La figura del voyeur está presente no sólo a nivel de la mirada del espectador sobre las acciones de los otros, sino que se incorpora en las modalidades de acceso a lo real de los dispositivos tecnológicos (géneros televisivos como los reality-shows, video-cámaras de vigilancia...) a los que al mismo tiempo intenta trascender mediante el establecimiento de relaciones con análisis de pinturas clásicas y modernas en la historia del arte. El impulso natural del hombre por demoler la separación ontológica frente al resto de los individuos y la curiosidad innata y a la vez estimulada de acceder a las intimidades ajenas se explica desde la interdisciplinariedad, método que convierte a este libro sobre el voyeurismo en uno de los más importantes publicados sobre el tema, con implicaciones ideológicas, psicológicas y estéticas de la imagen en nuestras vidas cotidianas.
Comprender el modo en que las personas nos comunicamos basándonos en nuestra pertenencia grupal y cómo la comunicación crea y mantiene estereotipos y creencias es un ámbito académico esencial para el siglo XXI. La Dra. Maria Àngels Viladot nos muestra cómo los mensajes sobre los grupos y el intercambio de mensajes entre grupos constituyen una parte fundamental del paisaje de la comunicación intergrupal. El libro presenta una gama de evidencias que sugieren que este proceso intergrupal domina, llena o invade la comunicación que tenemos con las otras personas. Nos ilustra cómo la gran mayoría de nuestra comunicación está influenciada, a un nivel sutil o más obvio, por los grupos a los cuales pertenecemos. La Dra. Viladot nos conduce magistralmente por distintos ámbitos de comunicación entre las personas y los grupos: la comunicación entre culturas, la comunicación intergeneracional, la comunicación no verbal entre las personas y entre culturas distintas y, finalmente, la comunicación mediante Internet. Un libro esencial en la era en que vivimos.
Los medios de comunicación están teniendo una responsabilidad fundamental en que las nuevas generaciones no logren comprender nada de lo que está sucediendo en el mundo. Esta obra hace un recorrido ameno por los senderos de esa tragedia. Muestra las paradojas y disparates de algunos de los contenidos, deja en evidencia algunas técnicas con las que operan para desinformarnos, descubre lo absurdo de muchos de sus criterios de trabajo y modos de presentar las noticias y desentraña algunas características del funcionamiento de las empresas de comunicación. Por último, también aporta algunas ideas que permiten albergar esperanzas de que este modelo de desinformación pueda cambiar. Pascual Serrano fundó en 1996, junto con un grupo de periodistas, la publicación electrónica Rebelión www.rebelion.org, que hoy funciona como diario alternativo en Internet. Fue durante dos años asesor editorial de Telesur, un canal de televisión multinacional latinoamericano que pretende ser un modelo de comunicación contrapuesto a los medios dominantes del Primer Mundo. Colabora habitualmente en Le Monde Diplomatique, además de otras publicaciones españolas y latinoamericanas sobre temas de comunicación y política internacional. Entre sus libros destacan Desinformación, Traficantes de información y Contra la neutralidad. En Icaria ha publicado El periodismo es noticia y ¿El mejor de los mundos? y Periodismo canalla.
Durante las últimas décadas, la globalización y la revolución de las nuevas tecnologías han marcado un antes y un después en las formas de articulación del poder. Se confirma así la hipótesis avanzada por Marx, donde el propio sujeto pasa a ser el capital fijo más valioso del proceso de producción, y donde el trabajo abstracto hoy concebido como intelecto general- se configura como fuerza determinante del nuevo modelo tardocapitalista. La actividad creativa, en este nuevo contexto, cobra una novedosa función estratégica, al convertirse en pieza generadora de valor y al posibilitar el desarrollo y sostenibilidad del capitalismo contemporáneo. César Bolaño aborda la comprensión del papel productivo de las comunicaciones y su rol fundamental en la era del Capitalismo Cognitivo. Desde la Economía Política de la Comunicación, Bolaño propone toda una perspectiva de estudio capaz de trascender los límites convencionales del modelo economicista, y capaz de problematizar el fenómeno de la industria cultural y de la apropiación por parte del sistema de todo el ciclo del trabajo inmaterial. Esta obra nos invita a reflexionar sobre el nuevo papel de los productores culturales y a repensar las relaciones entre trabajo y valor, desde un rigor conceptual que permitirá abrir nuevas vías para construir las respuestas que requiere nuestro tiempo. Con prólogo de Francisco Sierra en la edición en español
«Si el tema del libro es el destino del arte en el siglo XIX, ese destino sólo tiene algo que decirnos porque está contenido en el tictac de un reloj cuya hora ha sonado por primera vez sólo para nuestros oídos. Quiero decir con ello que la hora fatal del
Quisiera llamar la atención del lector sobre el hecho de que este libro es el primero (y por el momento el único) que parece posible atribuir (como diría Borges) a Paolo Fabbri (...), sin duda el semiólogo más importante de Italia después de Umberto Eco, y presente en la escena internacional de la semiótica desde hace muchos años. (...) Veo el proyecto intelectual de Paolo Fabbri (y este será el único uso que me permitiré de mi "autoridad" de director de colección y prefaciador, y, por supuesto, a título de mirada exterior) como un resultado del cruzamiento de varias influencias. La de Umberto Eco, sin lugar a dudas, aunque ignoro la alquimia sutil que pudo producirse, a lo largo de tantos años de contacto, entre ambos. No sorprenderá a nadie recordar que los temas del secreto, del complot, de la paradoja, del carácter en cierto modo interminable e indeterminable de la interpretación, atraviesan toda la obra de Eco, tanto la obra semiótica cuanto la obra ficcional. La de Erving Goffman, con el cual Paolo Fabbri comparte el interés por las tácticas internacionales, por la complejidad problemática de la más banal situación social y también la fascinación por elucidar algo así como la paranoia natural del actor social. La de Algirdas Julien Greimas, en términos de los modelos que, en un momento o en otro, Paolo Fabbri evoca para analizar un determinado tema. Pero yo diría que Paolo Fabbri tuvo siempre con la obra de Greimas (no así con la persona) una relación exterior, casi instrumental: Greimas le proporcionó, en determinadas ocasiones, útiles que le servían para tratar un problema. Pero el espíritu enciclopédico, totalizador, en cierto modo escolástico de Greimas, me parece totalmente ajeno a la posición intelectual de Fabbri. La de la pragmática lingüística, a partir de un cierto momento de su evolución intelectual. Con la ventaja sobre ella que su percepción aguda de las tácticas y estrategias le permitió a Fabbri no caer en ningún momento en la hipótesis de un hablante racional, sincero y voluntarioso a la manera de Searle, Grice o Strawson, que sin duda existe, pero solamente en la sala de profesores de la universidad de Oxrd. La de Jean Baudrillard, en fin, a través de la preferencia acordada a las nociones de simulación y de simulacro, y a una visión yo diría un poco apocalíptica de la evolución de las sociedades industriales. Esta es la influencia que más me aleja de Paolo Fabbri. Sea como fuere, el cruzamiento de esas influencias e interacciones dio como resultado un semiólogo que no se parece a ningún otro: Paolo Fabbri. Del prefacio de Eliseo Verón.
En la década de 1960, Marshall McLuhan fue considerado el pensador más importante desde Newton, Darwin y Einstein. Sin embargo, después de su muerte en 1980 sus investigaciones y predicciones sobre el impacto de los medios de comunicación se juzgaron a menudo como irrelevantes e ingenuas. Sólo en los últimos años el McLuhanismo parece resucitar. ¿Cuáles son las razones de este revival? Christopher Horrocks sostiene en este libro que las transformaciones radicales en los medios de comunicación y las tecnologías audiovisuales han dado un nuevo vigor al famoso lema de McLuhan: «El medio es el mensaje». En la actualidad, sus criterios sobre «la aldea global» y los «medios calientes y fríos» se han introducido en los discursos sobre el impacto sensorial, psicológico y social de la realidad virtual y el ciberespacio. Marshall McLuhan y la virtualidad analiza el pensamiento de McLuhan en relación con la revolución de la información, valora sus «incursiones» en la cultura auditiva y visual y las conexiones problemáticas de éstas con el marco global y colectivo de Internet. También examina sus afirmaciones a la luz de la teoría posmoderna y analiza en qué medida el renacimiento de McLuhan está relacionado con el «cyberbole» posthumano de la descorporización y la identidad virtual.
El espíritu de Torquemada reina de nuevo en Occidente. A pesar de la revolución cultural y científica que refrendó la legitimidad de la transmisión de información, los razonamientos que le sirvieron de base han sido enormemente dañosos en la historia de la humanidad. En la práctica, son utilizados para eliminar el pensamiento libre, pues una luz demasiado potente puede llegar a iluminar el alma, sus rincones más íntimos. La Inquisición, más que fruto de la intolerancia y el fanatismo religioso, que también, se convirtió en un instrumento para la eliminación de la individualidad, y esto es lo que hacen los «medios de comunicación». La creación de un cerebro colectivo, si estuviera surgiendo, se serviría del conocimiento que deriva de la información para proclamar la esencial identidad de los seres humanos, poniendo de relieve la miseria de todos y cada uno de ellos. El acceso a la prensa de papel, televisiva o digital permite comprobar la falsedad de cualquier carisma: detrás de la virtud, el vicio; y de la excelencia, la vulgaridad. Absolutamente todos poseeríamos zonas oscuras que el público «tendría derecho a conocer» para evitar el engaño, pues la vida en sociedad debe basarse en la confianza. Así, una nueva dictadura está triunfando, quizá la más peligrosa porque técnicamente no lo es; es divertida como todo mundo cotilla y frívolo lo suele ser. Pero nos hace tan iguales que termina por eliminar la personalidad. Los seres originales son destinados al sanatorio o al circo.
Fue el arquitecto Cedric Price quien, en una conferencia en 1966 lanzo la cuestion tantas veces repetida despues: "Technology is the answer... but what was the quesstion?". La reflexión es mas pertinente que nunca.
En este libro hay ocho décadas de revoluciones y contrarrevoluciones, de luchas por la independencia, de guerras civiles, de resistencias a dictaduras. En este libro hay ocho décadas de mensajes cruzados, de verdades ocultas y de mentiras evidentes, de informaciones sin censura y de manipulaciones descaradas. En este libro hay ocho décadas de intuiciones geniales, de operaciones tan costosas como inútiles, de gritos desesperados y de discursos monótonos, de rabia y de ironía, de esperanza, de triunfos y decepciones... En este libro hay ocho décadas de radio.