Conocer el nacimiento y la posterior evolución de la filosofía en el mundo heleno antes del advenimiento de Sócrates significa emprender un recorrido a veces intrincado pero siempre apasionante que se ve iluminado aquí con los amplios conocimientos históricos, filosóficos y filológicos de su autor, el prestigioso Olof Gigon. La admirable tarea exegética que Gigon desarrolla en esta obra nos permite disfrutar de una hilvanada evolución del pensamiento presocrático y contextualizar cada uno de los planteamientos filosóficos que se van sucediendo en la antigua Grecia.
Publio Ovidio Nasón (43 a. C.-17 d. C.) es uno de los más grandes poetas de la antigua Roma. Fabulador genial, versátil, irónico, erudito, jocoso, sensible, provocador..., son innumerables las facetas que muestra su inagotable obra. En este estudio, Vicente Cristóbal ofrece una panorámica general de la poesía de Ovidio, pero presta especial atención a las obras de tema amoroso de su primera etapa creadora. Colecciones como Amores o Arte de amar, que parten de los poetas romanos previos del género elegíaco, van más allá de sus modelos y ofrecen una perspectiva totalmente nueva al combinar la queja amorosa con la poesía didáctica, utilizando un tono lúdico que contrasta con la seriedad y sinceridad de sus predecesores. El profundo análisis de la obra ovidiana culminado por el profesor Cristóbal aborda no solo sus aspectos puramente literarios, como los contenidos, la estructura o el estilo poético, sino que además integra una completa contextualización histórica y presta una especial atención a la pervivencia de tales obras en la literatura posterior. «Ovidio, lo seguiré repitiendo una década tras otra, es uno de los enigmas más interesantes que existen». EZRA POUND
A partir de la trágica figura de Héctor, antagonista del poderoso Aquiles, James M. Redfield inicia un viaje literario, filológico y antropológico que se adentra en el universo de la Ilíada para transcenderlo y abarcar con una mirada global y penetrante toda la cu ltura homérica que rodea a la gran epopeya troyana. Para comprender a Héctor y a Homero hay que entender la estructura de la obra, sus temas, la lengua en que está cantada, la concepción de la tragedia y del héroe dentro de una sociedad que empezaba a florecer y, en definitiva, el sistema de ideas, creencias y valores del mundo griego en que se inscribe la Ilíada.
Literatura hispana prerromana presenta las primeras creaciones literarias de la antigua Hispania documentadas con una serie de novedosos estudios apoyados en una amplia bibliografía. El tema puede sorprender, pues aborda creaciones literarias que se documentan desde el Bronce Final hasta la Romanización. Esta literatura se basa en gran medida en narraciones orales e iconográficas de gentes que desconocían la escritura, pero que permiten reconstruir los personajes, temas y características de una literatura prácticamente desaparecida para siempre y de la que apenas se tenía idea de su existencia. La obra analiza en capítulos sucesivos la aparición de aedos en la Edad del Bronce, desde el II milenio a.C., que se pueden comparar a los de la Grecia homérica y la Irlanda céltica. Seguidamente, aborda la literatura hispano-fenicia, cuyo principal centro era Gadir (Cádiz), ciudad de gran importancia económica, religiosa y cultural, pues en ella estaba el Herákleion, uno de los más importantes santuarios del Mediterráneo. Este capítulo estudia también la figura casi desconocida de Lucio Cornelio Boco, importante literato de la Edad de Plata de la Literatura Latina, que transmitió al mundo clásico parte de los que sabemos de las creaciones literarias hispano-fenicias y tartesias. A éstas se dedica otro capítulo, que analiza las noticias de Estrabón sobre literatura turdetana, que comprendía anales históricos, poemas, probablemente épicos y líricos, y las primeras leyes conocidas. También se incluyen narraciones iconográficas, como las del monumento de Pozo Moro, que ilustran las concepciones mítico-literarias tartesias, muy influidas por las fenicias y que, a su vez, tuvieron una profunda huella en otras culturas hispanas prerromanas. También se dedica un capítulo a la desconocida literatura ibérica. En ella se analizan, a través de representaciones iconográficas y de paralelos en otras culturas, el ciclo épico del Héroe Fundador o del Primer Rey, ampliamente difundido en las culturas de la Antigüedad. Los últimos capítulos tratan las creaciones literarias de la Hispania Celta, cuyos restos han perdurado en narraciones populares, algunas recogidas en las Leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, y en conocidas obras de la Literatura Española, como las tradición celta de augurios con cuervos del Poema del Mío Cid, el rito celta de la triple muerte del Libro de Buen Amor y la tradición de los viajes fantásticos de los ímramma irlandeses que explican el Romance del Conde Arnaldos. Otro apartado dedicado a la literatura celto-galaica, analiza las narraciones sobre la Reina Lupa, el Bosque Ilicino y el Monte Sacro, estrechamente vinculadas a las leyendas sobre Santiago. La literatura bascona y celto-vasca constituye el último capítulo. Ofrece una novedosa valoración de los poemas celto-vascos que conformaron la ideología de los primeros reinos cristianos, como el Señorío de Vizcaya, tradición que confirma la celticidad de las tierras del País Vasco. En su conjunto, la Literatura hispana prerromana ofrece una visión general de las primeras tradiciones literarias hispanas, que reflejan muy diversas influencias mediterráneas, atlánticas y transpirenaicas, aunque con evidente personalidad y relaciones comunes. Esta literatura ayuda a comprender la riqueza cultural y la evolución de la Hispania prerromana, a la vez que constituye las más antiguas raíces de la Literatura Española, hasta ahora desconocidas.
¿Quién escribió el Cantar de mío Cid, La Celestina o el Lazarillo? ¿Cómo valoramos una obra literaria a partir de su autoría? ¿Cómo se enriquece la interpretación de los personajes y contextos? ¿Es mejor echar tierra sobre la firma de un narrador o intentar esclarecerla? Sin duda, identificar el autor permite captar la verdadera dimensión de una obra y el aluvión de investigaciones facilita la entera interpretación y valoración de cada texto literario. En el caso de la autoría del Lazarillo, entre tantos candidatos, sobresale la personalidad y dimensión literaria de Diego Hurtado de Mendoza, con su anverso humanista y bibliófilo, y su reverso político y vividor, «confesando yo no ser más santo que mis vecinos».
Este libro intenta analizar los mecanismos, las motivaciones y las consecuencias de la ocultación a la que se entrega un autor, que antes de que su estatuto fuera plenamente reconocido se sustraía más a menudo a las miradas de sus lectores en lugar de identificarse como instancia unívoca. Los once trabajos reunidos aquí desvelan como la autorialidad puede involucrar a distintos actores, difuminarse mediante el recurso al anonimato o al apócrifo, o escenificarse mediante un proceso de ficcionalización.
Cartografies de lànima: Identitat, memòria i escriptura presenta una reflexió sobre les formes denunciació en primera persona i els modes de representació del jo a la literatura medieval. Sinteressa en la manera com aquestes estratègies denunciació i representació possibiliten al jo, a través dun acte inaugural dautoconsciència, la seva construcció en subjecte, en un individu que raona sobre la seva identitat. Els procediments i els resultats poden ser diversos en funció de les tradicions literàries, de les convencions que imposen els gèneres o de lutillatge intel·lectual disponible en un lloc i un temps determinats. No obstant això, a través dels segles que transcorren entre Agustí dHipona i Erasme de Rotterdam, emergeix, safaiçona i simposa un jo que sobserva i sanalitza des de la veu interior de la seva consciència.
Aunando el carácter introductorio con el rigor científico esta obra estudia el desarrollo de la literatura religiosa, filosófica, artística y científica de la India a lo largo de tres mil años de historia, desde los Vedas (segunda mitad del II milenio a.C.) hasta el establecimiento del islam (hacia 1200 d.C.). La literatura india se caracteriza por tres peculiaridades fundamentales: su antigüedad, su continuidad y su extensión. A excepción de China, ningún otro país dispone de una tradición literaria con una duración ininterrumpida de más de tres milenios. Por su extensión, la literatura india antigua es, por sí sola, mayor que la literatura griega y romana juntas. Su variedad también resulta imponente. Abarca principalmente materias religiosas, pero también épica, dramática y lírica, poesía didáctica, una narrativa compuesta de fábulas, cuentos y novelas y, finalmente, una literatura filosófica, así como una literatura científica muy variada que incluye matemáticas, astronomía, medicina, arquitectura, gramática, etimología, métrica y otros campos.
La tensión entre la letra y la carta, es decir, esa compleja rivalidad entre el relato escrito y el diseño gráfico en la tradición de la geografía antigua, ha sido un tema predilecto en la actividad investigadora de Pietro Janni. Los 18 estudios que contiene este volumen, debidos a A. Podossinov, D. Marcotte, R. Nicolai, S. Bianchetti, F. J. Gómez Espelosín, L. Canfora, M. Albaladejo Vivero, F. Prontera, F. J. González Ponce, G. Cruz Andreotti, P. Moret, St. Belfiore, K. Geus, P. Counillon, J. Desanges, H.-J. Gehrke, R. Talbert y D. Dueck, abordan distintas facetas de la cuestión en una obra sinfónica que rinde tributo a la inspiración del profesor de Macerata.
Esta es la biografía más exhaustiva que se ha escrito hasta ahora sobre el emperador Adriano, una figura fundamental para entender el devenir político e histórico del Imperio romano. Anthony Birley logra un retrato personal e íntimo de un hombre odiado en el momento de su muerte y enormemente respetado con el paso del tiempo. «El carácter de Adriano era desconcertante y contradictorio: severo y jovial, afable y duro, impetuoso y dubitativo, mezquino y generoso, hipócrita y franco, cruel y compasivo, y siempre mudable en todo siendo una sola persona».
Cuando a sus 81 años, el viejo Jay Mendelsohn decide inscribirse en el seminario sobre La Odisea que imparte su hijo en la universidad, no se imaginaba la aventura emocional e intelectual en la que ambos estaban a punto de embarcarse. Para Jay, un científico jubilado que veía el mundo con los ojos de un rígido matemático, la vuelta a las aulas supuso su última oportunidad para conocer uno de los grandes clásicos de la literatura que siempre se le había resistido, pero, sobre todo, la última oportunidad para entender a su hijo, prestigioso escritor, amante de los clásicos y homosexual.
En este libro se editan los prólogos a las traducciones castellanas de textos latinos (clásicos, tardíos, medievales y renacentistas) realizadas durante el siglo xv. Todos ellos van precedidos de un estudio introductorio en el que se analizan aspectos relevantes de su relación con los originales latinos, la figura de su traductor, así como las diferentes características de dichos elementos paratextuales. A su vez, todos los textos van precedidos de información relativa a los testimonios manuscritos o impresos en los que están basados, y se señalan a pie de página, si ha lugar, las variantes o lecturas de otros estudiosos distintas de las que se proponen. Los prólogos a las traducciones romances de textos latinos realizadas en el siglo xv discuten cuestiones tanto de auctoritas como de poder (culturales, lingüísticas, sociales, políticas e intelectuales). Articulados en torno a un modelo cuyo principal objetivo es que la traducción sea bien recibida, entendida y apreciada como aportación válida en su propio contexto sociocultural, estos textos preliminares son de extraordinaria importancia y dotan de notable valor a las traducciones de los textos latinos, ya sean de la Antigüedad clásica y tardía, de la Edad Media o del incipiente Renacimiento.
«Este es un libro decisivo sobre un mito decisivo. Con Grial. Poética y mito, Victoria Cirlot traza un extraordinario mosaico, lleno de sugerencias, sobre el desarrollo y las implicaciones del símbolo quizá más enigmático que haya concebido la imaginación europea.» Rafael Argullol La escritura sobre el grial significó la construcción de un nuevo mito en la cultura europea. Es en la última obra de Chrétien de Troyes, El cuento del grial (1180), donde por vez primera aparece este término en torno al cual se concentró toda una historia: un castillo repentinamente aparecido en un valle, un rey enfermo, un joven que se maravilla ante unos objetos, entre ellos el grial, pero no pregunta nada acerca de ellos y de su posterior búsqueda. Entre otros motivos, el carácter inacabado del roman de Chrétien generó una escritura febril por parte de autores franceses y alemanes, en diálogo con esta obra, y siempre con la intención predominante de interpretar y comprender lo que habían heredado como un enigma. Durante medio siglo se sucedieron las obras que habrían de conformar una poética del grial: las cuatro Continuaciones, el José de Arimatea de Robert de Boron, Perlesvaus de autor anónimo, Parzival de Wolfram von Eschenbach, La búsqueda del Santo Grial de autor también anónimo dentro del gran ciclo del Lancelot en prosa. La imaginación sobre el grial también se reflejó en la pintura, tal y como muestran las extraordinarias miniaturas que ilustraron los manuscritos en los que se siguieron copiando las obras literarias desde el siglo XIII al XV. El acontecimiento histórico de las Cruzadas proporcionó el ambiente y la atmósfera para esta poética del grial y es posible que fuera la pérdida de Jerusalén y con ella la del Santo Sepulcro, la que activara este gran esfuerzo constructor del imaginario griálico que ha perdurado hasta nuestros días.
Cuando a los 50 años Menéndez Pidal pronunció en 1919 su famoso discurso ante el Ateneo de Madrid, "La primitiva poesía lírica española", tenía ya en su haber una serie de grandes obras, base y punto de partida de innumerables estudios filológicos sobre la España medieval.
Maestre Pedro declara que se ha esforzado por «estudiar con grand femencia en muchos libros» y ayuntar «razones e abtoridades de santos e de sabios» para confeccionar el Libro del consejo e de los consejeros, colección de sentencias (y algunos exempla) sobre el consejo y los vicios y las virtudes que pueden promover o viciar el consejo. Un tratado dirigido a la formación moral del gobernante, por tanto un espejo de príncipes, que a la vez se concibe para un público más amplio. La identidad del Maestre Pedro está todavía sin resolver, pero su Libro demuestra su rica cultura latina, aunque muchas veces mediatizada por florilegios. A pesar de sus conocimientos bíblicos (lo que no excluye su condición de laico), como demuestra su uso de la Historia scholastica de Petrus Comestor, Maestre Pedro también toma muchas de sus citas bíblicas de obras de referencia. Una de las aportaciones de la presente edición es la identificación de muchas de sus fuentes amén del Liber consolationis et consilii: entre las fuentes latinas se cuentan la Alexandreis, el Florilegium Gallicum, el Communiloquium de Juan de Gales, y otra obra de Albertano, el Liber de doctrina loquendi et tacendi. Entre sus fuentes en lengua vulgar se cuentan los Bocados de oro (traducidos del árabe), las Flores de filosofía y la Vida de Segundo (en la versión alfonsí).