'La Buena Noticia de Jesús' de José Antonio Pagola son tres volúmenes dedicados a comentar los textos evangélicos que se leen sucesivamente en las comunidades cristianas durante los ciclos A (Mateo), B (Marcos) y C (Lucas). Están redactados desde varias claves: la Buena Noticia de Dios anunciada por Jesús es fuente inagotable de vida, misericordia y perdón; se proponen caminos para imitar a Jesús hoy; se ofrecen sugerencias para impulsar la renovación de las comunidades cristianas respondiendo al papa Francisco; y se invita a vivir estos tiempos de crisis arraigados en la esperanza en Cristo resucitado.
A medida que crecemos, vamos desarrollando un sentido de quiénes somos como individuos únicos, creando una especie de historia vital, una narración que nos ayuda a nombrar, entender e integrar nuestras experiencias en un sentido de uno mismo lleno de significado. En este proceso intervienen muchos factores, pero hay dos con relevancia particular: primero, la realidad de mi vida que vivo de verdad (mis orígenes genéticos, mi cuerpo, la vida familiar, el día a día); y segundo, una historia de quién soy yo y del significado de mi vida. Este libro se centra en la experiencia que los individuos tienen con frecuencia sobre su propio desarrollo espiritual.
Es innegable que en nuestra sociedad hay una búsqueda de espiritualidad, llámese esta como se llame. Si esta búsqueda de «cualidad humana», como también se denomina a la espiritualidad «laica», quiere llegar a buen puerto y no quedarse en formas huecas de espiritualidad sin fundamento, debe ir por caminos de profundización interior gracias al silencio, la sabiduría y la mística; es decir, desarrollando en plenitud nuestra inteligencia espiritual. Las «preguntas desde el silencio» que se ofrecen en este libro están pensadas para ayudar a desarrollar y vivir en plenitud nuestra personalidad.
Vivimos en un mundo con retos y oportunidades sin precedentes, pero no parece que estemos a la altura de las circunstancias. ¿Adónde nos está llevando la eclosión de las nuevas tecnologías? ¿Siempre hacia el preogresi, o a veces hacia un laberinto crecientemente deshumanizador? Esta es una ambiciosa reflexión sobre la condición humana contemporánea.
Con el Nacimiento del Señor, celebramos el misterio del amor; y cuando llega el Adviento, la Iglesia nos invita a caminar de la mano de santa María. Los monjes solemnizaron este caminar escribiendo y cantando las 'Siete antífonas Oh', que se recogen en este bello librito. A partir del 17 de diciembre, la meditación y el canto de estas Antífonas, junto con el Magníficat de María, son un buen ejercicio para poner una melodía en el corazón agradable a Dios, la melodía del amor.
En la vida de Thomas Merton hubo muchas mujeres. Están su madre y otras mujeres de su familia; aquellas que conoció, en el más amplio sentido del término, durante su alocada juventud; la madre de su hijo; aquellas que formaron parte, más adelante, de su círculo de amigos; aquellas otras con quienes mantenía correspondencia y que le ayudaron a ver otros puntos de vista o profundizar en los suyos, y, finalmente, M -como él la llama-, el amor de su vida, siendo ya monje. Las mujeres y Merton parece un tema que no se evita, pero del que se prescinde en cuanto hay oportunidad. La historia de la Iglesia está salpicada de parejas que le han aportado mucho. Lo único que hace falta es una mirada limpia y una lengua contenida cuando se desconocen las circunstancias.
«Las religiones, con todo lo que son y afirman», escribía C. G. Jung, «se hallan tan próximas al alma humana que a quien menos lícito le sería desatenderlas es justamente a la psicología». Jung se ocupó con la experiencia espiritual que no solo permea los credos, las iglesias y las tradiciones religiosas, sino que constituye la raíz misma de la vida psíquica. Lo que le interesa es comprender la psique como espacio de lo numinoso, conquistar nuevos modos de observar los fenómenos y las experiencias religiosas que hasta ese momento no eran usuales en la psicología de la religión. Toda la obra de C. G. Jung es un proceso de búsqueda abierto, un crisol de conocimientos psicológicos, pensamientos filosóficos, saber antropológico y sabiduría de la vida del que surge la noción del sí-mismo, central en la Psicología Analítica. Esta antología de sus escritos sobre espiritualidad y transcendencia traza un recorrido por los hitos principales en la indagación de la necesidad psíquica de la religión. Se ofrece a todos aquellos que quieren penetrar, en una época de crisis del sentido, lo que Jung denominó la «realidad del alma».
Al hilo del evangelio de Juan, que se funde con la vida cotidiana, estas páginas abren una ventana a un sinfín de pequeños momentos que rezuman grandes experiencias de personas anónimas, con los que el lector se verá identificado muchas veces; otras le inspirarán, le seducirán, le provocarán, le confundirán.... Una suerte de lienzo hiperrealista donde se retratan diferentes individuos y diferentes lugares, entre los cuales solo un nombre se repite; un diario de mirada cálida y cercana que conecta el presente con un pasado siempre actual y siempre nuestro.
La crisis de credibilidad, el desprestigio y especialmente la corrupción azotan a múltiples instituciones y estamentos de nuestra sociedad. En el marco de esta situación, la ambición del doctor Hawkins ?diferenciar entre verdad y falsedad? no puede resultar más oportuna. Según el propio autor, esta confusión entre verdad y falsedad solo se debe a la propia estructura de la mente humana, que es ingenua, crédula y está ciega a sus propias limitaciones. Tiende a ser incapaz de distinguir entre sus propias proyecciones y deseos de que algo sea real y lo que es verdaderamente real. En el marco de esta investigación, el hallazgo clave de Hawkins es el tránsito del contenido al contexto, del punto de vista personal al punto de vista de la totalidad (el campo). Esto le permitió crear la herramienta con la que evaluar múltiples aspectos de nuestra cultura y civilización. La amplitud de los temas tratados es abrumadora: desde política y jurisprudencia hasta películas de cine o las principales religiones. Tenemos muchos motivos para sentirnos agradecidos por las contribuciones del doctor Hawkins en su empeño de elevar el nivel de conciencia de la humanidad.
El títol d?aquest volum pretén subratllar l?ambigüitat del terme religió, que en singular evoca l?obertura constitutiva de l?home al misteri de la vida, mentre que en plural indica les diverses tradicions religioses que tracten de vehicular aquesta obertura. Raimon Panikkar invita les religions a una profunda revisió crítica que les faci conscients que cap d?elles no té el monopoli de la religió: «El fi al qual tendim no és pas la unitat de les religions, sinó llur harmonia.» Tot el volum constitueix una meditació sobre la religió del futur. Religió i religions inclou, a més del pioner llibre homònim publicat l?any 1964, nombrosos articles que aborden la temàtica des de diverses perspectives (per exemple, des de la loso a comparada de la religió). Sobresurten especialment els dos textos dedicats a la relació de la religió amb el cos i amb la medicina, així com l?epíleg titulat «Les religions cridades a la conversió», que pot ser llegit com el testament espiritual de l?autor.
Este Prefacio se escribió en 1977 como respuesta a las muchas solicitudes recibidas para que se incluyera una introducción a Un curso de milagros. Las primeras dos partes de este Prefacio- ¿Cómo se originó? y ¿Qué es?- las escribió la misma Helen Schucman; la última parte fue escrita mediante el proceso de dictado interno descrito más adelante. ¿Cómo se originó? Un curso de milagros dio comienzo con la súbita decisión de dos personas de colaborar en el logro de un objetivo común. Esas dos personas fueron Helen Schucman y William Thetford, catedráticos de psicología médica de la Facultad de Medicina y Cirugía de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York. No es realmente importante quiénes fueron esas personas, excepto que lo ocurrido muestra que con Dios todo es posible. A ambos se les podía haber calificado de todo menos de personas espirituales. La relación entre ellos era difícil, a menudo tensa, y a ambos les preocupaba en gran medida su reputación y aceptación tanto a nivel personal como profesional. Sus vidas, que en su mayor parte estaban regidas por valores mundanos, apenas coincidían con lo que el Curso postula. He aquí como Helen, la persona que recibió el material, se describe a sí misma: Psicóloga, educadora, intelectualmente conservadora y de ideología atea, estaba trabajando en una institución académica de gran prestigio, cuando de repente ocurrió algo que precipitó una cadena de acontecimientos que yo jamás habría podido predecir. El jefe de mi departamento anunció inesperadamente que estaba cansado de los sentimientos de ira y agresividad que nuestras actitudes reflejaban y concluyó diciendo: "tiene que haber otro camino". Como si hubiera estado esperando esa señal, accedí a ayudarle a encontrarlo. Al parecer este curso es ese otro camino.
Las disciplinas más importantes aquí en el mundo de la ilusiónes: la medicina, el derecho, la arquitectura, disponen de una argot propio. Un léxico y un lenguaje diferenciado para enunciar términos y circunstancias que de otro modo no podrían expresarse con claridad. El Curso lo tiene igualmente y aunque nunca se ha citado directamente, ese trabajo lo pone de manifiesto. Del desconcierto y las dificultades con las que nos encontramos los estudiantes proviene de aquí, de la desorientación que nos produce el uso del vocablos conocidos y frecuentados por nuestra lengua, pero que tienen un significado bien diferenciado y en determinados casos contrarios. La seguridad no es otra cosa que la completa renuncia al ataque. O esta otra: La salud es paz interior. Abandonar lo que sabíamos: La inocencia es fuerza y nada más lo es. Porque nos rompe los esquemas más básicos: La enfermedad es una decisión o esta otra: Dar es recibir. Es otra forma de asomarse al Curso fruto de este asombro al encontrarnos con ella entre sus páginas desgranados sus significados junto a los conceptos que describen y componen, magistralmente, sin contradicciones, con su pedagogía extraordinaria y única. Este diccionario es simplemente una recopilación de los términos que utiliza el Curso, sin sustraer o añadir nada que no este ya en los contenidos que expone Un curso de milagros. Lo que no es amor es miedo.
El Ojo del Yo es un magnífico libro que disuelve las barreras entre lo conocido y lo desconocido, entre ciencia y espiritualidad, y entre el paradigma lineal de Newton acerca del ego y la realidad no lineal de la Iluminación. Con la revelación del yo, el Yo brilla en el descubrimiento de su verdadera identidad. El Ojo del Yo, más que un libro es una experiencia. El poder intrínseco de la información que aporta este asombroso clásico es suficiente de por sí para elevar la conciencia del lector. Además ofrece instrucciones, explicaciones y diálogos literales con alumnos de nivel avanzado que ilustran las enseñanzas espirituales aprendidas durante años de camino interior. DAVID R. HAWKINS, doctor en Medicina y en Filosofía, es director del Instituto de Investigación Teórica y Espiritual Avanzada. Es miembro vitalicio de la Asociación Psiquiátrica Americana y cuenta con más de cincuenta años de experiencia clínica. Su investigación quedó esbozada en Quién es Quién en América y Quién es Quién en el Mundo. Se le ha honrado y se le ha nombrado caballero en Oriente con el título de «Tae Ryoung Sun Kak Tosa» (Primer Maestro del Camino de la Iluminación).
¿Está reservada la santidad para los virtuosos y los perfectos? ¿O pueden los pobres, los heridos de toda especie, los pecadores, pretender llegar a la santidad? Si es verdadera la expresión de Jesús "la Buena Nueva es anunciada a los pobres", entonces la santidad debe ofrecerse y hacerse accesible a los más heridos y desprovistos. En este tercer milenio, es urgente abrir la puerta de la santidad a los pobres y los heridos, porque la parábola de los invitados al banquete es una verdadera esperanza para ellos. Jesús, de condición divina, "se rebajó"; estas páginas recorren ese camino, que debemos tomar nosotros también: la bajada a la pobreza, para después subir con Él.
Todos tenemos deseos: las cosas nos gustan, las personas nos atraen, perseguimos aquello que nos llama la atención o que creemos que va a colmar un anhelo. Y rara vez nos contentamos con alcanzar una meta o un objeto; siempre que creemos estar satisfechos, nos damos cuenta de que en realidad no es así, y volvemos irremediablemente a desear. Este dinamismo del "siempre más" se refleja en todas las dimensiones de la vida, y al final nos lleva a la pregunta por Dios: el cristianismo empieza porque alguien responde al deseo que hay en nuestro corazón y nos enseña a explorarlo y vivir desde él en comunión con los demás y con Dios. La humildad es un requisito indispensable del amor y una clave fundamental para todas estas relaciones.