descripcion PEQUEÑA DESCRIPCIÓN Nadia nos cede un año de su vida contado en su diario, en el que acontecen día tras día sucesos de lo más variopintos, siempre con un toque de humor, de cómo una chica de 27 años debe afrontar los pormenores del amor y la
El intercambio epistolar entre Mario Conde, un hombre que llegó a la cumbre y después bajó a los infiernos y el joven Luis Valls-Taberner, que encontrará en él a un mentor. Querido Mario,Estoy en un momento en el que no sé exactamente lo que quiero hacer con mi vida. Pero sí tengo cada vez más claro lo que no quiero hacer. Ya sabes que me gustaría demostrarme y demostrarte que han sido bien invertidos tus consejos.Luis Querido Luis,Si quieres ser empresario, adelante. Si quieres ser funcionario, adelante. Si tienes vocación de una cosa u otra, adelante. Pero situando lo instrumental en su propio plano. Un empresario de gigantesco éxito en lo material puede ser un hombre fracasado en su dimensión vital. De hecho, este escenario se da con mucha, con demasiada frecuencia. Te dije que en mi vida pasada siempre sostuve que un hombre no son sus cosas, sean la abogacía del Estado, el despacho de abogados, la industria farmacéutica o Banesto; también son cosas la cárcel y los juicios, las condenas y las absoluciones. Así que las cosas se guardan en alacenas, pero no se vive con ellas, no se duerme con ellas, ni se vive para ellas.Mario
Al estallar la Segunda Guerra Mundial, en 1939, la flota alemana apenas disponía de unas pocas unidades listas para el combate. El peso de la guerra, pues, recayó en unos cuantos submarinos, en los buques auxiliares adaptados a objetivos bélicos y en los cruceros ligeros.Entre estos últimos, el que se haría más famoso, llegando a convertirse en una pesadilla para la Marina británica, fue el crucero auxiliar "Atlantis". Camuflado como un inocuo barco mercante, se especializó en atacar a mercantes aliados a lo largo de todos los océanos, llegando a capturar o hundir veintidós de ellos, una hazaña no igualada por ningún otro navío.Al mando iba el capitán Bernhard Rogge, que a sus dotes como marino y a su excepcional astucia unía un alto sentido del honor y respeto a las leyes internacionales. Tras viajar más de 160.000 kms. en 602 días, el "Atlantis" fue hundido por el crucero británico Devonshire en noviembre de 1941. Toda una leyenda de la Segunda Guerra Mundial.
Es el 25 de agosto de 1877, y en el seno de la familia Burton se recibe con sorpresa una carta a nombre de la hija pequeña, Mabel Amy Burton. Está firmada por un tal C. L. Dodgson, que afirma ser el autor de «un librito» titulado Alicia en el país de las maravillas, que desea regalarle a Mabel. Cuando la señora Harriet Burton, entre desconcertada y emocionada por ese singular y eminente personaje, da su autorización, se inicia una correspondencia entre sus dos hijas y ese «extraño gentleman», como lo describiría la pequeña Mabel, de ocho años, tras su primer encuentro con él durante un paseo por la playa. Estas cartas, acompañadas del texto de Carroll Ocho o nueve palabras sabias sobre la escritura de cartas, y de facsímiles y fotografías inéditas, conforman los restos de una de las relaciones más duraderas y estudiadas del famoso creador de Alicia y fotógrafo de niñas.
Se trata de una travesía por el Atlántico en solitario y en sentido Oeste-Este, en contra de los vientos alisios, desde Buenos Aires hasta El Hierro. Román Sánchez nos explica sus peripecias de forma amena y divertida haciendo que el lector se sienta embarcado en su viaje y en el velero Finisterre, su fiel amigo y compañero de fatigas. Numerosas dificultades se interpusieron al avance del Finisterre, desde la incomprensible burocracia de los funcionarios de aduanas en la costa brasileña, a un naufragio, pasando por temporales y misteriosas vias de agua que es necesario achicar con gran esfuerzo. Román consigue superar con mayor o menor fortuna todos los problemas. La obra describe con detalle los lugares por los que transcurre la navegación, así como las relaciones con sus habitantes y con los demás navegantes con los que se encuentran. El autor no sólo narra las aventuras de esta travesía sino que, además, anima al lector a seguir sus pasos, a olvidar las "ventajas" de la civilización y a lanzarse a la vida en el mar. La decisión de partir no es tan difícil, lo importante es la voluntad de llevarla a cabo (incluso con poco dinero). Escrita con un estilo fresco y fácil de leer, esta obra gustará tanto a los amantes de los libros de viajes y aventuras, como a los aficionados a la navegación.
El escritor, que antaño lo era sobre todo de versos, se ha desdoblado a la hora de crear Los hombres intermitentes en un narrador y un lírico. El primero se ejercita en la concadenación de retazos autobiográficos que aquí y allá componen secuencias de relato breve; el segundo ha puesto las imágenes, así como una especial intensidad en la expresión. La prosa serena, concisa, exacta, pertenece por igual al empeño de ambos. No es el valor testimonial de las escenas, sino su significación simbólica, esto es, el jugo poético que el escritor se afana por extraer de cada una de ellas, lo que en fin de cuentas otorga a este libro su verdadera y esencial personalidad. El paisaje postrero de su libro no está comprendido dentro de los límites de la memoria. Es, más bien, un modo de combinar el humor surrealista con elementos de la vida actual del escritor. Es una gota de crítica social. Es un puñado de invenciones curiosas con las que Irazoki compone un remedo irónico de biografía. (Del Prólogo de Fernando Aramburu) Francisco Javier Irazoki (Lesaka, Navarra, 1954) fue miembro del grupo surrealista CLOC. En 1992, la Universidad del País Vasco publicó, con el título de Cielos segados, una recopilación de la poesía de Irazoki en la que se incluían sus obras Árgoma, Desiertos para Hades y La miniatura infinita. Desde 1993 reside en París, donde cursa diversos estudios musicales.
Edició del diari de Camil Cava Balcells on relata, des de Balaguer, els esdeveniments que van succeir en un període tan convuls i complicat com va ser la Guerra Civil Espanyola.