El propósito de José García Abad, director de la revista "El Siglo", al escribir este libro ha sido muy sencillo: tomar el pulso a la Corona veinticinco años después de que la Constitución Española estableciera la monarquía parlamentaria como forma de Estado, y hacerlo «sin ningún tipo de autocensura ni encubrimiento, como corresponde a la madurez ciudadana y la buena salud de las instituciones». Para lograr este objetivo, el autor de "La soledad del Rey" ha abordado la investigación no sólo desde las premisas del periodista documentado, sino también del historiador cuidadoso y del entrevistador agudo. Analiza con rigor, sin omitir ningún aspecto fundamental, la figura del actual Monarca: las relaciones de don Juan Carlos con su «guardián, Sabino Fernández Campo; los impagables servicios prestados a España; el papel desempeñado ante vascos y catalanes para alcanzar un pacto; su popularidad y a veces excesiva humanidad; la controvertida amistad con Manuel Prado y Colón de Carvajal; la falta de sintonización con el presidente Aznar; los consejos personales y «profesionales» a su hijo y heredero Felipe de Borbón; el modo de vida de las Infantas y sus maridos; el círculo de amigos que los rodea Una serie de entrevistas a destacados representantes de la política nacional, el mundo económico o la Universidad, como Gregorio Peces-Barba, Javier Pérez Royo, Pascual Maragall o Joaquín Bardavío, completan este ensayo. Todos ellos han ayudado a esclarecer la siguiente cuestión: «¿Está la monarquía definitivamente consolidada?» Una obra que invita a reflexionar con serenidad acerca del largo recorrido que aún tiene por delante el reino de Juan Carlos I, así como sobre la sucesión y del futuro de la Corona. ACOGIDA DEL LIBRO "Revela aspectos tan interesantes como el código de señales que emplea el Rey para hacerse entender, la relación mantenida con cada uno de los cuatro presidentes de gobierno de la democracia y, sobre todo, lo central, que tiene que ver tanto con la propia concepción de este libro como con la percepción pública de la institución: el tratamiento que han de dar los medios a la Casa Real". Rogelio López Blanco, "El Cultural". "La premisa del autor es que la monarquía española está consolidada, aunque sólo por el momento. Y convencido de que la crítica es el mejor estímulo para su perfeccionamiento, no duda en sacudirle algún ligero rapapolvo". Patricia Álvarez, "Faro de Vigo". "Ha tenido la valentía de contar lo que muchos piensan y pocos se atreven a escribir sobre el estado actual de nuestra monarquía". "Arte de vivir". "Una obra amena, con mucha información y preguntas pertinentes sobre el Rey y su familia". "Clío".
En 2006 se conmemora el 70.º aniversario del año más crucial, sin duda, del siglo xx español. En 1936, el año más crucial, sin duda, del siglo xx español, se concitaron y chocaron fuerzas políticas que desde principios de ese siglo y aun antes venían cond
Vivimos en una época de incertidumbre. En sociedades anteriores a la nuestra, los seres humanos han vivido con un futuro tal vez más sombrío, pero la estabilidad de sus condiciones vitales -por muy negativas que fueran- les permitía pensar que el porvenir no les iba a deparar demasiadas sorpresas. Podían pasar hambre y sufrir la opresión, pero no estaban perplejos. La perplejidad es una situación propia de sociedades en las que el horizonte de lo posible se ha abierto tanto que nuestros cálculos acerca del futuro son especialmente inciertos. El siglo xxi se estrenó con la convulsión de la crisis económica, que produjo oleadas de indignación pero no ocasionó una especial perplejidad; contribuyó incluso a reafirmar nuestras principales orientaciones: quiénes eran los malvados y quiénes éramos los buenos, por ejemplo. El mundo se volvió a categorizar con nitidez entre perdedores y ganadores, entre la gente y la casta, entre quién manda y quién padece a los que mandan, al tiempo que las responsabilidades eran asignadas con relativa seguridad. Pero el actual paisaje político se ha llenado de una decepción generalizada que ya no se refiere a algo concreto sino a una situación en general. Y ya sabemos que cuando el malestar se vuelve difuso provoca perplejidad. Nos irrita un estado de cosas que no puede contar con nuestra aprobación, pero todavía más no saber cómo identificar ese malestar, a quién hacerle culpable de ello y a quién confiar el cambio de dicha situación. Con este libro Daniel Innerarity continúa de alguna manera las reflexiones que hizo en La política en tiempos de indignación (Galaxia Gutenberg, 2015). Son reflexiones al hilo de los acontecimientos que vivimos y que nos han llevado de la indignación a la perplejidad, sin que por cierto deje de haber motivos para abandonar aquella.
Entre los textos inéditos dejados por Guillermo Cabrera Infante al morir, está Mapa dibujado por un espía. Se trata de una autobiografía novelada en la que el autor narra su retorno a Cuba unos años después de la Revolución para asistir al entierro de su madre. El libro gira al entorno de una Cuba redescubierta donde la revolución ha ido empobreciendo a la población y atemorizándola ante la represión política. El encarcelamiento de los homosexuales, el silenciamiento de los escritores críticos, el cierre de empresas y negocios particulares son muestra del deterioro de un país y una sociedad que tantos sueños había alimentado. La mirada lúcida y descarnada de Cabrera Infante pasa revista a una realidad que muchos en aquellos años y todavía décadas después se obstinaron en ignorar.
El presente libro lleva a cabo una doble travesía. En primer lugar, por los principales argumentos sobre los que se ha venido apoyando el independentismo catalán en los últimos años, mostrando las inconsistencias, falacias y contradicciones en las que con mucha frecuencia ha incurrido su discurso. Pero, al mismo tiempo, el análisis crítico del argumentario independentista le permite al autor elaborar, al trasluz del debate de ideas, una crónica de la deriva que ha seguido esa otra travesía llamada procés y que algunos, probablemente en un exceso de celo, se han empeñado en calificar como utópica.
La presente obra analiza, desde el punto de vista teórico y práctico, la problemática que presenta la comunicación de los gobiernos de coalición. No en vano, el fenómeno coalicional ha ido adquiriendo un interés creciente, especialmente tras los cambios experimentados por el sistema de partidos y la irrupción de gobiernos de signo plural. En este contexto, cobran relieve las pautas de funcionamiento interno acordadas y, en especial, la comunicación política. Sin duda, los partidos coaligados deben priorizar la elaboración de planes que permitan relacionar el gobierno con la sociedad, y asegurar una buena sintonía entre la emisión y recepción de los mensajes por parte de las bases electorales. De ahí que la profesionalizaciónestratégica de las estructuras comunicativas de los ejecutivos o un buen manejo de las nuevas tecnologías coadyuve a que estos gobiernos sean más creíbles, duraderos y gocen de mayor reputación.
Los datos de este volumen, conjuntamente con los de los otros dos anteriores, señalan a la impostura -una categoría de la posverdad- como pieza explicativa central del llamado 'proceso', que habría de conducir a la independencia de Cataluña, cuyo efecto se refuerza con la impunidad -no exclusiva de Cataluña- y el desistimiento, la inhibición de la sociedad. Quedan así al descubierto las aristas oscuras del modelo social del catalanismo orgánico, que bascula desde el 'oasis' a la 'Tangentopoli', en un transcurso que tiene su origen muy lejos, en el famoso asunto de Banca Catalana, rompiéndose definitivamente cualquier equilibrio cuando el tripartito emprende la reforma del Estatut, aflora descarnadamente con el saqueo del Palau y estalla con los recortes imputados a la crisis, con un detonador eficaz: el editorial conjunto de la prensa catalana. La transformación del paisaje refleja la desnaturalización ideológica de la mayor parte de la izquierda, que ha terminado asumiendo el marco discursivo del nacionalismo con su postulado estrella: el 'derecho a decidir'.
Israel es una democracia de corte occidental que descansa en una clara separación de poderes y un Parlamento del que procede el primer ministro; pero sus instituciones, el sistema electoral imperante y los partidos generan un juego político que refleja solo una parte de la realidad del país. Lo que marca su carácter distintivo son la inmigración, su definición como Estado judío y la existencia de una importante minoría de origen palestino, elementos que han derivado en una extrema división de su sociedad y que tienen un constante reflejo en su política. Como consecuencia, algunos factores propios del juego político israelí han tenido un papel decisivo en la evolución del proceso de paz con los palestinos, y han contribuido a su fracaso. Al establecer los Acuerdos de Oslo una negociación por etapas, su evolución estuvo condicionada por acontecimientos externos y la voluntad de los máximos dirigentes de ambos lados, que en el caso israelí cambiaba tras cada elección. Natalia Pérez Velasco es doctora por la Universidad Autónoma de Madrid, donde se especializó en Estudios Internacionales Mediterráneos. Allí leyó su tesis El sistema político de Israel y su impacto en el proceso de paz con los palestinos, que está en el origen de este libro. Es investigadora asociada en el Observatorio Político y Electoral del Mundo Árabe y Musulmán (OPEMAM); su principal línea de trabajo es la política israelí y, en concreto, sus procesos electorales. Periodista de formación, trabajó durante once años en el equipo de edición de CNN+ y, en la actualidad, es profesora asociada en Comunicación Audiovisual en la Universidad San Pablo CEU.