Los trabajos que se incluyen en el volumen VI de esta obra son una buena expresión de las múltiples vertientes que presenta la positivación de los derechos. El constitucionalismo contemporáneo asume los derechos humanos transformándolos en derechos funda
Los derechos de acceso a la información en materia ambiental, de participación en la toma de decisiones y de acceso a la justicia, son básicos para hacer efectiva la justicia ambiental. Este libro presenta, a través de las contribuciones de abogados y académicos de distintos países, españoles y latinoamericanos, un análisis de los obstáculos que encuentran las víctimas de daños ambientales para acceder a la justicia y para obtener una reparación. Las presentaciones por países, relativas a Chile, Costa Rica, Argentina, Panamá, México y Ecuador se completan con uno de los casos, relativo a Brasil, que se han llevado al sistema interamericano de derechos humanos y con otras sobre el caso español y la situación de las vías extraterritoriales de acceso a la justicia en los países de la Unión Europea. La obra es el resultado de una iniciativa conjunta de la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) y del Centro de Estudios de Derecho Ambiental de Tarragona (CEDAT), de la Universidad Rovira i Virgili, con el apoyo de la Red de Abogados para la Defensa Ambiental (RADA).
El trabajo se inicia situando a la robótica en el marco de las denominadas tecnologías emergentes, destacando el significado de estas y los problemas que nos plantean. Continúo señalando los referentes éticos desde los que se examina el desarrollo de est
Tras la Segunda Guerra Mundial los derechos humanos se convirtieron en el fundamento del Derecho en general y del derecho público en particular, cuando tanto las declaraciones internacionales como las constituciones nacionales establecieron los derechos humanos como base de los sistemas jurídicos. El Preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas, firmada el 26 de junio de 1945 en San Francisco, reafirmó "la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres". Tres años más tarde, el Preámbulo de la Declaración Universal de Derechos Humanos señaló que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos equitativos e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Al año siguiente la Ley Fundamental de Bonn (1949) optó por recoger de un modo expreso la misma idea.
Resulta difícil saber cuántas personas desaparecieron durante la guerra civil española y la primera etapa del franquismo, pero se estima que cerca de 300.000 fueron ejecutadas por el bando franquista. Si esta parte de la historia permanece enterrada es porque, desde el inicio de la Transición, se estableció un acuerdo asimétrico entre vencedores y vencidos basado en el perdón y el olvido. La mayoría de las fosas comunes permanecen intactas tengamos en cuenta que España es el segundo país del mundo con mayor número de fosas tras Camboya, muchas personas siguen sin saber qué pasó con sus familiares desaparecidos y siguen impunes los responsables de aquellos hechos, que no dejan de ser crímenes de lesa humanidad. El siglo XX ha estado marcado por crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos tras los que las comunidades buscan mecanismos de justicia transicional que permitan lograr la reconciliación y la convivencia pacífica. Esta es la función de las comisiones de verdad, justicia y reparación que se han puesto en marcha en más de cuarenta países. Analizando algunas de estas experiencias (Argentina, Sudáfrica, Chile, Guatemala, Brasil, Alemania, Francia e Italia), podemos sacar importantes conclusiones sobre cómo se podría crear en España una comisión de la verdad que permita clarificar los crímenes franquistas sin resolver y así lograr, como dice María Garzón en el prólogo, una auténtica reparación que sirva de base para la convivencia pacífica y democrática.
Si la filosofía de Hegel adquirirá más importancia por el universalismo, se debe a que entronca perfectamente con el paso adelante, quizá definitivo, del occidentalismo como proceso ininterrumpido que guía a la humanidad hacia la unidad. Como si, imperce
Un libro que condensa más de treinta años de trabajo de su autor, ciudadano israelí, desde su experiencia como político, funcionario público y activista pacifista en Jerusalén.Meir Margalit es doctor en Historia Israelí Contemporánea por la Universidad de Haifa y profesor en el ONO Academic College. Ha sido concejal de Jerusalén con el partido pacifista Meretz hasta 2014. Cofundador de una de las organizaciones de derechos humanos más destacadas de Israel, el Israeli Committee Against House Demolitions (ICAHD), es actualmente director del Center for Advancement of Peace Initiatives. Es considerado uno de los mayores expertos en el conflicto araboisraelí en Jerusalén.