Espiritualidad y experiencia religiosa



JESÚS, MAESTRO INTERIOR. 2 PRIMEROS PASOS . LECTURA ORANTE DEL EVANGELIO (PAGOLA ELORZA, JOSÉ ANTONIO)
La lectura orante del Evangelio, para ser fructífera, debe seguir una serie de pasos. En primer lugar, hay que partir de despertar en nosotros la actitud de búsqueda, imprescindible para un encuentro. Después, acoger el Espíritu de Jesus, que es quien nos irá dando forma. Más tarde, escuchar en nuestro interior a Jesús como maestro, para escuchar palabras de vida. Y finalmente, abrirnos al misterio de Dios en lo secreto del corazón, para que tome posesión de él.

JESÚS, MAESTRO INTERIOR. 1 INTRODUCCIÓN . LECTURA ORANTE DEL EVANGELIO (PAGOLA ELORZA, JOSÉ ANTONIO)
Esta obra quiere contribuir a recuperar a Jesús como «Maestro interior». Para ello se marca como propósito promover dos objetivos concretos, que se enriquecen y complementan mutuamente: la renovación interior del cristianismo, tal como es vivido de ordinario en nuestros días, y la necesidad de reavivar en estos momentos la verdadera espiritualidad de Jesús. Una espiritualidad que ha de nutrirse de una relación personal con Dios vivido como Padre-Madre basada en una confianza absoluta y abierta a un proyecto humanizador.

AMADA INDIGENCIA (ZUBIAURRE ARRIETA, JAVIER)
"Pido a Dios Padre me conceda la Gracia de que estas poesías sobre Su Amor a lo pobre, a lo indigente, toquen tu pobreza, tu necesidad, tu debilidad y carencia. Eres hijo, eres hija del Amor. Eres amado, eres amada. Esa es tu verdad más profunda. La Luz se haga en ti y veas. Amén" (Javier Zubiaurre).

O SEXTO SENTIDO (DE AHUMADA BATLLE, LAIA)
Para além dos cinco sentidos, devo ter outro que não se vê nem se sente, não tem cheiro nem sabor e que também não se pode tocar: o sexto sentido! É aquele que me faz ver o que não se vê à primeira vista. É aquele que me ajuda a sentir com todo o corpo o que tem lugar dentro de mim.

LAS PASIONES QUE NOS DOMINAN. PADRES DEL ORIENTE CRISTIANO Y ENEAGRAMA (GARCÍA HERNÁNDEZ, MANUEL)
Desde las últimas décadas del siglo pasado se va divulgando en nuestra cultura un método de autoconocimiento llamado Eneagrama, que comprende nueve patrones psicológicos y espirituales básicos, uno de los cuales nos identifica. El Eneagrama actual integra una sabiduría milenaria con los conocimientos de la Psicología moderna. En su desarrollo histórico, este sistema se encontró con el cristianismo en el siglo IV, influyendo notablemente en la espiritualidad de los Padres del desierto. Con estos monjes se inició la tradición espiritual del Oriente cristiano, vivida en clave terapéutica y holística, y recogida en una antología de textos conocida como la Filocalia. Uno de los primeros Padres, Evagrio Póntico (345-399), elaboró la lista de las ocho pasiones que dominan al hombre haciéndolo enfermar; la tradición filocálica añadió el Temor patológico. Son las mismas pasiones que reconoce el Eneagrama. La temática del presente libro se centra en el diagnóstico de estas nueve Pasiones capitales desde las aportaciones antropológicas y psico-espirituales de los Padres y del Eneagrama, incluyendo la terapia para recuperar la salud integral. Todo ello resonará en el hombre actual que busca dar sentido a su vida. Manuel García Hernández (Granada, 1950) es doctor en Ciencias Geológicas por la Universidad de Granada, de la que fue profesor. Estudió en la Facultad de Teología de Granada, ordenándose sacerdote diocesano en 1991. Párroco de dos pueblos granadinos, dedica gran parte de su labor a la integración Psicología-Espiritualidad, acompañando procesos y realizando talleres y conferencias sobre estos temas. Es autor, en esta misma colección, del libro Ensayo sobre vida y espiritualidad.

ACOMPAÑAMIENTO PASTORAL DEL DUELO DESDE LA PARROQUIA (GARCÍA HERRERO, JESÚS)
Me animo a escribir estas páginas dice el autor desde la experiencia pastoral de acompañamiento a tantos que han perdido un ser querido y quedan heridos y sin horizonte. A lo largo de muchos años de trabajo parroquial y en mi actual tarea como capellán del tanatorio de la M-30, de Madrid, he tenido la gracia de estar cerca de los enfermos terminales y de sus familiares después de su muerte. Siempre he creído en la fuerza transformadora de la presencia, de la sacramentalidad cristiana, de la palabra que conecta con la existencia concreta y que ayuda a trascendernos, a vislumbrar lo que ordinariamente no aparece, ante un umbral de sombras y misterios.