El mundo se está convirtiendo en un lugar peligroso para Occidente. Varios regímenes son los enemigos más visibles de las democracias occidentales. Son los países del llamado Eje del Mal, contra los que EE.UU. se dispone a luchar. En defensa de la libertad, los neoconservadores elaboraron un plan para derrotarlos. Para que por todos fuera conocido, las estrategias que Bush está siguiendo fi elmente se publicaron en EE.UU. bajo el título Peligros Presentes, una obra que es considerada como la Biblia para los neocons. La presente obra recoge las actuaciones diseñadas para la estrategia exterior militar norteamericana. Tras su lectura, comprenderá la lógica de los principales acontecimientos internacionales y anticipará los próximos confl ictos globales. Irak, Irán y Corea del Norte son los países que engrosaron la primera nómina del Eje del Mal. ¿Qué solución se espera dar a cada uno por parte de la política exterior del Presidente George W. Bush? ¿Es la Doctrina Bush (y también Blair) una restauración o una remoción de los viejos esquemas de la Guerra Fría? ¿Percibe el común de la ciudadanía la diferencia entre Pax Americana y Pax Democratica o sabe qué es el Realismo Democrático? ¿Conoce cuáles son las fuentes de las que se nutre el pensamiento neoconservador? ¿Qué papel juega la Unión Europea en la arquitectónica neoconservadora norteamericana? ¿Ampara subrepticiamente Naciones Unidas al terrorismo internacional? En definitiva, ¿qué es el Eje del Mal? Si quiere acercarse a una de las concepciones fundamentales de la Filosofía Política de nuestro tiempo, encontrará en este libro la clave a todas sus preguntas y, asimismo, la causa de otras muchas.
Este libro nos permite explicar el desarrollo de los Estados Unidos durante más de sus tres siglos de existencia como república libre y soberana. Incluye las ideas de grandes pensadores como Benjamin Franklin, Tom Paine, Thomas Jefferson, Henry Adams, Edgar Allan Poe, Margaret Fuller, Abraham Lincoln, Henry James, William James, John Dewey y Thorstein Veblen.
María Inés Tato explora, con rigor y erudición, el itinerario de sus ideas y de sus posiciones políticas, desde su adhesión entusiasta al reformismo saenzpeñista hasta su decepción irrevocable frente al sistema que había propiciado. La consolidación política del radicalismo y el fracaso de las agrupaciones liberalconservadoras que debían competir con él lo llevaron a participar en la conspiración que derrocó a Yrigoyen, y a sostener luego al régimen militar en sus erráticos intentos de transformación del escenario político.
En Moscú de la revolución, publicado por primera vez en 1990, Manuel Vázquez Montalbán contempla, apasionado y esperanzado, el proceso abierto en Moscú con la llegada de la perestroika y la glasnost, que para el autor podían ser el punto de partida en la reconstrucción de la ciudad soñada por la Revolución de 1917 y, sobre todo, su espíritu de cambio político, social y artístico, que los decretos de unificación del estalinismo truncaron en la década de 1930. Vázquez Montalbán regresa aquí a su Moscú amado, donde cada adoquín le recuerda los gloriosos tiempos en que los diputados pronunciaban discursos en verso, las nuevas revistas generadoras de opinión inundaban los quioscos y artistas como Blok, Ajmátova, Pasternak, Rodchenko, Malevich o Eisenstein buscaban un lenguaje nuevo bajo la consigna de Maiakovski: «abajo vuestro amar, abajo vuestro arte, abajo vuestro régimen, abajo vuestra religión». «Quise escribir el balance de una ciudad-imaginaria, referencia obligada de una finalidad histórica marcada por la lucha de clases a nivel internacional.» MANUEL VÁZQUEZ MONTALBÁN
Como continuación de El pensamiento territorial de la Segunda República española, y salvando el orden cronológico natural, Daniel Guerra Sesma sigue indagando en el debate histórico sobre la cuestión territorial en nuestro país. En este caso, arrancando del proceso constituyente de la nación española en Cádiz, para centrarse luego en los debates constituyentes de 1869 y 1873, en los que se presentó la propuesta federal a cargo, sobre todo, de Francisco Pi y Margall. Del análisis de este período, y de los protagonistas que enfrentan aquí sus diversas ideas sobre el debate territorial, pueden extraerse ya algunas conclusiones que se mantendrán a lo largo del siglo XIX: la permanente dicotomía en España entre las variables de unidad y pluralidad, sin que una anule a la otra, y la decisión del constituyente de 1812 de apostar políticamente por la demarcación provincial, soslayando a estos efectos una realidad regional no siempre bien asimilada por las élites gobernantes, lo que condicionará el devenir de la apuesta federal. Así, el debate histórico estará trufado de términos que, sin ser necesariamente contrarios, sí han sido contrapuestos por los diversos actores que han intervenido en él. Nación, región, provincia y municipio han aparecido más como fórmulas partidarias de uno u otro sector que como niveles político-administrativos que podían complementarse para la formación racional de un nuevo Estado. La apuesta por la estructura básica en la región o la provincia, y la dialéctica entre la unidad nacional y la variedad regional como realidades aparentemente excluyentes, ha deformado un debate que tendría que haber sido más moderado. La falta de resolución de una planta definitiva del Estado ha tenido como consecuencia dejar abierta la cuestión en los sucesivos procesos constituyentes, lo que ha llegado hasta nuestros días.
Georges Bataille (1897-1962) ejerció de bibliotecario en la Biblioteca Nacional de París y en la municipal de Orléans. Mantuvo tormentosas relaciones con los movimientos políticos, literarios y filosóficos de su tiempo: el comunismo, el surrealismo y el existencialismo. Heidegger lo consideró la mejor cabeza pensante francesa. En él confluyen ideas procedentes de Hegel, Marx, Nietzsche, Weber, Durkheim, Mauss y Freud. Junto con Leiris y Caillois, creó en 1937 el Colegio de Sociología Sagrada. En 1946, fundó la revista Critique. Publicó poemas, relatos, meditaciones y artículos de crítica literaria, así como importantes ensayos filosóficos. Su obra ha ejercido una gran influencia en el pensamiento francés contemporáneo (Foucault, Derrida, Baudrillard, etc.). Los fragmentos recogidos en este volumen forman parte de un ensayo inédito, La soberanía, al que Bataille pensó titular Nietzsche y el comunismo, y que había de aparecer como tercer libro de su más ambiciosa obra: La parte maldita. En estos fragmentos, Bataille expone su pretensión esencial: hacer compatibles las propuestas de Nietzsche y las de Marx.