Chomsky disecciona los diez principios fundamentales de la concentración de la riqueza y el poder en Estados Unidos, que a efectos prácticos han secuestrado la democracia en favor de los intereses de una élite políticofinanciera, sumiendo a un gran porcentaje de la población en la miseria y desesperanza más absolutas. Con su habitual agudeza, Chomsky muestra cómo los principales excesos y rasgos espeluznantes de la realidad estadounidense forman parte de una estrategia integral por parte de la casta dominante para aferrarse al poder y a los privilegios que éste conlleva.
¿Por qué viniste a los Estados Unidos? Ésa es la primera pregunta del cuestionario de admisión para los niños indocumentados que cruzan solos la frontera. Utilizando como hilo conductor este cuestionario que determinará su situación, Luiselli se ha adentrado en la realidad de los niños migrantes para mostrarnos una radiografía tanto de sus vidas pasadas, presentes y futuras, como del laberíntico y despiadado sistema migratorio de Estados Unidos. Este libro es un testimonio brutal, íntimo, escrito con una prosa franca, brillante y lúcida, que observa la realidad de los niños migrantes desde una distancia situada entre el deseo de remediar el desamparo existencial en el que se encuentran sumidos y la impotencia que desata la incapacidad para hacerlo.
Durante su larga trayectoria, Oliver Sacks fue conocido ante todo como un explorador de la mente humana, un neurólogo con un don para los retratos complejos y reveladores de personas y sus enfermedades que servía de acicate para el éxito fenomenal de sus libros. Pero también fue miembro activo de la American Fern Society (Sociedad Americana de los Helechos), y desde niño siempre le fascinó la capacidad de esas plantas primitivas para sobrevivir y adaptarse a climas diversos. En Diario de Oaxaca entrelaza con briosa inteligencia las coloridas hebras de la biología, la historia y la cultura para tejer un fascinante tapiz de México y de un grupo de buscadores de helechos unidos por una pasión común. En este extraordinario rincón se reúne un variado grupo de botánicos, profesionales y aficionados, eruditos que desconocen la pedantería, con una perspectiva diferente y originales percepciones. Y esta parte del mundo destaca por su espléndida variedad: mientras en Nueva Inglaterra hay unas cien variedades de helechos, en Oaxaca hay casi setecientas. En los mercados de los pueblos se venden por lo menos dos docenas de clases de chiles, desde la que tiene un ligero sabor picante hasta la que es capaz de causar alucinaciones. Oaxaca es también un paraíso de aves, y el sueño del arqueólogo (abundan las ruinas antiguas que se hacen eco de leyendas precolombinas). Y es aquí donde el Nuevo Mundo hizo al Viejo el delicioso regalo del chocolate, en otro tiempo reservado, bajo pena de muerte, a la realeza azteca. El hondo interés de Sacks por la historia natural y la riqueza de la cultura, unido a su afilado ojo para los detalles, hace de Diario de Oaxaca la cautivadora evocación de un lugar y de sus plantas, su gente y sus infinitas maravillas.
El retrato de una época legendaria para la esfera intelectual española y el sector del periodismo, a través de cinco de sus protagonistas. Alrededor de 1900 las redacciones de los periódicos estaban repletas de bohemios que acudían allí para calentarse o para demandar una colaboración. Pero no todos eran hampones y pedigüeños. Entre ellos había literatos de altura que pasaron a la historia como la Gente Nueva y fueron coetáneos, compañeros de café y colegas de modernistas y noventayochistas. Algunos de ellos fueron auténticos pioneros, los primeros corresponsales, cronistas y reporteros, y conformaron los inicios del periodismo moderno. Además de una magnífica contextualización histórica y la descripción de las relaciones entre el periodismo y bohemia de aquel tiempo, Cronistas bohemios reúne algunos de los mejores textos -precedidos de un perfil de cada autor-, excelente muestra de las grandes aportaciones de esta bohemia a la historia del periodismo, esencialmente en el lenguaje (basado en la paradoja y el uso de la palabra como explosivo), el contenido (de calado social) y el humor(a menudo ácido, incluso negro). Los cinco autores aquí reunidos son Antonio Palomero, Alejandro Sawa, Pedro Barrantes, Joaquín Dicenta y Luis Bonafoux, nombres que hoy no representan gran cosa. Sin embargo, estos textos tienen muy poco que envidiar, en calidad, en estilo, en atrevimiento y en novedoso enfoque, a lo que muchos años después conoceríamos como nuevo periodismo. Se pueden leer, hoy mismo, con gusto y asombro. Reseñas:«Además de una magnífica contextualización histórica y la descripción de las relaciones entre periodismo y bohemia de aquel tiempo, Cronistas bohemios reúne algunos de los mejores textos, precedidos de un perfil de cada autor, excelente muestra de las grandes aportaciones de esta bohemia a la historia del periodismo, esencialmente en el lenguaje (basado en la paradoja y el uso de la palabra como explosivo), el contenido (de calado social) y el humor (a menudo ácido, incluso negro).»Todo Literatura «No dejaron huella aparente en el oficio. La Guerra Civil partió en dos el rastro de aquellos hombres en beneficio de una amnesia triunfal que borró su estela. Pero de esos días delirantes quedan sus crónicas y el peso de leyenda que los enclavijó en la bohemia cuando en verdad fueron algo más. En un entorno de sacamantecas, feriantes de café y colmeneros del hambre y la cazalla, dibujaron un periodismo de buen paño que se levantó en los periódicos, en las redacciones de vinagre y ruido, en el fervor de un Madrid sacudido de miseria y sediento de honor, síntomas de una época tremenda y feliz. De una forma de hacer periódicos con el ideal puesto en el último café que cierra más allá de la madrugada.»Antonio Lucas, El Mundo «Miguel Ángel del Arco compila el periodismo más rapaz, más veloz, más hermoso, en un libro inagotable: Cronistas Bohemios.»Diego Medrano, Libertad Vigilada «Cronistas bohemios es un libro claro y ágil que disfrutarán todos los aficionados a la literatura y los aficionados a la historia.»Ramón Irigoyen, Diario de Navarra
Examen de mi padre es el libro más íntimo de Jorge Volpi, autor de En busca de Klingsor, Memorial del engaño y Las elegidas. Una memoria de su padre y, al mismo tiempo, una autopsia de México. «Mi padre murió el 2 de agosto de 2014. Él nos había contado que, cuando murió su madre, guardó un año de luto en el que jamás dejó de usar una corbata negra. Yo decidí volver mi luto literario y dediqué el 2015 a un libro que me permitiese recordarlo. A lo largo de diez meses escribí diez ensayos: atendiendo a su condición de cirujano, al inicio solo sabía que cada uno de ellos debería hacer referencia a una parte del cuerpo, así como a sus metáforas culturales y políticas. El libro más íntimo que he escrito se convirtió también en un examen público: una autopsia de nuestro país, con especial énfasis en la guerra contra el narcotráfico, la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, el incendio de la guardería ABC o los problemas derivados de la migración, y con la presencia de algunas figuras emblemáticas de estos años de plomo, en un espectro que se tiende de Marcial Maciel a Mamá Rosa. Estas páginas aspiran a ser una memoria de mi padre y de mi relación con él, una divagación en torno al cuerpo y a nuestro degradado cuerpo social y, en última instancia, un réquiem por este país mío, suyo, nuestro, atestado de fantasmas y cadáveres.»Jorge Volpi Reseñas:«Volpi se quita la máscara y se muestra como un ser humano vulnerable al manejar recuerdos [...] de su niñez y adolescencia.»Agencia EFE «Volpi es un autor original que ensaya nuevos registros en cada libro. [...]. Es uno de los más importantes mexicanos de la actualidad.»Santiago Gamboa «Jorge Volpi parece estar en posesión de las llaves que abren todas las cajas fuertes de la curiosidad humana.»Edmund Wilson «Volpi es desde hace más de diez años el escritor mexicano por excelencia: inteligente, culto, reconocido en Europa y leído atentamente en su país, un autor implicado en el devenir constante de la coyuntura mundial y latinoamericana y un referente indiscutido de una literatura seria.»Diego Gándara, La Razón «Jorge nació brillante. [...] Como los diamantes, su solidez se impone. Así su concepto profundo de la literatura, aunado a su obsesión por el conocimiento y un incesante cuestionamiento moral, científico y racional.»Eloy Urroz «El escritor mexicano Jorge Volpi es el autor que mejor ha sabido reinterpretar la realidad y la literatura iberoamericana del nuevo siglo.»ABC Cultural «Desde sus primeras ficciones, este escritor mexicano proyectó rebasar los límites del espacio y el tiempo, los de la ficción y la realidad, los de lo local y lo universal.»Arturo García Ramos, ABC «Jorge Volpi ha entrado en la pena por el gélido sendero del cerebro y le han salido diez ensayos de pegada pugilística... Una obra sin género. O con un género que contiene otros muchos, como si fuera una muñeca rusa.»Javier Ors, La Razón «Examen de mi padre no es una novela, tampoco unas memorias. Es una historia crepuscular: la de un afecto y una nación. En sus páginas descubrimos a un Jorge Volpi que había tardado años en mostrarse y que podríamos haber perdido la ocasión de leer, de no ser por ellas. [...] Jorge Volpi ejecuta un libro brillante en el que repasa, acaso sin proponérselo, su propia voz literaria. Destripa, sin él saberlo, la voz que lo define.»Karina Sainz Borgo, Zenda
La década de 1990 es conocida como «la década del cerebro» por los grandes descubrimientos neurocientíficos, que reflejaban la importancia que ha tenido y tiene esta disciplina en todos los ámbitos: desde la salud, hasta la economía, pasando por el márketing o la política. Pero, ¿pasa lo mismo con la narración?, ¿puede estar también estrechamente vinculada a cómo pensamos y a cómo funciona nuestro cerebro? ¿Podría ser que nuestras estructuras mentales influyan en la manera en que muchos estudios de guion han categorizado el cómo escribir un buen guion cinematográfico? Este ensayo analiza las relaciones entre mente y escritura cinematográfica, a través de una perspectiva neurocientífica particularmente centrada en la psicología cognitiva y la narratología. A partir de una selección de películas de cineastas de finales del siglo XX e inicios del XXI de la cinematografía indie norteamericana (Tarantino, Jonze, Lynch, Linklater, González Iñárritu, Nolan...) y adentrándonos en la subversión de la construcción de sus relatos, descubriremos nuevos dispositivos de escritura cinematográfica para seguir atrapando igualmente al espectador. Mediante el viaje por estas películas y por los derroteros de la mente humana, el libro no tan sólo aborda los elementos básicos que necesita un guion cinematográfico para conectar con su público, sino también cómo las características esenciales del cine clásico perviven bajo estos filmes de apariencia poco clásica, al ser, al fin y al cabo, un perfecto resumen de como nosotros, los humanos, animales narradores excepcionales, sentimos, experimentamos y comprendemos el mundo. Amantes del cine y de la narrativa, así como aquellos interesados en la comprensión del funcionamiento de la mente, disfrutarán a partes iguales de este interesante libro.
Entre los juegos del siglo pasado y los de ahora, cuando las pantallas se miniaturizan, íntimas e invasivas, omnipresentes, El videojugador sigue el fluido único de la ficción y la evasión electrónicas. Convertido el ordenador (del tipo que sea, del teléfono a los cascos de realidad virtual) en almacén, productor y distribuidor de señales e imágenes múltiples, filtro a través del que relacionarse con la realidad, los videojuegos son el círculo mágico en el que se fusionan los elementos esenciales de la fábrica de los pasatiempos: películas, publicidad, información, tebeos, arte, literatura, música, lo que sea, imágenes de imágenes industrialmente repetidas. El videojuego ha copiado a todos los medios, como todos los medios copian hoy al videojuego, que hace años alcanzó los espacios sagrados de la alta cultura de masas, los museos, a la vez que los mundos del juego invadían los escenarios de la vida real de los jugadores: iba a producirse una continuidad entre el mundo imaginario del videojuego y el mundo real del jugador, que vio de pronto cómo su realidad inmediata aparecía en la pantalla como parte del universo del juego. Y mientras en las calles del mundo de verdad, por ejemplo, debía localizar a sus presas en un juego-cacería, sus videojuegos estrechaban la relación con los nuevos modelos económicos y los nuevos vínculos sociales. En la época de los videojuegos parecen confluir el tiempo de recreo y el tiempo ocupado. Cuando las máquinas inteligentes reducían el número de trabajadores humanos necesarios y se dilataba el ocio, los ordenadores se convirtieron en máquinas para la diversión, y el no-trabajo forzoso, dedicado en gran medida a comprar (por ejemplo, vidas y recursos para seguir participando en un juego en la Red), demostró ser un componente estructural de la nueva economía. Hasta las relaciones con los poderes públicos y empresariales a través de ordenadores asimilan hoy la lógica de un videojuego: el programa obliga al usuario a actuar según un repertorio muy restringido de posibilidades. Como el ciudadano ante el ordenador, el videojugador debe obedecer lo más automáticamente posible las órdenes que le dictan según van apareciendo figuras en la pantalla. La obediencia automática se ha convertido en un pasatiempo de masas industrial. A vueltas con la dimensión estética y las implicaciones sociopolíticas de los videojuegos, con una erudición sabiamente salpimentada de amenidad y comandada por una acreditada solvencia literaria, Justo Navarro debuta en el ensayo con un texto lleno de conexiones inesperadas e intuiciones agudísimas, que aborda un terreno poco explorado en el ámbito hispánico con ánimo indagador y documentada seriedad. Mundo virtual y mundo real, teoría política y ejercicios de comparatismo, reflexiones sobre lenguaje e interactividad: un volumen fundacional e imprescindible.