Aventuras y observaciones sobre la costa oeste de África y sus islas (1860), responde a las indagaciones, reflexiones y experiencias vividas por Thomas en los países e islas que visitó durante su estadía en la costa oeste africana: Marruecos, Gambia, Sierra Leona, Liberia, Ghana, las costas de Benín, Nigeria, Guinea y Fernando Poo, Islas de Cabo Verde, Islas Canarias y Madeira. Su condición de clérigo le orilla a examinar el «estado moral» de las Islas y el diagnóstico no resulta del todo halagador para la burguesía canaria de la época. El estado de la religión en Canarias tampoco escapa al escrutinio del capellán Thomas, tanto por su condición de clérigo como por su evidente actitud anticatólica. Lo dicho por Thomas en poco difiere de la visión de otros clérigos que nos visitaron en aquella época. Para Thomas, la sociedad canaria y su idiosincrasia se resumen en que «La gente de estas islas, excepto la aristocracia, que se educa en España, y los funcionarios del gobierno, que son en su mayoría de la madre patria, es muy pobre por lo general, muy hospitalaria, muy ignorante, muy honesta, muy sucia y muy religiosa».