Nueva traducción de "El hombre en busca de sentido". El doctor Frankl, psiquiatra y escritor, suele preguntar a sus pacientes aquejados de múltiples padecimientos: «¿Por qué no se suicida usted? Y muchas veces, de las respuestas extrae una orientación para la psicoterapia a aplicar: a éste, lo que le ata a la vida son los hijos; al otro, un talento, una habilidad sin explotar; a un tercero, quizás, sólo unos cuantos recuerdos que merece la pena rescatar del olvido. Tejer estas tenues hebras de vidas rotas en una urdimbre firme, coherente, significativa y responsable es el objeto con que se enfrenta la logoterapia. En esta obra, Viktor E. Frankl explica la experiencia que le llevó al descubrimiento de la logoterapia. Prisionero, durante mucho tiempo, en los desalmados campos de concentración, él mismo sintió en su propio ser lo que significaba una existencia desnuda. ¿Cómo pudo él que todo lo había perdido, que había visto destruir todo lo que valía la pena, que padeció hambre, frío, brutalidades sin fin, que tantas veces estuvo a punto del exterminio, cómo pudo aceptar que la vida fuera digna de vivirla? El psiquiatra que personalmente ha tenido que enfrentarse a tales rigores merece que se le escuche, pues nadie como él para juzgar nuestra condición humana sabia y compasivamente. Las palabras del doctor Frankl alcanzan un temple sorprendentemente esperanzador sobre la capacidad humana de trascender sus dificultades y descubrir la verdad conveniente y orientadora.
La historia de un prisionero polaco y una judía que se enamoraron en el campo de exterminio. Un hecho real, inexplicable e injustamente olvidado, que la periodista Francesca Paci reconstruye por primera vez a través de fuentes extraídas de los archivos del Museo Estatal de Auschwitz, documentos de la época y conversaciones con los pocos testigos de esta historia de amor que siguen vivos.Mala Zimetbaum era una joven encantadora, culta y carismática. Hablaba varios idiomas y las SS la eligieron como intérprete y traductora. Una mujer de gran generosidad, que ayudaba en todos los sentidos a sus compañeros de prisión.Edek, Edward Galin'ski, era una persona fuera de lo común: uno de los primeros deportados a Auschwitz-Birkenau. Fue testigo del nacimiento y crecimiento de la máquina de genocidio, pero nunca se dio por vencido.En 1944, aunque el Tercer Reich se aproximaba a la derrota, en los campos de exterminio la masacre continuaba. En este entorno Edek y Mala, enamorados, van al encuentro de su destino.«Mala y Edek se quedan solos, de nuevo solos bajo las estrellas; es la primera noche que pasan juntos, dos veinteañeros que han visto un infierno cada vez más sediento de sangre y que han salido de él cogidos de la mano. El lager donde estabanencerrados hasta hace pocas horas es el pasado. Delante se alza la oscura silueta de los Beskid Ma#y que deben empezar a subir en cuanto salga el sol, momento en el que tendrán que ponerse de nuevo en marcha.»