Ir al contenidoDiarios, cartas y diarios de navegación
Dentro de la obra genial y atormentada de Franz Kafka, los trece cuadernos que componen sus Diarios constituyen un documento excepcional para el conocimiento de la enigmática personalidad del gran escritor checo. Iniciados en 1910 y continuados ininterrumpidamente hasta un año antes de su muerte, estos Diarios, no destinados a la publicación, y en los que Kafka volcó sus más íntimos secretos, frustraciones y deseos, contienen una de las confesiones más hirientes que ha producido la literatura europea del siglo XX.
rosa luxemburg pasó tres años y cuatro meses en la cárcel durante la primera guerra mundial. completamente aislada del mundo exterior, sólo recibía libros y cartas previamente censurados. una vez al mes recibía una visita bajo vigilancia estricta. aún as
Durante muchos años este volumen llevó el título de Mundo es, inspirado en la Celestina. Pero unos meses antes de entrar en astilleros pasó a ser El buen suceso, hasta que, en el último minuto, recuperó el suyo primitivo. Si se observan atentamente, los títulos de todas y cada una de las veintiuna entregas de este Salón de pasos perdidos han sido variaciones sobre un mismo tema, y no es infrecuente que se hayan cambiado durante el proceso de escritura o corrección, sin que importe mucho, porque tratan de recoger el propósito con que fueron escritas, siempre el mismo: relatar la vida de una manera más o menos curiosa, sin destruir las sombras, y al revés, ocuparse de las sombras, llegado el caso, sin destruir la luz a cuyo lado existen. Horas non numero nisi serenas («Sólo marco las horas apacibles») es el lema o leyenda de un reloj de sol. El espejo que se ha paseado por los caminos en estos libros es en realidad como ese viejo reloj, y su autor, alguien que querría que se reflejaran en ellos sólo hechos apacibles, aquellos que, pasados los años, hubiera querido revivir. Called back («Me piden que regrese») escribió Emily Dickinson a una de sus primas poco antes de morir, y esas son las dos palabras que, a modo de epitafio, figuran en su tumba. Descritos de ese modo, los adioses, convertidos en bienvenida, no duelen tanto. Called back: este es el buen suceso, el reencuentro del pasado y el futuro en un presente sucesivo («mundo es, pase, ande su rueda, rodee sus alcaduces, unos llenos, otros vacíos»), más allá de tristezas y alegrías, de felicidad y desventura. La secreta esperanza de reunirnos con algo o alguien querido. Como también se ha reiterado en estos libros: «Vive de tal modo que tu muerte sea una injusticia». Y así, las cosas que acontecen conforme al arte, a ciencia y conciencia, nunca dejan de estar aconteciendo, tal y como sucede con las horas serenas. Todo lo demás no existe. Quiere decirse que lo demás queda fuera de estos libros, detrás de un cielo encapotado que hace del mundo un lugar plomizo e irrelevante, sin luces ni sombras. Andrés Trapiello nació en 1953 en Manzaneda de Torío, León. Desde 1975 vive en Madrid. Es autor de las novelas La tinta simpática (1988), El buque fantasma (1992), La malandanza (1996), Días y noches (2000), Los amigos del crimen perfecto (2003), Al morir don Quijote (2004), Los confines (2009), Ayer no más (2012) y El final de Sancho Panza (2014); de un libro sobre el maquis en Madrid, La noche de los Cuatro Caminos (2001), y de un diario titulado Salón de pasos perdidos, del que lleva publicadas, con esta, veintiuna entregas, aparecidas todas ellas en la editorial Pre-Textos. Como ensayista ha publicado, entre otros, Las vidas de Miguel de Cervan tes (1993), Las armas y las letras. Literatura y guerra civil (1936-1939) (1994, 2010), Los nietos del Cid. La nueva edad de oro (1898-1914) (1997), El arca de las palabras (2006) e Imprenta moderna. Tipografía y literatura (1874-2005) (2006). Es autor asimismo de una traducción del Quijote al castellano actual (2015). Sus cuatro primeros libros de poemas se han reunido en Las tradiciones (1991), volumen al que siguieron Acaso una verdad (Pre-Textos, 1993), Rama desnuda (2001), Un sueño en otro (2004) y Segunda oscuridad (2012).
Verónica Macedo nos presenta un diario íntimo de sus experiencias como payasa de hospital, que a su vez se convierte en una guía para navegantes. Es un generoso manual para todas las personas que, como ella, desean darse a su profesión. En el libro encontramos la descripción de algunas intervenciones en hospitales y encontramos también las reflexiones y el seguimiento de algunos casos. Esto lo convierte en una herramienta eficaz para todas las personas que desean dedicarse, o ya lo hacen, a este trabajo apasionante, el de payaso de hospital.
Nos hallamos ante uno de los documentos más hermosos de la literatura española del siglo xx: la colección inédita de cartas escritas por el poeta Pedro Salinas, uno de los máximos exponentes de la generación del 27, a la profesora estadounidense Katherine Whitmore, a quien conoció en el verano de 1932 y que, a lo largo de quince años, se convirtió en la destinataria de más de trescientas cartas. El amor que surgió entre ambos se plasmó en esas páginas, donde la voz de Salinas, poderosa y vibrante, suple con creces la ausencia de las misivas de Katherine Whitmore, que no han llegado hasta nuestros días. El epistolario arroja nueva luz sobre los poemarios amorosos más conocidos de Salinas, sobre las siempre difíciles relaciones entre el mundo poético y el mundo real, y abre una nueva dimensión en la obra saliniana, complementaria a la de su poesía.
Una narració commovedora, un testimoni únic de la guerra de Síria «Em dic Míriam i tinc tretze anys. Vaig créixer a Jabal Saydé, el barri d'Alep on vaig néixer. Un barri que ja no existeix. Tinc por d'oblidar aquelles imatges, aquella ciutat que va desaparèixer, aquell món que va sucumbir al caos.» «Un dia, quan era molt petita, el pare em va dir: "Alep és l'estrella de la terra". I era veritat. Alep era un paradís, era el nostre paradís.» «Hi ha qui conserva fotografies o pel·lícules, d'altres guarden joguines, peluixos o vestits. Objectes que els recorden el passat. A mi, de la meva infantesa, només em queda això. Una petita capsa abonyegada.» Amb només set anys Míriam comença a escriure un diari: des dels seus ulls de nena anirà descrivint la seva vida a Alep, ciutat Patrimoni de la Humanitat, i com el front de la guerra de Síria es va acostant fins que tota la seva família haurà de marxar per l'amenaça imminent d'Estat Islàmic. Premi d'assaig dels lectors de L'Express-BFMTV 2017. "Editat amb el suport del Departament de Cultura de la Generalitat"
«Cogí una chaqueta, una brújula y una bolsa de lona con lo imprescindible. Mis botas eran tan sólidas y nuevas que confiaba en ellas. Tomé el camino más directo a París, firmemente convencido de que si iba a verla a pie, ella seguiría con vida.» En el invierno de 1974 el cineasta Werner Herzog emprende un viaje en solitario de Munich a París donde lo espera Lotte Eisner, historiadora y crítica de cine. Un acto de amor que, según Herzog, serviría para mantener con vida a su gran amiga enferma. Durante esta monumental odisea el cineasta documenta todo lo que ve: bosques, tormentas, nieve, aldeas desiertas y pueblos deshabitados. El relato se compone de reflexiones sobre la soledad fría y absoluta, sobre el mito del viaje como peregrinación heroica y ofrece una continuidad con su obra cinematográfica haciéndonos testigos del origen de su proceso creativo. Werner Herzog (pseudónimo de Werner Stipetic), nació en Munich en 1942. Autodidacta, vivió en los Estados Unidos, en Grecia y en África. Es sin duda uno de los mejores cineastas contemporáneos, Aguirre, la cólera de Dios o Fitzcarraldo llevan su firma.