Descubrimiento y exploración geográficas



LA RUTA DEL TÉ
Durante tres años Catherine Bourzat y Laurence Mouton han realizado una larga investigación por todo el continente asiático, recorriendo las extensas plantaciones de té de Sri Lanka, India, Taiwán, China, Japón y Birmania, para explorar la ruta comercial de esta planta, sus orígenes y el entorno en el que se cultiva. Hoy en día, pese a ser la segunda bebida que más se consume en el mundo, el té sigue siendo en muchos aspectos desconocido. En este libro, concebido como un diario de viaje ilustrado, las dos exploradoras revelan algunas de las sorpresas que esta caprichosa planta depara a quienes la cultivan, los detalles de su manufactura y la alquimia que producen sus múltiples sabores. Anécdotas, leyendas, recetas insólitas y relatos de primera mano de agricultores, comerciantes, aficionados y expertos en la materia nos permite descubrir el fascinante mundo del té. La ruta del té es una auténtica obra de referencia y un fascinante viaje a los orígenes de esta mitológica y enigmática planta.

LUGARES QUE NO CAMBIAN
A pesar de que este libro nos lleva de uno a otro confín del mundo, de los lugares más familiares a los más exóticos, y es el testimonio de un viajero constante y experimentado como Eduardo Jordá, el paso del tiempo es más importante en él que el recorrido por el espacio. Y si la memoria es inventiva y traicionera, ¿qué puede ser la imaginación alimentada por las lecturas?

LAS TIERRAS DEL CAZEMBE
Cuando a mediados del siglo XIX se reciben en Inglaterra numerosas cartas de Livinsgtone en que habla de la región del cazembe, en el África Central, la Sociedad Geográfica encarga al viajero y filólogo Richard Burton la edición de los viajes que los portugueses había realizado en el siglo anterior a esa región del continente negro. La obra más importante es el viaje de Francisco José María de Lacerda, un portugués nacido en Pará de Bahía (Brasil) que viaja en 1798 desde Portugal hasta Angola con el objetivo de cruzar el continente negro. El relato de Lacerda, que fallece en el viaje, es sin duda el más importante de los tres textos contenidos en este libro, y la versión inglesa de Burton, de la que se ha llevado a cabo esta traducción al español, da como resultado una obra extraordinaria.