Esta biografía pretende dar a conocer a María Sklodowska, la joven polaca que viajó a París para cumplir un sueño; a madame Curie, la eminente científica que ha pasado a la historia como referente de tenacidad y pasión por la ciencia; y a María Sklodowska-Curie, la persona anónima que siempre quiso ser y que solo conocieron quienes compartieron su vida. Los últimos capítulos alumbran el devenir de su obra y de su familia, dedicando unas páginas a Irène Curie y su esposo Frédéric Joliot, que en 1935 recibieron el Premio Nobel de Química; a Ève Curie, periodista y autora de la primera biografía de su madre; y a sus nietos, Hélène Langevin-Joliot y Pierre Joliot, también eminentes científicos, que han prologado este libro. María Sklodowska-Curie escribió: "No podemos construir un mundo mejor sin mejorar los individuos". Y así la definió Albert Einstein: "Madame Curie es la única persona a quien la gloria no ha corrompido". Estas páginas recorren la vida y la obra de la famosa científica polaco-francesa María Sklodowska-Curie (1867-1934), descubridora del polonio y del radio y pionera en alcanzar muchas metas: doctora en Ciencias Físicas en la Sorbona, profesora universitaria, doble Premio Nobel (Física, 1903 - Química, 1911), académica, doctora honoris causa por un sinfín de universidades..., y un largo etcétera de primeras veces que culminaron el 20 de abril de 1995, cuando sus restos mortales fueron solemnemente inhumados en el Panteón de Hombres Ilustres de Francia, convirtiéndose así en la primera mujer y la primera extranjera sepultada en el emblemático monumento francés. Ambas autoras son especialistas en diversos personajes históricos, entre los que destacan María Sklodowska-Curie y Teresa de Jesús. Desde 2011 son coordinadoras y comisarias del homenaje a María Sklodowska-Curie que itinera por España. En 2014, organizaron con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas la exposición María Sklodowska-Curie: una polaca en París que fue inaugurada en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (marzo-octubre 2014). En 2015 han sido asesoras históricas y coproductoras del documental de TVE sobre Teresa de Jesús con ocasión del V centenario de su nacimiento. Han publicado Una Carmelita en Flandes (2006), traducida al francés (2014), El arca de las tres llaves, la reforma Teresiana (2008), Ana de San Bartolomé (2009) y María Sklodowska-Curie: Una polaca en París (2011). Entre otras distinciones, son damas de Santa Teresa del Cuerpo de Intendencia del Ejército Español (2006) y ostentan la Medalla al Mérito de la Cultura otorgada por el gobierno de la República de Polonia (2013), y el grado de caballero de la Orden de las Palmas Académicas, concedido por el gobierno de la República Francesa (2016).
Diplomático en la Santa Sede, muy conocido por la familia real española, mecenas en pleno Siglo de Oro... La increíble y azarosa vida del Caballero de Gracia. Jacobo Gratij, el Caballero de Gracia, nacido en Italia en 1517, falleció en España en 1619. Nos hallamos ahora, pues, en el entorno del V centenario de su nacimiento y el IV de su muerte. Como diplomático de la Santa Sede, estuvo en Roma, París, Trento, Venecia, Praga, Colonia... y Madrid. Se relacionó directamente con la batalla de Lepanto, el Concilio tridentino o sendas negociaciones de paz con Francia y Flandes. No solo trató muy de cerca a Urbano VII, entre otros Papas, sino también a Felipe II y a toda la familia real española. Justamente su sintonía con la princesa Juana, madre del rey Sebastián de Portugal, le granjeó el hábito de la Orden de Cristo. De ahí el título, al castellanizar su apellido, de Caballero de Gracia. Cincuenta años residió en Madrid. Aquí, en pleno Siglo de Oro, propagó cuanto pudo las artes: sobre todo, la música y la literatura. Aquí promovió tres instituciones de atención a desfavorecidos, movido por su honda preocupación social, así como tres fundaciones de religiosos. Y aquí se ordenó sacerdote, legando a la posteridad, hasta hoy, la Asociación Eucarística y el Real Oratorio del Caballero de Gracia. Frente a la burda leyenda popular que le persigue desde el siglo XIX, los autores narran con brioso estilo esa vida intensa y viajada, tan desconocida e interesante. José María Sanabria y José Ramón Pérez Aragüena, además de haber escrito "a cuatro manos" la presente obra, ambos coinciden en la publicación anterior e individual de otros varios libros, así como en el desempeño del cargo de Vicerrector del Real Oratorio del Caballero de Gracia: el primero, ya emérito; el segundo, actual.
España está ahora en una pista de aterrizaje. Inicia un vuelo que tiene muchas dificultades y que no podrá protagonizar en solitario. Las economías del entorno europeo deberán ayudar y la suerte de España dependerá también de las buenas decisiones que tomen internamente sus gobernantes. Despegamos, pero ¿cómo y hacia dónde? Es correcto afirmar que la economía española ha empezado a crecer -tras una dolorosa etapa que nos ha dejado una deuda pública y privada todavía enorme-, pero anda todavía con un sinfín de dudas y, sobre todo, de lastres que impiden que dicho crecimiento alcance una velocidad de crucero. En este libro se analizan todos los elementos que deben confluir para que este crecimiento logre la creación de puestos de trabajo y permita enderezar el rumbo, aunque con un modelo que ya no podrá ser el que se conoció antes de la crisis. Los deberes están claros, pero si se hacen bien, a España le espera un buen futuro a medio y largo plazo, como ha demostrado en las últimas décadas. Entre esos deberes, el profesor Gay de Liébana no olvida la atención a la demografía y la necesidad de abordar nuestro sistema de pensiones, así como tampoco el peso justo que deben tener las infraestructuras públicas.
España ha conseguido salir de la crisis con un ajuste cercano a 15 puntos del PIB. Y lo ha hecho exportando más, a pesar de la ralentización de sus socios comerciales, y creando medio millón de puestos de trabajo, a pesar del estancamiento del empleo en la eurozona. Crecemos a un ritmo del 3% anual, lo cual supera las expectativas de consenso, pero es evidente que todavía queda mucho por hacer. En el presente ensayo, el economista Daniel Lacalle analiza la situación económica actual, describe los errores más habituales en la percepción subjetiva de la realidad y desmiente los mitos más repetidos por algunos economistas, al tiempo que aborda las reformas que a su juicio resultan cruciales para consolidar esta recuperación y evitar entrar nuevamente en recesión. Las propuestas del autor, ya adoptadas con éxito en otros países, pasan por una reforma del sistema de pensiones, de la Administración Pública, del sistema educativo, de las políticas fiscales, del sistema energético y de la deuda pública. Otras medidas están encaminadas a la creación de empleo y al incremento de la productividad, a una regeneración democrática y al fomento de la competitividad, la investigación y el comercio exterior. Y, para finalizar, Lacalle dedica un capítulo a la situación en Europa y a su política monetaria, estudiando el comportamiento de aquellos países que pueden marcar la agenda de futuras reformas. Una obra, en resumen, imprescindible para entender los retos a los que se enfrenta la economía española y las reformas necesarias para alcanzar los niveles de competitividad y bienestar de nuestros socios europeos.
Con la desgarradora cifra de más de cuatro millones de parados, el mercado laboral español es una aberración en cuanto a desempleo y precariedad laboral. Desde finales de los años setenta del siglo pasado la tasa de paro española ha estado entre un cinco y un diez por ciento por encima no sólo de la de los países europeos más desarrollados, sino también de la de muchos países del tercer mundo. Este desastre, sin parangón en Europa, no obedece a causas estrictamente económicas: la mayor parte del paro es estructural, es decir, es consecuencia de leyes que lo provocan, de instituciones que lo impulsan, de prácticas perversas que lo mantienen y de un sistema educativo disfuncional que es una auténtica máquina de generar parados. Para evitar quedar descolgada del primer mundo, España necesita hacer reformas profundas, tanto en el mercado de trabajo y las leyes que lo regulan, como en el sistema educativo actual.
España necesita cambiar y los españoles desean que cambie. La sociedad muestra en todas las encuestas su hartazgo generalizado, y ello tiene que ver con razones económicas ?el ahogo por la crisis, la precariedad, la percepción de que no existe un proyecto económico y social para el país?, con razones políticas ?el ciudadano percibe que el sistema político e institucional funciona al servicio de unos pocos? y con una profunda crisis de valores, que hace que cada uno busque su propio bien por cualquier medio. ¿La solución? Luis Garicano y Antonio Roldán lo tienen claro: reconducir a España a la senda del crecimiento económico, la igualdad de oportunidades, la cultura del esfuerzo y la honestidad y la profundización de la democracia a través de un modelo de crecimiento basado en el conocimiento y en la formación en el que se premie el mérito y no el amiguismo, y de una revolución educativa e institucional que permita a los españoles recuperar la confianza en que el futuro será mejor que el presente. Para lograr este objetivo no existen atajos ni soluciones mágicas, sino buenas políticas basadas en la experiencia de otros países. Como las que Garicano y Roldán desarrollan en este libro, doce soluciones específicas para cambiar el modelo socioeconómico de nuestro país que debería leer atentamente cualquiera interesado en que el futuro de España, recogiendo el símil de El dilema de España, se parezca más al de Dinamarca que al de Venezuela.
A pesar de que el desempleo se ha reducido a niveles de septiembre de 2010 ?tras llegar en 2013 a un pico del 27 por ciento? y que la OCDE estime que crearemos más empleo que los países de nuestro entorno, España sigue entre los países con mayor paro de la Unión Europea. El desempleo es, qué duda cabe, la mayor lacra social de nuestro país y sus consecuencias económicas, sociales, políticas e incluso psicológicas alcanzan unas dimensiones monstruosas. En el presente ensayo, Daniel Lacalle reflexiona sobre las causas de nuestro paro endémico y propone las reformas que en materia política y económica deberían afrontarse para hacerle frente, tales como una revisión crítica y constructiva de las causas del desempleo y de las políticas públicas de fomento de empleo, la superación de la demonización del empresario y el miedo al riesgo, el nuevo papel de los sindicatos, el autoempleo como una de las vías con más futuro, el salto de las pymes a grandes empresas, el fomento de la exportación de calidad, el premio a la productividad y la meritocracia, y la búsqueda de la creación de valor añadido en lugar de las improductivas subvenciones. Mientras nos quejamos de precariedad y derechos sociales, esperamos que la prosperidad y la independencia nos las dé un empleador, a ser posible público. No va a suceder, y así nos encaminamos a ser esclavos del entorno. ¡Hay que acabar con esta dinámica de resignación!
España, que hace sólo una década parecía destinada a estar en el pelotón de cabeza de la economía mundial, ha atravesado una profunda crisis quedando cada vez más rezagada respecto a otras sociedades más prósperas. ¿Por qué ha ocurrido esto? Aunque España no ha sido un milagro económico ni tampoco un fracaso, las cosas empezaron a torcerse mucho antes de la crisis, cuando se interrumpió el proceso de convergencia con las economías más ricas de Europa. En este libro, Javier Andrés y Rafael Doménech, dos economistas españoles con una dilatada trayectoria académica y numerosas publicaciones de prestigio internacional, explican las causas últimas del atraso relativo de la economía española y, sobre todo, analizan las palancas en las que tenemos que apoyarnos para asegurar un futuro mejor. Lejos de buscar chivos expiatorios ni supuestas soluciones fáciles e inmediatas a los problemas, soluciones que a menudo resultan superficiales y maniqueas, estos dos acreditados expertos ofrecen una respuesta coherente, rigurosa y profunda a través de un debate sosegado y esperanzador. Andrés y Doménech centran su análisis en los retos de fondo que tiene que afrontar España, entre los cuales destacan la creación de más y mejor empleo, la internacionalización y fortalecimiento de sus empresas, las necesarias reformas del sector público, la mejora de las instituciones y el capital humano para reducir la desigualdad y asegurar un crecimiento más inclusivo, y el futuro de España en una Europa que facilite la convergencia entre sus miembros y sirva de referente económico, político y social al resto del mundo.
Desde el ámbito político y mediático se acostumbra a establecer un vínculo sencillo y directo entre la creación de empleo y el crecimiento de la economía. Sin embargo, esta relación está lejos de ser tan diáfana como se pretende. La ampliación del mercado laboral no solo depende de un aumento del PIB, sino también de un cúmulo de factores que se interrelacionan de una forma compleja. Crecimiento y empleo desvela las claves macroeconómicas que condicionan el mercado laboral, denuncia algunas falacias comunes e ilustra sus argumentos aplicándolos a la España actual. Y no solo analiza el presente, sino que se atreve a dar pistas de cómo desarrollos demográficos, tecnológicos y medioambientales van a determinar el futuro del empleo en las próximas décadas.
Un libro que recoge el legado de un personaje importante de la España del siglo XX. A diez años de su muerte. En este libro, Luis Valls-Taberner Muls, sobrino de Luis Valls-Taberner destila en forma clara y sencilla los principales valores y actitudes de quien fuera considerado un banquero inclasificable, y le agrega una visión propia sobre las lecciones que se pueden extraer de su legado humanista. Lluís Valls-Taberner (Barcelona, 1926 - 2006), fue presidente del Banco Popular de 1972 a 2004, y durante su mandato, el Banco Popular ha sido considerado varios años el banco más rentable del mundo y el mejor Banco de Europa. Su gestión empresarial se caracterizó en que los procesos de decisión se basaran en criterios estrictamente profesionales, promovió una organización flexible y con pocos escalones jerárquicos y forjó un estilo propio de hacer banca. En su trayectoria profesional destacó como uno de los banqueros más importantes de España en la segunda mitad del siglo XX.
La participación española en la independencia de Estados Unidos fue decisiva. En esta novela se narran con viveza la crucial victoria de Bernardo de Gálvez, gobernador de la Luisiana, en la batalla de Pensacola; el apoyo económico de la Corona, reunido en cantidad y tiempo inverosímiles, al decisivo combate naval de Chesapeake; y el apoyo logístico a los rebeldes, abriéndoles la navegación del Misisipi. Precisamente a Nueva Orleans llega el protagonista de esta novela, Alfonso Salazar. La ciudad bulle, inquieta ante la rebelión de las colonias británicas y el papel que el Rey Carlos III va a asumir en ella. Alfonso asume el nombre e identidad de Alphonse de Cavignac para ponerse al servicio de Gálvez como espía. Cuando se enamore de Amelia Richmond, hija de un peculiar negociante inglés, los riesgos que el joven estaba dispuesto a correr en defensa de los intereses de España se van a complicar con las exigencias del amor, el honor y la lealtad. En la mejor tradición narrativa de aventuras, J. Pérez-Foncea vuelve a demostrar su especial habilidad para revivir los mejores momentos de nuestra Historia y aproximarlos al lector de hoy.
Esta novela es la evocación de la representación del «Hamlet» shakespeariano por artistas ambulantes y gentes de un pueblo de la meseta en la inmediata postguerra; y la evocación, por parte del narrador, de la figura de una de sus maestras, Carolina Donat, «una señorita maestra que iba a ser actriz y ha hecho de Ofelia en el teatro, y tiene además un Arlequín». Tiempos, vidas y teatro --un teatro que ya muchos piensan condenado por el cine-- se entrecruzan de forma magistral a lo largo de sus páginas. Como señala en el prefacio la profesora Carmen Bobes, «el encanto de Se llamaba Carolina es el que tienen otros textos de su autor, como Ronda de noche o Agua de noria, donde la espontaneidad es la norma, a pesar de que los motivos y la historia puedan ser terribles».
Los visigodos crearon por primera vez un Estado en España. Lo mantuvieron vivo hasta que la peste, el hambre y la guerra lo destruyeron. No eran bárbaros ni atrasados. Sabían que la Tierra era redonda, conocían la razón de los eclipses, no ignoraban la obra de Aristóteles y eran capaces de hacer ciudades como la misteriosa Recópolis. Partieron del mismo sitio donde mil años después aparecerían los vikingos y, en su asombroso periplo, recorrieron media Europa. Fueron enemigos, aliados y herederos de Roma. Cabalgando sobre sus caballos pasó España de la Antigüedad a la Edad Media. José Javier Esparza cuenta, con extraordinaria erudición y una épica inconmensurable, la historia de los visigodos como nunca antes te la habían contado: la aventura fascinante de un pueblo que forma parte de nuestra memoria colectiva. Ellos fueron la primera España.