En Latinoamérica, como en el resto del mundo, la política económica defendida y aplicada por las instituciones internacionales de préstamo ha agudizado las desigualdades sociales y para su implantación ha sido preciso destruir los movimientos sociales organizados. Petras y Vieux explican con detalle el impacto de esta política en varios países latinoamericanos sobre el crecimiento económico, el bienestar social y sus consecuencias sobre el poder político y social. "En todos estos casos, incluso en aquellos que, como México, se han presentado como modelo de éxito, la situación ha empeorado". James Petras y Steve Vieux son profesores de la universidad del estado de Nueva York, Binghampton. Petras es además miembro del Tribunal Bertrand Rusell de los derechos humanos y colaborador habitual de New Left Review, Le Monde Diplomatique y El Mundo. Es autor de una veintena de libros, entre ellos Empire or Republic? y Latin America in time of colera.
¿Cuáles son las razones de la crisis económica planetaria? ¿Su origen está en la industria o en las finanzas? ¿Cuánto han incidido los comportamientos irresponsables de las oligarquías económicas y financieras? ¿Es justo invocar una regulación externa, política, de unas empresas y unos mercados que han fracasado en sus tareas? ¿Está reapareciendo un capitalismo de Estado? ¿El papel de motor de la economía mundial de Estados Unidos está realmente agotado? Al responder las preguntas que en estos días todos nos planteamos, el economista Giulio Sapelli señala las causas próximas y los efectos de largo plazo, llamando la atención sobre las soluciones neoproteccionistas y resaltando, sin concesiones populistas, la necesidad de una nueva ética de la competencia. Dado que en los últimos veinte años la colosal y progresiva transferencia de riqueza desde la ganancia hacia la renta financiera ha provocado una gravísima distorsión de la economía a escala planetaria, es preciso recomenzar a partir del reequilibrio entre ahorro e inversión. Solo el riesgo empresarial, productor de innovación en el interior de un mercado global autorregulado, puede devolver el aliento a una economía hasta ahora expuesta dramáticamente a una concepción distinta del riesgo: la temeridad de quien ha operado con ingentes capitales para hacer crecer el valor de sus propias stock options, determinando alzas irracionales de las Bolsas y vendiendo las mismas deudas a través de vehículos financieros carentes de transparencia. La lucha contra la corrupción y la implantación en la práctica capitalista de un nuevo modelo de riesgo son hoy medidas imprescindibles si queremos superar el actual crack económico.
«El capital es trabajo muerto que sólo se reanima, a la manera de un vampiro, al chupar trabajo vivo, y que vive tanto más cuanto más trabajo vivo chupa.» He aquí la versión manga de esta obra cumbre de recobrada vigencia que invita a «seguir a los propietarios del dinero y de la fuerza de trabajo al lugar oculto de la producción [donde] descubriremos el secreto de la obtención de beneficios». Karl Marx (1818-1883), filósofo, científico social, historiador y revolucionario, es sin lugar a dudas uno de los pensadores más influyentes de los dos últimos siglos. Su desarrollo del materialismo dialéctico alumbró el nacimiento del socialismo y el comunismo modernos.
¿Cómo puede México salir de un estancamiento económico en el que ha estado sumido en las tres últimas décadas? Ofrece una agenda alternativa para las políticas económicas.
La banca armada, más de 450 entidades financieras de 35 países de todo el mundo, han financiado con 821.659 millones de dólares en el período 2013-18 a 36 empresas de armas, conformando la banca armada internacional. En esta publicación puedes acceder a información específica de los diferentes tipos de financiación que bancos, aseguradoras e inversoras utilizan para ayudar a la industria militar. ¿Sabes si tu banco financia armas nucleares, bombas de racimo, aviones militares, misiles, buques de guerra, tanques, fusiles, municiones? Una de cada cuatro armas no existirían de no ser por la financiación que las industrias militares reciben de los bancos. Con tu dinero se pueden estar financiando armas y es muy probable que estas estén siendo utilizadas en la guerra. El negocio de las armas genera una economía que se beneficia de la militarización, del armamentismo y de la guerra. Tu banco elige qué hacer con tu dinero. Lo puede dedicar a alimentar los arsenales de medio mundo, o puede dedicarlo a financiar proyectos de desarrollo sostenible y de promoción de la paz y los derechos humanos. Tú eliges, ¿banca arm