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Con motivo de la adquisición del clave "Bruce Kennedy" por la Fundación Pedro Barrié de la Maza, se organizó un ciclo de seis conciertos, con primerísimos intérpretes del instrumento de teclado. Las notas críticas, encabezadas por tres introducciones, integran este libro singular dedicado a un instrumento y a un repertorio poco habituales. Se describe el clave "Bruce Kennedy" y se estudian las escuelas y estilos en el clavecín. Las notas a los conciertos constituyen verdaderas monografías: "El clavecín como instrumento obligado y como bajo continuo" y "Londres: un siglo de música (1650-1750), por Carlos Villanueva; "De Couperin a Scarlatti" y "El largo camino de la música de clavecín", de José López-Calo"; "El esplendor de la música instrumental en la Italia del setecientos" y "Tres siglos de música para clavecín", de Julio Andrade Malde.
Una guía esencial para principiantes en filosofía pero también una alternativa innovadora para aquellos que ya estén familiarizados con la versión tradicional de la historia de la filosofía. Con un estilo inusual, franco e irreverente, el autor destruye, a través de parábolas, diálogos imaginarios e ilustraciones, todos los mitos, convertidos hoy en día en versiones oficiales aceptadas y nos ofrece, en su lugar, una descripción realista de filósofos individuales, escuelas, así como de sus contribuciones al avance del conocimiento y de la "felicidad".
El libro presenta las teorías del Aprendizaje Organizativo y el modelo de las Organizaciones que Aprenden, aplicadas de modo sistemático -por primera vez en español- a los centros educativos. En lugar de transferir, de modo acrítico, una nueva estrategia de gestión, se entiende como un marco orientativo para promover procesos de desarrollo organizativo. Por eso, propone la necesidad de hacer una reconstrucción educativa del modelo, contrastando las posibilidades prometedoras con las realidades y limitaciones en los centros educativos. Dividido en tres partes y siete capítulos, la primera (Aprendizaje organizativo y centros educativos) describe los principales conceptos, perspectivas y problemas del campo, su lugar dentro de los movimientos de mejora y desarrollo organizativo de los centros, y su comprensión como una comunidad profesional de aprendizaje. La segunda parte (Funcionamiento del aprendizaje organizativo), analiza el componente cognitivo (memoria organizativa, cultura escolar y la gestión del conocimiento), procesos y modelos, así como los factores que fomentan o inhiben los procesos de aprendizaje organizativo. La última (Hacía una reconstrucción educativa), recapitula qué juego, estatus y papel puede dar, aquí y ahora, la teoría y prácticas presentadas, como modo de pensar las organizaciones y trabajar en ellas. El libro proporciona ideas, procesos y estrategias para orientar cómo los centros escolares pueden aprender, al tiempo que para explicar por qué, en muchas ocasiones, no lo hacen. De este modo, aporta nuevos criterios y procesos para que las escuelas puedan desarrollarse como organizaciones.
Este libro reúne por primera vez los mejores ensayos de Eisner, quien en su prolongada y prestigiosa carrera forjó una visión esclarecedora de la función de las artes en la educación. El lugar marginal que suelen ocupar las artes en el curriculum escolar, explica, se debe al predominio de ideas erróneas sobre la cognición y la inteligencia. A partir de la distinción platónica entre mente y cuerpo, el campo de la educación ha girado en torno de una falsa dicotomía entre pensamiento abstracto y experiencia sensorial, inteligencia y talento, ciencia y arte. Se ha privilegiado la adquisición de un conocimiento supuestamente lógico y racional, fundado en el lenguaje proposicional y el número, y se relegó lo artístico al plano de lo afectivo y accesorio. Sobre esta base, se han emprendido sucesivas iniciativas de mejora escolar tendientes a cuantificar y uniformar los resultados de la enseñanza cuyo fracaso pone en evidencia la falsedad de los supuestos en que se sustentaron. Es hora de cambiar de perspectiva, de reconocer que «la mente y los sentidos son una sola cosa», y procurar una auténtica reforma de las escuelas que parta de un análisis profundo de la escolaridad, tome en cuenta los diferentes modos de saber y reconozca la importancia de las artes en la formación de nuestros niños.
José de Calasanz (1557-1648), nacido en Aragón, era hombre de gran cultura y piedad. Ordenado sacerdote, se traslada a Roma. Allí, «tocado por Dios, deja todas las comodidades» y se dedica a educar a niños pobres, fundando la que ha sido llamada «la primera escuela pública popular y gratuita de Europa», las Escuelas Pías. Toda su vida estuvo marcada por la pobreza y la humildad. Sufrió lo indecible, vio destruida su Obra y murió desprestigiado; pero supo confiar y «recibir de la mano de Dios todas las cosas, prósperas o adversas». Canonizado en 1767, es patrono de las escuelas populares cristianas.