Tras las proclamas sobre la inmanencia de la textualidad, volvemos a una literatura con autor o, más específicamente, caracterizada por una dialéctica de construcción y afirmación del autor, que no ha existido siempre. De la noción clásica de autoridad a la autoría moderna se percibe una dinámica donde los textos literarios dan cuenta de las tensiones resultantes, al tiempo que se ven conformados por ellas. En la Edad Moderna se despliega una variedad de estrategias en torno a los textos, sustentados en esta dinámica y reflejos de la misma. Este volumen pretende dar cuenta de algunas de ellas, en una aportación colectiva a la cartografía de unos procesos determinantes de la literatura en nuestra consideración actual.
Esta obra ofrece un valioso conjunto de aportaciones sobre literatura española del Siglo de Oro en homenaje a Antonio Carreira. El primer volumen, Silva gongorina, reúne los estudios dedicados a Luis de Góngora, con catorce trabajos que analizan aspectos poco explorados de su vida (A. de Paz documenta su actuación como secretario del cabildo de la catedral de Córdoba; T. Dadson explora su amistad con el conde de Salinas, L. Dolfi su relación con el Greco), de su influencia en otros escritores (A. Madroñal lo hace con dos romances de don Luis en Calderón, y H. Alves, con el portugués Corte-Real), la impronta de los clásicos en su obra (J. Ponce y la presencia de Opiano), la lengua poética (R. Jammes, N. Ly, A. Lara), atribuciones (J. Montero), análisis de poemas o elementos concretos (G. Poggi, J. Matas, A. Sánchez Robayna) o la presencia de Góngora en la versión del Arte poética de Boileau de F. J. Alegre (M. L. Tenorio). Este segundo volumen de Hilaré tu memoria entre las gentes, cuyo título está extraído de un verso de Góngora, reúne dos apartados: Poesía áurea y Varia (con dieciséis y nueve trabajos, respectivamente). Colaboran filólogos de primera fila (como los desaparecidos A. Alatorre y F. Cerdan, u otros que ya se prodigan poco, como A. Blecua, F. Rico o M. Moner). El conjunto de sus aportaciones repasa algunos de las cuestiones más interesantes de la literatura áurea (aunque no solo de ella), con detención en Garcilaso, Paravicino, Fray Luis, Sor Juana o el inagotable Quijote. En resumen, un libro de variada erudición, en el que el lector encontrará muchos aspectos desconocidos de la mejor literatura española.
Durante los años sesenta y setenta aparece cierto interés en el fenómeno de las personas blancas que se comportan como indios o nativos, así como un nuevo entusiasmo por desafiar la tradición Cooperiana de cruzar las líneas del color en narraciones aparentemente no racistas. Este libro analiza cómo el «patio de recreo intelectual» proporciona biografías postcoloniales de «personajes tan escurridizos» como Sir William Johnson, Mary Jemison, May Dodd, y Archie Belaney/Grey Owl, o de otros ficticios como Jack Crabb y Jeremy Sadness. Los textos analizados aquí plantean cuestiones relacionadas con la construcción de la identidad, el parentesco ficticio y el etnicidad simbólica, las motivaciones y los impulsos que subyacen al comportamiento/juego de ser «otro», así como los procesos e implicaciones de la transculturación y de la epistemología de las relaciones de raza.
El diablo llegó a América protegido por el imaginario colectivo y el mito tradicional, pero los autores del discurso contra la magia y los propios colonizadores afirmaron que siempre había estado allí, fungiendo como señor de los naturales, proclamándose dios entre las supersticiones y las idolatrías. Así que fue necesario gestionar en la continuidad de los discursos que alertaban, aleccionaban y protegían contra un enemigo capaz de disfrazarse y adoptar formas rituales autóctonas; comenzó entonces una nueva etapa en la redacción de textos asimilados a la tradición del discurso demonológico. La atención se centró en la idolatría; el enfoque remozó su prejuicio diferenciador, y el formato recurrió al tratado, al informe, y la literatura. En el presente libro se analizan algunas muestras representativas de este proceso cultural acaecido en la época novohispana, pero detectable aún bajo las bases de nuestra idiosincrasia, a la luz de la teoría que Occidente había legado para comprender la presencia del mal y sus representantes en el mundo.
El mundo editorial ya cuenta entre sus publicaciones con excelentes catálogos de historias clínicas de destacados personajes, escritos por psiquiatras que han sabido mezclar su rigor profesional con su pasión por la escritura. Podría parecer que este libro, y siguiendo con discreción esa interesante estela, sólo pretendiera hablar de algunos locos representativos o trastornados relevantes, pero ellos no han sido más que la excusa para hablar de sus palabras, pues de sus sufrimientos ya se han encargado todas aquellas excelentes patografías que para realizar este volumen han sido para la autora una constante inspiración. De la locura, y las múltiples locuras, le interesan esas palabras que narran el particular viaje al infierno de la mano del delirio creativo de quienes las han padecido. Estas páginas intentan ser una breve crónica de los a veces confusos confines de ese infierno, protagonizada por escritores, personajes de ficción, algún pintor que también escribía e incluso una rompedora santa (Jane Bowles, Werther, Emma Bovary, Esther Greenwood, Virginia Woolf, Nicole Diver, Santa Teresa de Ávila, Santiago Rusiñol, Lester Farley, Argán, Waldo Lydecker, Los siete enanitos, y etcétera), y que tienen en común el habernos contado la imparable caída a ese lugar apartado, y para los demás incierto, desde la insobornable lucidez que siempre se agazapa en los oscuros rincones de la enajenación, y desde su amor desmedido por la vida, a pesar de aquel infierno y sus suplicios.
En estos artículos, Sylvia Molloy explora el cruce entre género y nación: las nuevas formas de ?ser en sociedad? y de ?ser en la nación? que entran en pugna a fines del siglo XIX y principios del siglo XX en América latina. El encuentro de José Martí con Oscar Wilde, vestido de terciopelo, en 1882 en Nueva York, la admiración de Teresa de la Parra por Colette, y muchas otras situaciones, escenas e imágenes que tienen como protagonistas, entre otros, a Rodó, Rubén Darío, Delmira Agustini, Amado Nervo o Augusto D?Halmar, son el punto de partida de estos textos. En ellos, Molloy devela cómo las economías del deseo marcaron ?las políticas culturales del modernismo?, al tiempo que intenta determinar las estrategias a las que se recurrió para nombrar y clasificar lo hasta entonces indecible, y en las que se cruzaban, a veces de manera disparatada, ideología, medicina, literatura y política.
Algú que va viure de la literatura i que va viure i viu dins de la literatura reflexiona sobre la literatura com una experiència. L'experiència de qui llegeix i de qui escriu. El poder de la paraula. Especula sobre el viatge de les paraules a les paraules escrites. La literatura i la llengua, les llengües. Com s'escriu ficció i qui l'escriu. Les reflexions d'allò viscut com a escriptor que busca configurar-se, existir en els lectors i en el seu temps. Antropologia d'escriptors. El cànon literari. La dialèctica entre creació i mercat, escriptors i política, estats. La fama, l'èxit i el fracàs. «Llegir és un acte creador particular i íntim. I, sobretot, és un acte. La música és l'embriaguesa i lliurar-se; la pintura és la contemplació; l'escultura és el tacte i l'admiració; el teatre, la dansa i el cinema són viure un somni que ens és donat..., però la literatura escrita demana una acció, l'acció d'una màquina lectora.» «Llegir és únicament per a gent que cerca un espai privat de llibertat.»