Como es bien sabido, el derecho es un producto histórico; pero no sólo el derecho privado, también el derecho público. Así lo han demostrado recientes investigaciones dirigidas en España por el Catedrático de derecho romano de la UAM, D. Antonio Fernánd
Henry Sumner Maine, en una página memorable de su Ancient Law (El Derecho antiguo), formula un principio esencial de la evolución jurídica, señalando la existencia de un movimiento progresivo que iría desde el Status hasta el Contrato. En este libro el citado esquema interpretativo queda rectificado de manera parcial, de modo que el desarrollo histórico-jurídico, aplicado ahora con exclusividad al más antiguo Derecho romano, se presenta a los ojos del observador como una trayectoria que, desembocando efectivamente en el concepto de contrato, tiene su origen más exacto en la figura de la donación. Es en ésta donde debe verse la institución primordial de la que surge el resto de los negocios jurídicos de atribución patrimonial, partiendo de un tipo de donación en el que la gratuidad y la unilateralidad se hallan ya matizadas: la denominada donación remuneratoria. La presentación de una teoría jurídica del sacrificio como donación y su incidencia sobre el Derecho penal de los orígenes, así como la reconsideración del dogma del formalismo jurídico tanto en el plano procesal como material, y su relación con el ius gentium (Derecho de gentes), son otras de las aportaciones que el lector encontrará en esta obra, dedicada a las formas elementales de intercambio patrimonial en el Derecho romano.
El Derecho Romano es seguramente la más antigua disciplina universitaria. Es, de hecho, tan antigua como la más antigua de las universidades medievales surgidas a partir del siglo XI: la Universidad de Bolonia. Desde entonces el Derecho Romano no ha deja
La presente obra constituye su Discurso leído el día 20 de enero de 2014, en el acto de su recepción como Académico de Número de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, y la contestación del Profesor Luis Díez Picazo y Ponde de León, a la sazón
El derecho antiguo es una obra clásica en el estudio de la evolución de las sociedades primitivas. Basándose en su conocimiento del derecho romano, y de otros sistemas legales, como el hindú o el primitivo anglosajón y con una metodología historicista, Maine explica el cambio de las instituciones antiguas, su progresiva diferenciación y la aparición de la propiedad privada a partir de las formas colectivas ancestrales. En ella acuña la fórmula que presenta el cambio social como un proceso de individualización desde el status al contrato, que le ha ganado un lugar de honor entre los fundadores de la sociología y la antropología jurídicas. El derecho antiguo es una obra de lectura obligada para todos los especialistas y estudiosos del evolucionismo y su estilo ameno pone la riqueza de su contenido al alcance del público en general.
La experiencia iusprivatística romana constituye una manifestación clásica de la ciencia del derecho, que trasciende el periodo de tiempo en que se produce, para conformar el pilar básico sobre el que se asienta el derecho privado continental europeo. La
Este libro, de carácter puramente instrumental, pretende reivindicar el Derecho romano como aporte fundamental para que el estudiante universitario, más en la distancia, comprenda el dinamismo de los sistemas legales y se familiarice, mediante su aplicación, con las nociones jurídicas más básicas. En ese concepto, basado en la experiencia, el sentido (común) y la tradición que representa el Derecho romano, cada conflicto suscitado y cada supuesto planteado habrán de abrir el paso a la evolución, a la adaptación de las estructuras legales pertinentes. En estos términos, el Derecho de los romanos se identificaba con un pragmatismo que veta los modernos intentos de reconducirlo a simple condición histórica, impugnando directamente que su enseñanza pueda limitarse al simple marco de lo teórico. Junto a esta perspectiva, si se desea, conflictual, los cuestionarios ayudarán al alumno a la comprensión de cada tema, pues cuenta con las soluciones al final de la obra para un mejor seguimiento y orden en la llevanza de la asignatura.
La primera parte y principal de este volumen, que da título al mismo, versa sobre los arbitrajes compromisarios en la experiencia jurídica romana durante el período histórico que convencionalmente solemos englobar bajo la denominación de «clásico», es decir, el que comprende la República tardía y el Imperio hasta Diocleciano. El texto, realizado por encargo y concebido para su exposición oral, se construyó tomando como estricto punto de arranque las fuentes romanas, y con la esperanza de que fuese también accesible a los no especialistas en derecho romano. Como anexos se incluyen dos escritos antiguos más breves que guardan relación con el anterior por razón de la materia. Uno versa sobre la improbable génesis arbitral del proceso ordinario romano, mientras que el segundo se centra en el origen y naturaleza de los arbitrajes o juicios de buena fe.
En 2017 se conmemora el quinto centenario del nacimiento de Antonio Agustín (1517-1586), tradicionalmente considerado como el mayor romanista español de siempre, así como el centenario del nacimiento de Juan Iglesias (1917-2003), uno de los más relevantes romanistas españoles de la pasada centuria. Con ambos motivos se celebró el 27 de febrero de 2017 un solemne acto en el Colegio Notarial de Madrid donde fueron recordados tanto Antonio Agustín como Juan Iglesias y la romanística complutense del siglo xx. En este volumen se recoge el texto preparado para la segunda de esas conmemoraciones, donde se explica la trayectoria de la romanística complutense del pasado siglo, una romanística que gira en torno a dos ejes principales: José Castillejo Duarte, antes de la Guerra Civil, y Ursicino Álvarez Suárez, después de nuestro conflicto armado. Se trata de una significativa página tanto de la moderna ciencia jurídica española, como del ámbito intelectual reciente de nuestro país.