dos ideas fundamentales. En primer lugar, el deber moral se basa en la verdad última del ser humano. En segundo lugar, la moral cristiana remite necesariamente a la gozosa vocación del cristiano que supone el seguimiento de Jesucristo. En esta edición de Teología moral fundamental, la primera parte, dedicada a los fundamentos originantes de la moral cristiana, ofrece un recorrido por su historia, desde la aportación de la Sagrada Escritura y el magisterio de la Iglesia. La segunda parte recoge categorías éticas básicas, como la libertad y la responsabilidad, los valores y la conciencia, el pecado, la conversión y la virtud. Además de responder a las exigencias académicas y a las orientaciones recientes del papa Francisco, esta obra hace una constante referencia a la evangelización y a la necesidad de «producir frutos en la caridad para la vida del mundo», según la petición del Concilio Vaticano II a la Teología moral.
En el itinerario de su conversión, el autor recupera por oleadas algunas convicciones de la niñez, conservadas entre las líneas de cuentos de hadas y novelas de aventuras. Lo relata en Ortodoxia, su libro más central y el que mejor lo define, y del que se ha extraído este capítulo. En él se muestra su profunda independencia intelectual y un discernimiento clarividente. G. K. Chesterton (1874-1936) es considerado uno de los narradores más brillantes e ingeniosos de la literatura anglosajona. Crítico, novelista y poeta, trabajó como periodista y fundó su propio semanario. A su lucidez para crear relatos se suma su ironía y su sentido del humor, que lo convierten en un maestro de la alegoría y la paradoja. Se convierte al catolicismo en 1922.
Se presentan en esta obra fragmentos de notables pensadores en torno a las implicaciones éticas del morir humano. También una narración bien documentada del modo en que cada uno de los filósofos seleccionados se enfrenta personalmente a sus últimos días. De ahí el título El morir de los sabios, cuyo significado remite además a los sensatos consejos extraíbles de sus escritos, gracias a los cuales cada lector podrá saborear mejor la vida y entrar con sosiego en el final de su propia existencia. La realidad de la muerte, configuradora de múltiples dimensiones prácticas, ocasiona una serie de incisivos interrogantes que no cabe obviar. He aquí los más persistentes en la historia de la ética. Articulan, por ello mismo, la estructura tripartita del libro: 1.ª) ¿Cuáles son las actitudes más idóneas para superar el temor a la muerte? ¿De qué modo se ha de vivir ante la amenaza constante y la incertidumbre del morir? ¿Es posible, desde la filosofía, mirar con serenidad la hora final? 2.ª) ¿Cómo asumir la propia muerte en los proyectos particulares? ¿Qué tipo de impacto genera el morir del ser amado en el sentido global de una trayectoria vital? ¿Qué es lo prioritario en la experiencia humana de la muerte: la desaparición del propio yo o la del otro, la del ser querido? 3.ª) ¿En qué situaciones es lícito acabar con la propia vida? ¿Soy libre para suicidarme o existen límites a la libertad humana? ¿Cuáles son las razones morales contrarias o favorables al suicidio como acto libre? El objetivo principal de este libro del profesor Enrique Bonete, catedrático de Filosofía Moral de la Universidad de Salamanca, no es otro que difundir entre los amantes de la filosofía (jóvenes y maduros) y el público no especializado dosis comprensibles de la sabiduría moral de los genios, a cuya luz es posible vivir mejor mientras caminamos, lenta o aceleradamente, hacia el umbral de la siempre enigmática muerte que a todos aguarda.
El presente trabajo ofrece una síntesis de las aportaciones de la investigación en el ámbito de la ética llevadas a cabo en el último siglo. Todas ellas pretenden abordar con lucidez los problemas epistemológicos y contextuales característicos del estudio de lo moral. La exposición empieza con la delimitación de dichos problemas y una orientación en las perspectivas antropológica y social.