Existen en la actualidad varios fenómenos que están propiciando una revisión de la función social de los medios de comunicación: la información de actualidad cede terreno ante los servicios de información de valor añadido, personalizados a medida del consumidor; además de la multiplicación de canales de distribución más baratos para los contenidos (Internet), que están erosionando las principales fuentes de ingresos de los medios de comunicación (publicidad, venta al número y suscripciones), desorientados tras el huracán provocado por su reconversión tecnológica y su reorganización empresarial, y que no acaban de reubicarse en el marco de la nueva economía. En este contexto, las condiciones en las que los profesionales de la información realizan su trabajo se han deteriorado de manera inversamente proporcional al desarrollo empresarial y tecnológico de los medios. El futuro de la industria de la comunicación puede ser brillante, pero el de los profesionales y el de la propia información como servicio al público es bastante incierto en el escenario de la Sociedad de la Información. Pedro Antonio Rojo Villada es profesor de Producción Periodística en la Universidad de Murcia. el autor ha publicado en esta misma editorial el libro Producción periodística y nuevas tecnologías. Estrategias de la Prensa ante la convergencia mediática.
Al igual que el hombre tuvo que ir adaptándose a una naturaleza cambiante para poder así perdurar en el tiempo, la publicidad ha ido acomodándose a su vez a esos cambios introducidos por el hombre en su relación con el mundo físico y social para poder dar sentido de eficacia a su propia actividad y permanencia, asimismo, en el tiempo. Puede decirse así que la publicidad ha desplegado, desde sus orígenes mismos, un continuo esfuerzo de adaptación al cambio social. La noción de cambio parece tornada hacia el futuro, volcada a la transformación y por ende a la desaparición de algo que es sustituido por otra cosa. Pero la noción de cambio no puede sostenerse sin que giremos también la mirada hacia el pasado, hacia aquello que es dejado atrás, que no obstante se lleva consigo y que, por tanto, permanece en ese devenir. [...]Si, entre lo social y lo publicitario, se establece una forma de dialéctica por cuanto lo segundo se conforma y explica en su relación en el tiempo con lo primero, varios de los capítulos de este volumen adoptan una mirada hacia el pasado para retrazar los vericuetos de la progresión de esas relaciones mutuas que han desembocado en el presente. Esa mirada en el espejo del pasado nos permite, si no ver reflejado nuestro presente, sí al menos tener una perspectiva nueva, merced a ese desdoblamiento, que nos permite a veces entenderlo un poco mejor y, en ocasiones, atisbar las tendencias hacia el futuro. Al mismo tiempo, hablar de cambio de este modo pretérito es, también, hablar de permanencia a lo largo del tiempo. En la mirada diacrónica a la que nos invitan algunos autores de este libro, emerge alguna de estas dos dimensiones que nos ayudan a entender nuestro devenir.
Prólogo de José Vidal-Beneyto La Gran Utopía La comunicación entre las personas es el punto central de la historia humana. El mundo, tal como nos lo muestran ahora los mediums, sobre todo el Gran Médium, vive en nuestro cerebro y tiende a apoderarse de él. Nadie lo reconoce, claro. Es lógico: el Gran Medium encarna la Gran Utopía humana de la comunicación instantánea, sin tiempo, sin fronteras, sin espacio, en un lenguaje universal, sin límites. Ésa es su fascinación irresistible. Pero la Utopía de la Comunicación está llena de silencios, como el de las mujeres, basados en malentendidos que afectan al contenido y la forma de la comunicación. La guerra es la expresión máxima de la incomunicación a la que lleva la perseverante construcción del malentendido. Los Malentendidos. La Comunicación se ha constituido no sólo en el vector principal de las mayores actividades de la realidad, ¿¿comunicas luego existes¿¿, sino también en la ideología que domina nuestra contemporaneidad. Esta centralidad no deja por ello de adolecer de varias consecuencias perversas, que Rivière denuncia y cuya eliminación/superación son el propósito de su libro. Una sobredosis de información que conduce al reduccionismo, la simplificación de los mensajes y a una pérdida de capacidad crítica. Una comunicación homogénea y unidireccional, guiada por la exigencia mercantil, que es la que decide qué es lo que interesa y lo que no. Un carácter mercantil de los medios que ha convertido al receptor de comunicación en un producto, una mercancía, con el consecuente proceso de oligopolización de las empresas que operan en el ramo. Y en algunos casos una falsificación y desinformación deliberada de la información con objetivos políticos. El gran malentendido: los medios no informan, educan. Los medios de comunicación, en su sentido más amplio, influyen directamente en nuestras vidas. Y según Rivière éste es el gran malentendido, puesto que ya no informan, sino que educan. Ésa es su misión: la educación permanente de las personas, mediante la creación de preferencias, de valores, de hábitos culturales, de mitos y antimitos. Los periodistas se han convertido, por tanto, en actores principales del proceso educativo. Y la existencia de una censura no sólo política, sino también económica, la que hay que llamar censura de mercado, refuerza la idea del carácter educativo de los medios. Educación y censura es una pésima combinación. La novedad del tándem está en su proliferación, su constante presencia y la consideración de que todo esto es normal. Los grandes interrogantes: ¿Son conscientes los periodistas de su responsabilidad como educadores, como mediadores, como seleccionadores de lo que la gente ha de conocer y lo que no y en nombre de qué intereses? ¿Son las jóvenes generaciones conscientes de ese carácter de producto en que han sido educadas? ¿Somos conscientes de que por primera vez en la historia son las corporaciones las que explican los cuentos a nuestros hijos? ¿Es consciente el público de que no ejerce su derecho a exigir una pluralidad y diversidad informativa? ¿Y cómo reducir el exceso de información? ¿Cómo aprender a consumir comunicación? La reducción de los tres cometidos -informar, divertir, educar- asignados tradicionalmente a la tarea periodística y al mundo de la comunicación al sólo propósito de educar, no quiere decir que para Rivière los otros dos carezcan de importancia, sino que han de entenderse en función de esa meta esencial que los encardina que es la pedagogía popular y ciudadana. Margarita Rivière (Barcelona, 1944) es periodista independiente de amplia trayectoria y ensayista que ha publicado una veintena de libros. Colaboradora habitual del diario El País y del diario El Correo de Bilbao, ha ejercido todos los géneros. Sus intereses profesionales se han decantado por el análisis y la interpretación de la cultura, la comunicación contemporánea y los fenómenos de masas como la moda. Fue directora en Cataluña de la Agencia EFE, ha trabajado también en televisión, es autora del proyecto de la revista de libros Qué Leer y colabora habitualmente en el programa de Josep Cuní en Ona Catalana de Barcelona. Sus entrevistas ganaron el Premio Ciudad de Barcelona y su ensayo Lo cursi y el poder de la moda obtuvo el Premio Espasa de Ensayo. Entre sus libros principales dedicados a la comunicación de masas están La década de la decencia, Crónicas virtuales, Periodistas y El segundo poder.
Las contribuciones reunidas en este volumen abordan cuestiones fundamentales en el campo de la argumentación, y se dirigen, no sólo a los investigadores y futuros investigadores en este dominio, sino también a todo lector que, a título diverso, está obligado a producir un discurso argumentativo: enseñantes, estudiantes, políticos, periodistas, comunicadores... y también a los destinatarios de este discurso, es decir, a todo ciudadano deseoso de proyectar una mirada iluminadora sobre los mensajes que recibe. Actualizando posiciones teóricas en confrontación (la dimensión lingüística de la argumentación, y la herencia de la antigua retórica), estos textos constituyen una base para la reflexión tanto para el campo de los estudios argumentativos en sí mismos, como para territorios próximos, como el análisis del discurso, los estudios teatrales, la lingüística textual, la pragmática y las ciencias cognitivas.
Esta obra, Publicidad y cultura, revela la influencia que la comunicación publicitaria, como fenómeno social, ejerce permanentemente sobre la construcción de la cultura. La publicidad es, por una parte, identificadora de la cultura del contexto que la produce y, por otra, conformadora de una nueva sociedad en la que van surgiendo formas, valores, técnicas y elementos que generan a su vez distintos modelos de consumo y diferentes consumidores. Se convierte, así, en el eje principal alrededor del que giran los productos de consumo, las necesidades y deseos de los consumidores, los intereses económicos de la industria publicitaria y de una creatividad al servicio de la eficacia, las demandas del mercado, las aspiraciones y expectativas de los ciudadanos y, en definitiva, todo lo que configura las complejas sociedades actuales. El acercamiento interdisciplinar desde el que nace este trabajo psicológico, sociológico, histórico, económico, comunicacional, etc. le ofrecerá una visión global del fenómeno publicitario y de su dimensión cultural, dentro de la tradición y el rigor aceptado por la comunidad científica.
...el libro tiene dos focos de interés en el análisis del discurso político en relación con el País Vasco. En el primero (capítulos 1 a 3), se analizan tanto la doctrina fundacional como la expresión y lógica semántica del nacionalismo vasco en su contexto histórico y social de fines del siglo XIX. Finalmente, en el segundo (capítulos 2 y 4), se explican las características del discurso político en los medios de comunicación contemporáneos. Aunque las circunstancias han cambiado notablemente por el natural transcurso del tiempo y la evolución de las ideas, se aprecia en los mensajes actuales que todavía no se alcanza una aceptación incluyente o convergente de las diferentes pretensiones identitarias y políticas en la sociedad vasca...
Medios, modernidad y tecnología: Hacia una teoría interdisciplinaria de la cultura es una contribución fundamental a los actuales debates teóricos y metodológicos en torno a los estudios culturales y sobre medios. Los temas abordados van desde su estatus (y futuro) como disciplinas, hasta el significado mágico, ritual, sagrado que adoptan la tecnología y los medios de comunicación de nuestra época, definidos como la esfera de lo nuevo, lo brillante y lo simbólico. Asimismo, se analiza la relación de la tecnociencia con nuestra definición de la modernidad y se reflexiona acerca de las críticas planteadas por la teoría poscolonial a los modelos históricos occidentales o eurocéntricos hoy prevalecientes. Para profundizar en estas cuestiones, David Morley recurre a un amplio conjunto de disciplinas, desde la geografía cultural, la antropología y la etnología, hasta los estudios de diseño, la teoría literaria y la historia del arte, pasando por la teoría poscolonial y los estudios regionales. El resultado es una inédita perspectiva desoccidentalizada de los estudios culturales y sobre medios que desarticula la idea de que nosotros (occidentales) hemos llegado al fin de la Historia, ya sea como resultado de un destino ineluctable fundado en la superioridad del capitalismo de libre mercado con respecto a todas las demás formas de vida social, o como resultado del Deux ex Machina de las nuevas tecnologías basadas en la electricidad y la digitalización. Más que dicotomías o divisiones binarias convencionales, Morley nos muestra las numerosas coincidencias y continuidades entre Occidente y Oriente, entre el pasado tradicional (irracional) y la lógica de lo moderno, entre lo mágico y lo tecnológico.
El desarrollo de la Sociedad Global de la Información prefigura en nuestra época un nuevo escenario de transformaciones tecnológicas y sociales, cuyo alcance plantea dilemas éticos, económicos y políticos radicales, sobre los que los profesionales de la educación y la cultura deben diseñar nuevas herramientas de pensamiento e intervención social. La complejidad y velocidad de los cambios informativos han penetrado tan profundamente en las estructuras y formas de sociabilidad, que la naturalización de las formas dominantes de mediación simbólica se han revestido, sin embargo, de una forma y discurso tal que, bajo la apariencia de una falsa transparencia, parecen irreductibles a la crítica científica. Mientras tanto, el proceso de estructuración y organización de la comunicación y la cultura incide en las lógicas de dominación y desigualdad social características del modo de producción dominante. Este libro trata de aportar a este respecto una descripción rigurosa y detallada de los contornos y tendencias de la red global de la comunicación-mundo, así como de las contradicciones y la democracia, aportando los fundamentos teóricos necesarios para la actualización del pensamiento crítico y la acción pública democrática en comunicación, a partir de un diagnóstico de las posibilidades y límites de construcción de la sociedad informacional, desde el punto de vista de la construcción de un nuevo modelo social de la comunicación como cooperación productiva. Fernando Quirós es Profesor titular de Estructura de la Información Periodística en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Francisco Sierra es Profesor de Teoría de la Comunicación en la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla y ha publicado en esta misma editorial el libro Comunicación, educación y desarrollo. Apuntes para una historia de la comunicación educativa. Participan en este volumen junto a los coordinadores del mismo: Fernando Contreras Medina; César Ricardo Siqueira Bolaño; Delia Crovi Druetta; Ana Isabel Segovia; Guillermo Mastrini; Martín Becerra; Victor Marí Sáez; Tanius Karam.
Este libro es una invitación a caminar por ese laberinto que es el mundo y que está habitado por los Minotauros de los Medios de Comunicación.. En él la autora hace un estudio sobre los Medios de Comunicación en la actualidad, su postura ante los conflic
¿Cómo influyen el medio social, la edad, el género o la identidad en las relaciones con la cultura? ¿Cómo se entiende la recepción de los programas televisivos por parte de los distintos públicos? Los estilos de vida de los jóvenes ¿son formas de resistencia? Éstas son preguntas básicas que los estudios culturales decidieron introducir precozmente en el panorama intelectual de la Inglaterra de los años sesenta. Desde entonces, se ha producido un vívido debate sobre las relaciones entre cultura y sociedad que presta a los medios de comunicación de masas y a las clases populares la misma atención hasta el momento reservada a la cultura erudita. Y todo ello, al difuminar las fronteras entre disciplinas académicas, cuestiona los límites políticos de los asuntos culturales. Esta obra plantea una auténtica indagación sobre los orígenes y el desarrollo de esta corriente de investigación. Presenta sus principales textos, y analiza con minuciosidad tanto sus aportaciones como sus limitaciones. ¿De qué manera puede explicarse la fulgurante de los estudios culturales durante los años ochenta? ¿Qué pueden enseñarnos sobre el lugar que hoy en día ocupa la cultura, o sobre la circulación planetaria de los bienes culturales y de las investigaciones de que son objeto?