El desafío de esta obra es pensar la cibercultura. ¿Qué es la cibercultura? ¿Qué movimiento social y cultural se esconde tras este fenómeno técnico? ¿Podemos hablar de una nueva relación con el saber? ¿Qué cambios comporta la cibercultura en la educación y en la formación? ¿Cuáles son las nuevas formas artísticas ligadas a los ordenadores y a las redes? El urbanismo y la organización del territorio, ¿cómo se ven afectados por el desarrollo del ciberespacio? En una palabra, ¿cuáles son las implicaciones culturales de las nuevas tecnologías? Una obra clave para introducirnos en la cultura de la sociedad digital.
Un libro sobre los libros es un metalibro. Por eso, esto no es un libro. Ante las abrumadoras ofertas de programas de ordenador que supuestamente satisfacen todas las demandas de saber, Eliseo Verón ofrece en el presente estudio una apasionada defensa de la experiencia de la lectura. En la actualidad, la relación ?casual u obligatoria? de los lectores con los libros parece estar en crisis. Estamos asistiendo a una evolución que impone la imagen, mientras que la escritura y la lectura como parte de la comunicación social parecen estar en vías de extinción. Ante estos pronósticos, el autor analiza en primer lugar cómo se desarrolla en el presente la relación entre los libros, los lectores y ciertas instituciones especializadas, como las bibliotecas públicas, para poner en contacto a ambos y cuáles son sus estrategias. En segundo lugar, investiga las características discursivas de la oferta de los "libros de texto" destinados a la adquisición de conocimientos en el marco de aprendizaje escolar, donde están involucrados tres grupos de actores: los maestros, los padres y los alumnos. En esta "fenomenología del objeto libro" se reúnen todas las facetas de la experiencia de la lectura. Un libro es, ante todo, un lugar en el que se puede entrar y del que se puede salir. Se trata de un espacio de reenvíos y trayectos, de avances y retrocesos, hecho de un tejido de vectores indiciales. Desde el punto de vista de las condiciones de reconocimiento o de lectura, hasta el libro más tradicional tiene la estructura de un hipertexto y cualquier lector estudioso ha practicado desde siempre las operaciones hipertextuales: un libro lleva a otro y, por supuesto, una biblioteca es toda una arborescencia hipertextual. Al contrario de lo que anuncian los vendedores de tecnología multimedia, la gran "revolución" de la informática hipermoderna no es más que la continuidad de una práctica desde siempre presente en la lectura de libros. Al estudiar el proceso de recepción e individualización de los libros por medio de la lectura, el autor muestra cómo el tiempo del libro se articula con el tiempo del lector a lo largo de la vida. Precisamente las implicaciones espaciales y temporales de la lectura de libros se pierden en el uso del ordenador. Pero es más, si los textos producidos para ordenadores no se construyen a partir del pleno dominio de la lectura de libros, no podrán decirnos ya nada. Esta importante reconstrucción de las diferentes modalidades de la función del libro y de la lectura pone radicalmente en cuestión la superioridad de los medios electrónicos al servicio del aprendizaje y denuncia los engaños consumistas y el despilfarro en aras de una innovación que podría terminar con una de nuestras herramientas del conocimiento más valiosas.
El mito de la hembra débil y el macho fuerte forma parte del sexismo actual, y no es raro que aflore en tiempos de crisis. Cuando Estados Unidos sufrió los atentados del 11 de septiembre de 2001, los políticos y los medios organizaron un circo publicitario para negar la realidad y sustituirla por los ideologemas del viejo mito sexista, resucitando los prototipos del vaquero de película. La «viril respuesta americana» consistió en inventar cuentos sobre «la vuelta de las mujeres al hogar», producir películas de supermachos y organizar otra guerra contra Irak. Esta obra traza la genealogía de esa reacción al 11-S, poniendo al descubierto las tergiversaciones históricas en que se basa la fantasía de la omnipotencia americana. Desde las guerras de los tiempos coloniales y el extermi-nio de los indios hasta la guerra fría, cuando el enemigo nacional pasó a ser el comunista. Una importante contribución al conocimiento de las reacciones culturales y políticas al 11-S que sostiene que las arraigadas convicciones de los estadounidenses sobre la masculinidad, la feminidad y la santificación de la violencia han determinado su identidad» (Richard Slotkin).
Redes sociales, capital social, el papel de las ONG, la influencia social y cultural de la comunicación... todas estas nociones se articulan con el anàlisis del estado actual de los usos de la comunicación desde la sociedad civil y los movimientos sociales y desde el Tercer Sector. En este sentido se combina el debate conceptual con el casos prácticos recientes, com el del Prestige, que desvela los factores que tejieron las movilizaciones solidarias, o el de las notorias campañas de Benetton, sobre las que se cuestiona su celebrado multiculturalismo.
El libro aborda uno de los mbitos de la investigaci¢n en comunicaci¢n que m s desarrollo han tenido en los £ltimos tiempos: las pol¡ticas de comunicaci¢n. Entendidas estas como parte de las pol¡ticas publicas, la regulaci¢n de los medios de comunicaci¢n se ha convertido en un eje fundamental de la acci¢n de los gobiernos, por cuanto los medios de comunicaci¢n son considerados en la mayor¡a de los estados como gestores de un servicio p£blico. Es m s, como consecuencia de las privatizaciones y desregulaciones que se vienen sucediendo desde la dcada de los a¿os 80, el dise¿o de dichas pol¡ticas deviene m s relevante por a ocupaci¢n de las grandes corporaciones de parcelas antes reservadas al Estado. En esta obra se reflexiona sobre estas cuestiones en un contexto-el iberoamericano-en el cual se est n produciendo transformaciones pol¡ticas que afectan la configuraci¢n de las pol¡ticas de comunicaci¢n. Pero adem s, los autores han acertado plenamente al concentrar sus esfuerzos en tres t¢picos que marcan la agenda de los actores preocupados por estas cuestiones: la denominada brecha digital y la apropiaci¢n social de las nuevas tecnolog¡as. La regulaci¢n de los medios p£blicos audiovisuales. El desarrollo de los medios comunitarios, tan importantes en Latinoamrica. Todo ello precedido por un conjunto de cap¡tulos previos que, sin duda, ofrecen un marco te¢rico en el que encuadrar estos procesos.
La revolución de la información y el auge de la sociedad informatizada están reconstruyendo actualmente las estructuras del poder a escala global. A veces, por ejemplo, el correo electrónico no es tan privado como parece. Los empresarios pueden controlar cada uno de los movimientos de sus trabajadores a lo largo de toda la jornada. Los ministerios de Hacienda conocen todos los detalles de la economía personal y profesional de los ciudadanos. Códigos de barras y tarjetas de crédito, domiciliaciones y otros datos bancarios, incluso «tarjetas inteligentes» que transmiten el historial médico y criminal y métodos de seguridad capaces de leer el ADN, son sólo una pequeña muestra de esa gran cantidad de información privada que ya se mueve en los ámbitos corporativos. Datos que, a su vez, pueden ser combinados y utilizados para confeccionar perfiles individuales o de grupo potencialmente mucho más detallados que los informes que pudieran elaborar en el pasado las policías estatales y las agencias de seguridad. Los penalistas del siglo XIX teorizaron una cárcel ideal denominada Panópticon, un sistema de vigilancia completo y total. Pues bien, el libro que el lector tiene entre las manos es el análisis más minucioso realizado hasta el momento sobre hasta qué punto vivimos cada vez más en un Panópticon virtual.
En este volumen se reúnen ensayos escritos a lo largo de más de tres décadas. La primera parte incluye una investigación sobre los trastornos neuróticos como estrategias de comunicación y su manera de condicionar la capacidad de integración y aprendizaje social. Un estudio de las diferentes concepciones de ?código? y otros aspectos de la teoría del lenguaje completa esta sección. La segunda parte ofrece análisis del discurso lingüístico-gráfico, que precisan en muchos detalles metodológicos la diferencia, difícil y conflictiva, entre lingüística y análisis del discurso. Los estudios de la tercera parte se centran en la producción del discurso de los medios y van dibujando, a través de la teoría de la enunciación, el lugar de una teoría de la recepción, que en los últimos quince o veinte años se ha convertido en el foco principal de la investigación sobre los medios de comunicación. El interés por los procesos de la recepción implica un retorno a la cuestión de los actores. La reconstrucción de gramáticas de reconocimiento supone trabajar sobre la palabra individual, tema que remite al proyecto con el que se abre el volumen: las estrategias de comunicación en las neurosis. Ahora bien, tratar de articular los niveles microscópicos y macroscópicos del funcionamiento social no significa relacionar ?el individuo con la sociedad?. En todos los niveles hay configuraciones estratégicas que no pueden ser reducidas a la racionalidad instrumental de los actores. Esta conclusión es fundamental para quien se interesa en las estrategias identificables en los discursos mediáticos y, en particular, en los colectivos que ellas implican. La trayectoria de estos trabajos se mueve, pues, en forma de espiral, como lo indica la lógica de las redes: cuando el punto de partida es, en un momento posterior, punto de llegada, ya no es el mismo punto. El retorno no es nunca un regreso.
Un ensayo sobre los problemas de la ciencia en la sociedad actual. «Estudiar ciencias ya no seduce.» Este reciente titular de prensa es el eje de este penetrante ensayo dedicado al declive de la ciencia y la cultura científica en la sociedad occidental. Pese al importante papel que desempeñan la ciencia y la tecnología en el mundo que nos rodea, su prestigio se desvanece en todos los países occidentales, no sólo en el nuestro. Observador de la situación desde su doble condición de científico y periodista, Carlos Elías advierte que la principal causa de esta decadencia reside en la cultura mediática moderna, que constriñe y dificulta el desarrollo y el ejercicio de la ciencia. Así, al rehuir lo complicado y primar lo simple, el aumento del poder y la influencia de los medios de comunicación (cine, televisión, periodismo, etc.) van de la mano del menoscabo de la ciencia y la investigación científica, una situación que sólo podremos revertir si los científicos aprenden a controlar y utilizar los medios de comunicación para que no se vuelvan en su contra.