A finales de 2009 la Unión Europea se estaba enfrentando a una prueba decisiva. Con la aprobación del Tratado de Lisboa nacía una Unión con mayor capacidad de acción colectiva. Sin embargo, la crisis de la deuda puso pronto a prueba las potencialidades del nuevo sistema institucional y las dificultades no solo para adoptar posiciones comunes sino para coordinar las diferentes estrategias nacionales. Desde entonces, se han sucedido vacilaciones, avances y retrocesos que, en balance, han cuestionado los límites del actual modelo de Lisboa. En el informe se analiza la actividad de la UE durante 2010 y el primer semestre de 2011, en medio de la crisis más grave desde la II Guerra Mundial. Se subrayan los cambios en los planes y programas producidos por la crisis económica, así como las debilidades estructurales del sistema actual. También se analizan las consecuencias de la actividad de las Instituciones Comunitarias para la Ciudadanía Europea (ampliación de derechos y obligaciones, así como nuevos cauces de participación política) y se definen escenarios futuros y recomendaciones, con el fin de superar la situación actual.
Aunque el imperialismo es un fenómeno político y económico, no cabe obviar la educación, la literatura o el arte como espacios donde tienen lugar relaciones de clase ligadas al imperio. Este libro pretende dar cuenta de las realidades imperiales básicas y proporcionar un marco no sólo para la comprensión de la economía política de los imperios, sino para la formulación de estrategias y acciones dirigidas a derrocar el imperialismo y sustituirlo por una economía política favorable a la igualdad social y nacional.
La labor -crucial- de Menger en la historia del pensamiento económico se desarrolló en una doble vertiente. Por un lado, en el enfoque subjetivista e individualista -el individualismo metodológico- de la teoría del valor y de los precios y, en general, de las diversas categorías económicas. Fruto de este enfoque fueron sus Principios de Economía Política que, junto con la Theory of Political Economy de Jevons (Walras vino más tarde), constituyeron el arranque de lo que se ha dado en llamar la revolución marginalista en teoría económica. La otra gran aportación de Menger fue su defensa de la teoría frente a las dominantes corrientes positivistas e historicistas. Su lúcida participación en la gran polémica sobre el método -la Methodenstreit- se concretó en uno de los más sugestivos libros sobre metodología de las ciencias sociales, sus famosas Untersuchungen. En palabras de Hayek, para los historiadores resulta incuestionable que la posición poco menos que excepcional alcanzada por la Escuela Austriaca en el proceso del desarrollo de la Economía política se debe casi en su totalidad a los fundamentos sobre los que la asentó este gran economista, aunque la fama de la Escuela cara al exterior y el desarrollo de algunas partes esenciales del sistema se debieran a sus brillantes seguidores como Eugen von Böhm-Waberk, Friedrich von Wieser, Ludwig von Mises [y el propio Hayek]. En relación concretamente con la presente obra, Knut Wicksell no dudó en afirmar que "desde los Principios de Ricardo ninguna obra ha tenido tan gran influencia sobre el desarrollo de la ciencia económica como los Principios de Menger".
Karl Polanyi muestra como las sociedades humanas han estado estructuradas por tres formas de relación ocioeconómica, repetidas en sistemas distintos a lo largo de la historia de la humanidad: la redistribución, el intercambio y la reciprocidad...
Small is beautiful se publicó por primera vez en 1998. Más de veinte años después, sigue siendo un texto de una plena vigencia, que ha demostrado ser capaz de anticipar muchos de los debates que, con el tiempo, se situarían en el ojo del huracán. Con una gran precisión y lucidez, Steven Gorelick reúne aquí una serie de reflexiones, respaldadas por numerosos ejemplos y datos, que demuestran la gran dependencia de las grandes empresas respecto de subvenciones, ayudas y exenciones fiscales, laborales y ambientales, sin las cuales las megacorporaciones globales no serían competitivas ni eficientes, y la peligrosa destrucción social, económica y ambiental que causan estas empresas. ¿Sabemos cómo nuestros impuestos se destinan a impulsar la concentración económica en las grandes multinacionales? ¿Somos conscientes de cómo esto afecta al tejido económico local, al empleo y a la utilización de los recursos naturales? Estamos a tiempo de poner en entredicho la presunción de que ?cuanto más grande, mejor? y empezar a comprender que, en definitiva, ?lo pequeño es hermoso?.