Ir al contenidoEstrategias y políticas educativas
Innovación y equidad educativa son dos demandas simultáneas e inseparables para satisfacer las nuevas funciones que se esperan de la escuela moderna del nuevo milenio. Sin un cambio innovador y disruptivo de la matriz escolar tradicional no aumentará la equidad del sistema. Y sin mayor equidad en los resultados, el sistema no será ni justo ni excelente. Si hemos conseguido cuotas de equidad e innovación interna ha sido a pesar de la inercia del sistema y de su matriz burocrática, enciclopédica y selectiva, pensada para una sociedad que ha dejado de existir. Ha llegado la hora del profesorado y de una nueva profesionalidad docente capaz de redefinir el qué, el cómo y el porqué educan nuestras escuelas. El libro se organiza en tres grandes capítulos. El primero analiza el contexto más general de la gobernanza y los cambios sociales que afectan a la educabilidad. El segundo capítulo se centra en clarificar y contextualizar de qué innovación educativa estamos hablando en pleno siglo xxi. El tercer capítulo presenta y formula nuevas propuestas de equidad escolar que inciden tanto en los factores internos de las escuelas como en los factores externos de la sociedad.
Esta peculiar obra se ha generado durante más de cincuenta años, experimentando y aplicando en la práctica las estrategias y los principios pedagógicos de los grandes pedagogos de la Escuela Activa, la Escuela Nueva. Se centra en el aprendizaje del alumnado, en la creatividad, la experimentación y la investigación, en la atención a la diversidad y la Educación Inclusiva, sea cual sea la edad y la situación personal, familiar, escolar y laboral. Considera a la familia el agente por antonomasia de la educación; a la escuela y al profesorado los agentes que apoyan, desarrollan y completan la formación integral de cada persona. A lo largo del tiempo, ha creado el Modelo Educativo-Sistémico SAF, Sistema Abierto y Flexible. Integra todos los aspectos positivos de modelos anteriores. Su objetivo es el cambio disruptivo del sistema escolar, ya que considera que la escuela tradicional no tiene mejora posible. Promueve la profesionalización del profesorado, de cuya actuación depende la prevención del abandono y del fracaso escolar, y la apertura de la escuela a la familia y al mundo. El SAF aporta, de manera integrada y sistémica, estrategias de organización, trabajo en equipo cooperativo del profesorado y del alumnado, creación de la biblioteca de aula, eliminando el libro de texto, y un nuevo sistema de programación-evaluación lógica, pedagógica, progresiva, acumulativa y ponderada, distribuida en unidades de trabajo, con presentación horizontal en plantillas específicas creadas para este fin, con el uso instrumental de las TICs actuales y futuras. Nadie suspende o reprueba en el proceso; se certifican los éxitos con un 70% y no se penalizan los fracasos.