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Se que se trata de un libro no sólo altamente recomendable, sino casi de obligada lectura para todos aquellos que se interesen bien sea por el examen del funcionamiento de las Naciones Unidas o de las Organizaciones Interestatales, en general, o de sus órganos, en particular, bien sea por vislumbrar a nuestra difícil y contradictoria Sociedad Internacional con unas mínimas perspectivas de futuro. Recomendación que se acentúa si tenemos presente que nos encontramos ante, la de momento, única obra monográfica en La reforma del Consejo de Seguridad lengua española dedicada al estudio detallado de los últimos intentos de reforma del órgano internacional más controvertido, analizado y criticado.
La evolución de la Comunidad Europea y la creación de un verdadero mercado interior comporta la necesidad de facilitar la movilidad de las sociedades. No es por tanto extraño que en diversas ocasiones el Tribunal de Justicia haya tenido que manifestarse sobre si la libertad de establecimiento prevista en los artículos 43 y 48 del Tratado se oponen a la aplicación de normas de conflicto de leyes en vigor en un Estado miembro en materia de transferencia de la sede social o del ejercicio de actividad por una sociedad en otro Estado miembro. De ahí que quepa preguntarse cuál es el camino que va a seguir en el futuro el Derecho de sociedades en una Europa cada vez más integrada y en la que el Tribunal de Justicia tiene un papel esencial. Esta obra, de forma sistemática, pasa revista a la evolución que está teniendo lugar y que por lo tanto, podría considerarse como un trabajo destinado a "faire le point", a señalar exactamente cuál es el momento actual y los peligros y soluciones que de esta situación pueden derivarse. Para ello se utiliza un esquema claro y sencillo, que facilita la comprensión de un tema nada fácil
En la presente obra se puede encontrar multitud de datos y cuestiones desconocidas para la mayoría de los juristas, por lo que la sistematización que la obra presenta es, por lo menos, clarificadora y además, permite vislumbrar la posibilidad de que al igual que Europa cuenta con un espacio judicial propio, Iberoamérica podrá tener en un futuro próximo una identidad judicial propia. Conscientes de esta posibilidad se ha constituido una Conferencia de Ministros de Justicia Iberoamericanos que, sorprendentemente, ha adquirido la naturaleza jurídica de Organización Internacional. Este estudio permite descubrir algunas singularidades que están creando -como ha sucedido en Europa con el Tribunal de Justicia de la Comunidad Europea o el Tribunal Europeo de Derechos humanos- un acervo jurisprudencial y un diálogo entre Tribunales internacionales y tribunales internos, fundamentalmente constitucionales, muy conveniente. Se está avanzando en el camino jurídico de la consolidación de los derechos humanos, de la cooperación internacional y de la integración de los Estados.