La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica, cuya incidencia ha aumentado notablemente en las últimas décadas. Es un motivo frecuente de consulta en Atención Primaria, especialmente en Pediatría, de ahí la importancia que para el médico de Atención Primaria tiene el conocimiento de dicha patología, a fin de realizar un diagnóstico correcto y prescribir un tratamiento adecuado. La dermatitis atópica tiene un impacto considerable en la calidad de vida tanto del paciente como de su familia. Uno de los principales problemas que se presentan con frecuencia en el manejo de los pacientes con DA es el incumplimiento del tratamiento, ya que al observar que los tratamientos no consiguen evitar la aparición de nuevos brotes, los pacientes se vuelven escépticos y en muchas ocasiones los abandonan e incluso buscan terapias en la medicina alternativa. Por lo tanto, es indispensable establecer una buena relación entre el médico y el paciente. Otro problema frecuente es la corticofobia; la mayoría de pacientes no realiza correctamente los tratamientos pautados por miedo a los efectos secundarios. Cuanto mejor estén informados el paciente y sus familiares mejor será la adherencia al tratamiento y mejores los resultados obtenidos. De ahí la importancia de los programas de educación para padres y pacientes.
La dermatoscopia es una técnica diagnóstica «in vivo», no invasiva, que permite la visualización de características morfológicas que no son visibles con la inspección ocular. Cuando visualizamos una lesión cutánea con el dermatoscopio debemos realizar un análisis siguiendo varias fases y de forma secuencial: primero identificaremos la o las estructuras dermatoscópicas y colores presentes en esa lesión, después analizaremos cómo se distribuyen dentro de la misma y, finalmente, emitiremos mentalmente un diagnóstico de presunción. Estas estructuras dermatoscópicas son el abecedario de la dermatoscopia, los «cimientos» sobre los que debemos construir nuestra formación. Es fundamental identificarlas correctamente e interpretar su significado, tanto clínico como histológico, para poder aumentar nuestra precisión diagnóstica y ayudarnos a la hora de decidir la mejor actitud diagnósticoterapéutica ante cualquier lesión. Por este motivo, decidimos escribir un libro monográfico dedicado exclusivamente a la semiología dermatoscópica. Este es el primero de una serie de libros monográficos que se irán editando bajo la denominación de «Dermatoscopia Práctica». Todas las monografías han sido concebidas con el fin de ayudar en la formación de cualquiera que desee aprender dermatoscopia. Basándonos en nuestra experiencia en esta técnica diagnóstica y para que sean de la máxima utilidad en la práctica clínica diaria, todos los libros estarán estructurados incluyendo conceptos claros y simples y una abundante iconografía.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica, cuya incidencia ha aumentado notablemente en las últimas décadas. Es un motivo frecuente de consulta en Atención Primaria, especialmente en Pediatría, de ahí la importancia que para el médico de Atención Primaria tiene el conocimiento de dicha patología, a fin de realizar un diagnóstico correcto y prescribir un tratamiento adecuado. La dermatitis atópica tiene un impacto considerable en la calidad de vida tanto del paciente como de su familia. Uno de los principales problemas que se presentan con frecuencia en el manejo de los pacientes con DA es el incumplimiento del tratamiento, ya que al observar que los tratamientos no consiguen evitar la aparición de nuevos brotes, los pacientes se vuelven escépticos y en muchas ocasiones los abandonan e incluso buscan terapias en la medicina alternativa. Por lo tanto, es indispensable establecer una buena relación entre el médico y el paciente. Otro problema frecuente es la corticofobia; la mayoría de pacientes no realiza correctamente los tratamientos pautados por miedo a los efectos secundarios. Cuanto mejor estén informados el paciente y sus familiares mejor será la adherencia al tratamiento y mejores los resultados obtenidos. De ahí la importancia de los programas de educación para padres y pacientes.
La dermatoscopia es una técnica diagnóstica «in vivo», no invasiva, que permite la visualización de características morfológicas que no son visibles con la inspección ocular. Cuando visualizamos una lesión cutánea con el dermatoscopio debemos realizar un análisis siguiendo varias fases y de forma secuencial: primero identificaremos la o las estructuras dermatoscópicas y colores presentes en esa lesión, después analizaremos cómo se distribuyen dentro de la misma y, finalmente, emitiremos mentalmente un diagnóstico de presunción. Estas estructuras dermatoscópicas son el abecedario de la dermatoscopia, los «cimientos» sobre los que debemos construir nuestra formación. Es fundamental identificarlas correctamente e interpretar su significado, tanto clínico como histológico, para poder aumentar nuestra precisión diagnóstica y ayudarnos a la hora de decidir la mejor actitud diagnósticoterapéutica ante cualquier lesión. Por este motivo, decidimos escribir un libro monográfico dedicado exclusivamente a la semiología dermatoscópica. Este es el primero de una serie de libros monográficos que se irán editando bajo la denominación de «Dermatoscopia Práctica». Todas las monografías han sido concebidas con el fin de ayudar en la formación de cualquiera que desee aprender dermatoscopia. Basándonos en nuestra experiencia en esta técnica diagnóstica y para que sean de la máxima utilidad en la práctica clínica diaria, todos los libros estarán estructurados incluyendo conceptos claros y simples y una abundante iconografía.