Con ánimo de apostar por un aprendizaje realmente significativo, se recurre a un instrumento susceptible de presentar historias semejantes a las vividas por los escolares destinatarios, y hacerlo además en clave lúdica. El Álbum de Cromos, dirigido a 4º de Educación Primaria, desarrolla cuatro grandes áreas, desglosadas en 12 temas: ·Autoestima: respeto hacia uno mismo, afrontar los desafíos ·Habilidades para la vida: manejar la tensión, relacionarse, tomar decisiones ·Drogas: medicamentos, alcohol, tabaco ·Hábitos saludables: actividad y descanso, alimentación, seguridad, higiene. Cada uno de estos temas se proyecta sobre los tres escenarios de la socialización infantil (escuela, familia, barrio). Da lugar así a 36 historias diferentes, para cada uno de los cuatro cursos a los que el Programa se dirige (3º, 4º, 5º y 6º), haciendo un total de 144 momentos educativos. Todos ellos responden al mismo esquema conceptual, posibilitando una progresión en espiral a lo largo de la etapa.
Con ánimo de apostar por un aprendizaje realmente significativo, se recurre a un instrumento susceptible de presentar historias semejantes a las vividas por los escolares destinatarios, y hacerlo además en clave lúdica. El Álbum de Cromos, dirigido a 3º de Educación Primaria, desarrolla cuatro grandes áreas, desglosadas en 12 temas: Autoestima: respeto hacia uno mismo, afrontar los desafíos. Habilidades para la vida: manejar la tensión, relacionarse, tomar decisiones. Drogas: medicamentos, alcohol, tabaco. Hábitos saludables: actividad y descanso, alimentación, seguridad, higiene. Cada uno de estos temas se proyecta sobre los tres escenarios de la socialización infantil (escuela, familia, barrio). Da lugar así a 36 historias diferentes, para cada uno de los cuatro cursos a los que el Programa se dirige (3º, 4º, 5º y 6º), haciendo un total de 144 momentos educativos. Todos ellos responden al mismo esquema conceptual, posibilitando una progresión en espiral a lo largo de la etapa.
Desde la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Valencia se han potenciado en los últimos años los programas de movilidad, especialmente el de América Latina entre los estudiantes de las titulaciones de Educación Social, Pedagogía y Psicopedagogía. El objetivo principal del programa ha sido, sin quitarle ninguna importancia a la cuestión disciplinar, el compromiso del alumnado con el proyecto de cooperación y el aprendizaje que de ahí podría extraer a partir de su preparación y su análisis, en la línea de la metodología del aprendizaje-servicio. Este libro se compone de dos bloques, el primero recoge las experiencias del programa a través de relatos de viajes de estudiantes y profesores que participaron en el programa de América Latina y el segundo se reflexiona s obre la cooperación y movilidad.
La elección de Ángela de la Cruz como artista para trabajar con niños y niñas hospitalizados, se debe al carácter dinámico, vitalizador, de su obra. Una obra que tiene como foco principal el proceso, no el resultado, y que, más allá de suponer un trabajo de imaginación, se desarrolla plenamente en lo real. Una obra que nos invita a pensar en cómo la destrucción del soporte pictórico (el lienzo) se ha convertido en un punto de inflexión en el proceso de creación, gracias al cual se inicia un recorrido de reconfiguración, de búsqueda de nuevos límites y referentes. Nos interesa sobre todo observar cómo las obras son en realidad objetos construidos a partir de una acción (deshacer, romper, arrugar, estrujar, cortar, desgarrar, desmembrar, etc.) ejercida sobre ellas, que surge como respuesta a una fractura en lo personal para desplazarse después al material (lienzo, pintura?). A partir de aquí el plano pictórico se quiebra. La ruptura del soporte da lugar a un espacio a medio camino entre la pintura y la escultura; a un lugar ambiguo y desconocido en el que la incertidumbre pasa a ser el motor de la acción. De esta forma, frente a la rutina aparece la sorpresa, frente al hábito la transgresión, frente a lo ya sabido el riesgo; pero, sobre todo, frente a lo inesperado, irrumpe con fuerza la adaptación creadora. Su obra es más una huella, un resto o un indicio, que un producto terminado con un fin netamente artístico. Un objeto que nos habla de una discontinuidad, de un quiebro en el camino; pero también de algo que en ocasiones resulta imprescindible en la tarea de dar sentido a lo incomprensible, y cuya transcendencia puede llegar a ser mayor que la de lo que se tiene por cierto y verdadero. La experiencia artística a la que nos remite esta artista, como más adelante veremos, tiene mucho que ver con lo que sucede cuando se trabaja con niños y niñas hospitalizados/as.dos.
Libro de gran formato, con bonitas ilustraciones y pegatinas, que ayuda al niño a aprender las normas de educación vial de una forma sencilla y amena.
Con ánimo de apostar por un aprendizaje realmente significativo, se recurre a un instrumento susceptible de presentar historias semejantes a las vividas por los escolares destinatarios, y hacerlo además en clave lúdica. El Álbum de Cromos, dirigido a 4º de Educación Primaria, desarrolla cuatro grandes áreas, desglosadas en 12 temas: ·Autoestima: respeto hacia uno mismo, afrontar los desafíos ·Habilidades para la vida: manejar la tensión, relacionarse, tomar decisiones ·Drogas: medicamentos, alcohol, tabaco ·Hábitos saludables: actividad y descanso, alimentación, seguridad, higiene. Cada uno de estos temas se proyecta sobre los tres escenarios de la socialización infantil (escuela, familia, barrio). Da lugar así a 36 historias diferentes, para cada uno de los cuatro cursos a los que el Programa se dirige (3º, 4º, 5º y 6º), haciendo un total de 144 momentos educativos. Todos ellos responden al mismo esquema conceptual, posibilitando una progresión en espiral a lo largo de la etapa.
Con ánimo de apostar por un aprendizaje realmente significativo, se recurre a un instrumento susceptible de presentar historias semejantes a las vividas por los escolares destinatarios, y hacerlo además en clave lúdica. El Álbum de Cromos, dirigido a 3º de Educación Primaria, desarrolla cuatro grandes áreas, desglosadas en 12 temas: Autoestima: respeto hacia uno mismo, afrontar los desafíos. Habilidades para la vida: manejar la tensión, relacionarse, tomar decisiones. Drogas: medicamentos, alcohol, tabaco. Hábitos saludables: actividad y descanso, alimentación, seguridad, higiene. Cada uno de estos temas se proyecta sobre los tres escenarios de la socialización infantil (escuela, familia, barrio). Da lugar así a 36 historias diferentes, para cada uno de los cuatro cursos a los que el Programa se dirige (3º, 4º, 5º y 6º), haciendo un total de 144 momentos educativos. Todos ellos responden al mismo esquema conceptual, posibilitando una progresión en espiral a lo largo de la etapa.
Desde la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad de Valencia se han potenciado en los últimos años los programas de movilidad, especialmente el de América Latina entre los estudiantes de las titulaciones de Educación Social, Pedagogía y Psicopedagogía. El objetivo principal del programa ha sido, sin quitarle ninguna importancia a la cuestión disciplinar, el compromiso del alumnado con el proyecto de cooperación y el aprendizaje que de ahí podría extraer a partir de su preparación y su análisis, en la línea de la metodología del aprendizaje-servicio. Este libro se compone de dos bloques, el primero recoge las experiencias del programa a través de relatos de viajes de estudiantes y profesores que participaron en el programa de América Latina y el segundo se reflexiona s obre la cooperación y movilidad.
La elección de Ángela de la Cruz como artista para trabajar con niños y niñas hospitalizados, se debe al carácter dinámico, vitalizador, de su obra. Una obra que tiene como foco principal el proceso, no el resultado, y que, más allá de suponer un trabajo de imaginación, se desarrolla plenamente en lo real. Una obra que nos invita a pensar en cómo la destrucción del soporte pictórico (el lienzo) se ha convertido en un punto de inflexión en el proceso de creación, gracias al cual se inicia un recorrido de reconfiguración, de búsqueda de nuevos límites y referentes. Nos interesa sobre todo observar cómo las obras son en realidad objetos construidos a partir de una acción (deshacer, romper, arrugar, estrujar, cortar, desgarrar, desmembrar, etc.) ejercida sobre ellas, que surge como respuesta a una fractura en lo personal para desplazarse después al material (lienzo, pintura?). A partir de aquí el plano pictórico se quiebra. La ruptura del soporte da lugar a un espacio a medio camino entre la pintura y la escultura; a un lugar ambiguo y desconocido en el que la incertidumbre pasa a ser el motor de la acción. De esta forma, frente a la rutina aparece la sorpresa, frente al hábito la transgresión, frente a lo ya sabido el riesgo; pero, sobre todo, frente a lo inesperado, irrumpe con fuerza la adaptación creadora. Su obra es más una huella, un resto o un indicio, que un producto terminado con un fin netamente artístico. Un objeto que nos habla de una discontinuidad, de un quiebro en el camino; pero también de algo que en ocasiones resulta imprescindible en la tarea de dar sentido a lo incomprensible, y cuya transcendencia puede llegar a ser mayor que la de lo que se tiene por cierto y verdadero. La experiencia artística a la que nos remite esta artista, como más adelante veremos, tiene mucho que ver con lo que sucede cuando se trabaja con niños y niñas hospitalizados/as.dos.
Libro de gran formato, con bonitas ilustraciones y pegatinas, que ayuda al niño a aprender las normas de educación vial de una forma sencilla y amena.