Este libro pretende analizar la política educativa emprendida por la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía en relación con la Cultura Andaluza. Intenta descubrir el lugar que ocupa en nuestro sistema educativo el estudio de las señas de identidad de nuestro pueblo después de que hayan pasado quince años desde que se asumieran las primeras competencias en educación.
Dirigida a cuantos se interesan e intervienen en los procesos de enseñanza, la autora expone tanto las aportaciones teóricas como los logros obtenidos en el tratamiento de la heterogeneidad cultural por parte de la escuela, a través de las experiencias realizadas, principalmente en Francia, pero también en otros países occidentales donde asimismo la inmigración incide fuertemente en la resolución de los problemas que aquellos procesos requieren.