Un extenso recorrido por la pintura, la fotografía y otras manifestaciones artísticas que se han valido del cuerpo para transmitir el miedo, el horror, el erotismo o los placeres de la carne. De la mirada del polifacético Klossovski, al trazo de Crumb o Jose Guadalupe Posada, pasando por el impactante David Nebreda, Roland Topor, o el mundo de los Freaks de Tod Browning. Una panorámica de los múltiples artistas que han usado el cuerpo humano como soporte y medio artístico.
En 1847, William Stirling Maxwell (1818-1878) publicó en Londres los tres volúmenes de sus The Annals of the Artists of Spain, a los que añadió un cuarto, en una edición limitada y no venal de 50 ejemplares, que contenía ilustraciones realizadas con una técnica absolutamente nueva y experimental: el talbotipo. Esta publicación presenta, por una parte, una reconstrucción «ideal» de esas reproducciones en una edición facsimilar de dicho volumen, pues con el tiempo se han deteriorado en todos los ejemplares conocidos por la acción del aire y la luz; por otra, un tomo a cargo de los dos grandes especialistas responsables de este proyecto, con exhaustivos estudios tanto de la técnica como del contexto histórico-artístico en el que se concibieron esos talbotipos, junto al catálogo razonado de cada uno de ellos.
«Como el agua que busca la grieta para escapar, el erotismo ha encontrado cualquier excusa para propagarse a través del imaginario visual que es la pintura. Cuanto más lo prohibieron, cuanto más estrecho y limitado fue el corsé de la iconografía, tanto mitológica como cristiana, y cuanto más se impuso el decoro del catolicismo fundamentalista, más encontró el pintor la manera de dar salida a sus fantasías.» Falsas sirenas son es una guía secreta del erotismo en la pintura Occidental desde el Renacimiento hasta nuestros días: la guía privada y caprichosa del voyeur que nos invita a mirarla a través de la bocallave de la puerta, descubriéndonos la hermosa nuca de la Venus que pintó Velázquez después de poseerla en una tarde romana, la mirada recelosa de la niñera del hijo de Rembrandt que posa atemorizada ante su patrono o la prostituta que asoma tras el disfraz aristocrático de la imponente santa Catalina de Caravaggio. Es en este territorio de lo vislumbrado donde descubrimos que la llama que ha prendido en muchas de las imágenes icónicas de nuestro arte surge de la pulsión de Eros y que las falsas sirenas que las protagonizan siguen igual de vivas en nuestro imaginario que hace doscientos o dos mil años, sean la representación de la mujer como ser fatal o el recuerdo de un amor extinto.
La obra Recóndita armonía. Lectura hermética de la fachada de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca, del arquitecto Pablo de Andrés Bravo, es una visión sobre los conceptos ocultos en las labras creados por los inmensos conocimientos literarios y filosóficos de los humanistas y la capacidad de los maestros canteros que los representaron iconológicamente. La pretensión del autor no es aclarar todos los conceptos allí plasmados sino ofrecer al lector una lectura de la piedra como soporte de la memoria, como narración de la época en que se proyectó la fachada, de extrema gravedad en la vida de la Iglesia. Esos años coincidieron con un estado de agitación generalizada por el inicio de la Reforma, la revuelta de las Comunidades y la proliferación de milenaristas e iluminados. La élite de los humanistas salmantinos, influidos por el platonismo hermético y cabalístico procedente de Florencia, empeñados en la lucha contra la barbarie eclesiástica, introdujeron un programa de regeneración, basado en la vuelta a los ideales de la Antigüedad, que quedó reflejado en las labras. Recóndita armonía propone un recorrido revelador por el ecléctico conjunto, donde se hace visible el interregno de libertad que hizo posible su concepción y realización.
«El dimecres 5 de setembre de 1934, Pablo Picasso va visitar el Museu dArt de Catalunya a Montjuïc, abans de la inauguració oficial. És una de les darreres coses que va fer abans dabandonar el nostre país per no tornar-hi mai més. Picasso va arribar amb el cabell mig despentinat, colrat de cara i amb aquella expressió tan característica. Lesperaven Joaquim Folch i Torres, aleshores director, amb una comitiva del Museu i alguns periodistes. Folch i Torres li feia de cicerone, però Picasso no escoltava gaire: no linteressava el flamant edifici, sinó el contingut. La figura massissa del mestre malagueny passava ràpidament per les sales del nou Museu, afamat per veure les pintures murals, i quan arribà davant les de lesglésia de Sant Climent de Taüll, lobra mestra del Museu, mentre el director li explicava com els frescos havien estat traslladats des del seu emplaçament original mitjançant la tècnica italiana del strappo, Picasso va concloure: Esto es lo mío.» Artur Ramon
«El miércoles 5 de septiembre de 1934, Pablo Picasso visitó el Museu dArt de Catalunya en Montjuïc, antes de su inauguración oficial. Es una de las últimas cosas que hizo antes de abandonar nuestro país para no volver nunca más. Picasso llegó con el cabello medio despeinado, la cara sofocada y aquella expresión suya tan característica. Le esperaba Joaquim Folch i Torres, el entonces director, junto con una comitiva del Museo y algunos periodistas. Folch i Torres le hacía de cicerone, pero Picasso apenas escuchaba: no le interesaba el flamante edificio, sino su contenido. La figura maciza del maestro malagueño pasaba rápidamente por las salas del nuevo Museo, ansioso por ver las pinturas murales, y al llegar frente a las de la iglesia de San Clemente de Taüll, la obra maestra del Museo, mientras el director le explicaba la técnica mediante la cual los frescos habían sido trasladados desde su emplazamiento original, Picasso concluyó: Esto es lo mío.» Artur Ramon
En nuestra cultura, las imágenes de lo femenino son parte de un proceso de creación de la identidad. Una serie de factores determinan este proceso, siempre paralelo a la evolución del papel de la mujer en la sociedad. Nuevos contextos y posibilidades emergen, pero la mayoría de los problemas presentes en el siglo XIX continuaran durante la mayor parte de los siguientes dos siglos. Los discursos y representaciones patriarcales todavía están presentes hoy en día, aunque muchas artistas están subvirtiendo el discurso patriarcal en diversos contextos y a través de diferentes medios de expresión. Las contribuciones del presente libro exploran, desde diversas perspectivas, diferentes aspectos y mementos de la representación de la mujer en el arte occidental, desde la Modernidad hasta el presente, con el objetivo de comprender mejor las imágenes que dan forma a nuestra visión del mundo.