La presencia de los niños en las historias de guerras es un aldabonazo a la conciencia de los lectores que viven en zonas donde no existen estos conflictos. Ocurre con frecuencia cómo viendo la televisión o leyendo los periódicos nos conmueven, de modo especial, las noticias protagonizadas por niños. Su presencia en las calles aun en los momentos más difíciles y también su capacidad de adaptación parecen desafiar a los peligros. Estamos ante el bombardeo de un autobús escolar que el lector contempla a través de la mirada de un reportero de guerra que acude al hospital para fotografiar a las víctimas, buscando el ángulo más periodístico de la noticia. Allí se encontrará con un muchacho gravemente herido que lleva puesta una sola zapatilla de baloncesto. Y esta zapatilla le evoca a su sobrino, en el otro lado del mundo, de la misma edad que la víctima, y al que él regaló unas deportivas. Esta casualidad romperá la objetividad entre su cámara y la víctima y un acontecimiento tantas veces repetido cobrará una nueva dimensión para el periodista. Las ilustraciones resueltas en blanco y negro excepto la zapatilla, que destaca con un rutilante rojo y una escena central en color, trasladan al lector al mundo de las fotografías en los periódicos. Imágenes captadas en los escenarios reales que pocas veces llegan a transmitir la densidad de los desastres que traen las guerras. El libro propone, tanto desde el texto como desde la ilustración, distintas lecturas y por esto mismo va más allá de ser solo un libro con mensaje pacifista. Una lectura que provoca reflexión y que por lo que las guardas transmiten: una de idéntica imagen de desolación al principio y al final del relato, los conflictos no se solucionan a golpe de buenas intenciones.
Es la guerra. Se ven dos trincheras en medio de la nada y en ellas dos soldados. Dos bandos que se vigilan mutuamente y el tiempo que pasa interminable. Sensación de abandono. Miedo al otro. El enemigo es cruel, el enemigo no tiene piedad, la guerra es culpa de él... Lo dice el Manual del Ejército. ¿Y si un día se descubriera que el manual del enemigo dice lo mismo? Un libro sobre la irracionalidad de la guerra y contra la lógica de la disciplina militar.
Tierna, punzante y emotiva, Aquí vivió es una novela gráfica que expone la problemática de los desahucios, uno de los temas más acuciantes de nuestra sociedad. Una ruptura familiar, un cambio de casa, la adolescencia. Tres situaciones difíciles, y a Alicia le ha tocado vivir todas a la vez. Pero además hay algo extraño en su nueva vivienda: vecinos hostiles, un diario secreto y una visita inesperada. Alicia emprende una investigación que nos acercará a la tragedia de miles de familias que han perdido su casa. Pero también a la lucha de quienes llevan años resistiendo contra los desahucios. Aquí vivió es la primera novela gráfica de Isaac Rosa, ilustrada por Cristina Bueno. La opinión de la crítica:«Un relato imprescindible, conmovedor, riguroso y valiente, enmarcado en uno de los episodios más importantes de los últimos años en nuestro país: la lucha por el derecho a la vivienda.»Olga Rodríguez, periodista y escritora (Premio Enfoque de Periodismo 2014) «Contra la tragedia del desahucio, Aquí vivió nos transmite fuerza para conjurar el fantasma de una pobreza que debilita. No estamos solos.»Marta Sanz, novelista (Premio Herralde 2015) «La historia pone cara y voz a los protagonistas de una estafa inmobiliaria, y resulta que no son solo los que desahucian y los desahuciados: es, finalmente, toda la sociedad la que participa. Qué gran tebeo.»Manel Fontdevila, historietista, autor de La parejita «Una historia necesaria que denuncia uno de los problemas más graves que ha desatado la crisis financiera: la lucha por el derecho a una vivienda digna. El dibujo es sencillo, emotivo y puede recordar a los cómics de infancia, [...]. Sin embargo, no hay nada infantil en lo que transmiten, van directos a la emoción y a la tragedia.»Blog Los libreros de Benedetti
És la guerra. Dues trinxeres enmig del no-res. Dos bàndols que es vigilen mútuament i el temps que passa. Sensació d'abandonament. L'enemic és cruel, l'enemic no té pietat, la guerra és culpa seva... Ho diu el Manual de l'Exèrcit. I si un bon dia es descobreix que el Manual de l'enemic diu el mateix? Un llibre sobre la irracionalitat de la guerra amb un text sobri i intel·ligent de Davide Cali, i unes il·lustracions senzilles i amb molta força de Serge Bloch. [Només en català] Finalista del Premi Llibreter 2009 a la categoria dÀlbum Il·lustrat i de la cinquena edició del Premi «Atrapallibres», convocat pel ClijCAT.
Poderoses i demolidores memòries que reflecteixen la infantesa de l'autora en un món fet miques per la guerra: la fugida de casa i la separació de la família quan esclata la Guerra dels Sis Dies; la dura vida dels refugiats palestins; la inesperada alegria en conèixer l'alfabet àrab... La llengua serà el seu refugi en un món fragmentat.
Otoño de 1937. Un adolescente llamado Eric Rominger, originario de una población rural, llega a Viena con la intención de cursar estudios de arte. De manera inesperada, en su primer día en la ciudad, descubre la violencia de las camisas pardas y conoce a Kart Lebendig, un poeta con el que trabará amistad. En los meses anteriores a la invasión de Austria por las tropas de Hitler, Eric descubrirá igualmente el amor de Rose y, sin proponérselo, despertará a una vida nueva y totalmente distinta a todo lo que hubiera podido imaginar. Pero entonces el Führer entre como victorioso conquistador de Viena.
El Punxegut, el Corbatetes i el Morrut són tres amics inseparables. Cada dia comparteixen jocs i recorren el bosc buscant mel. Fins que un dia el Punxegut troba una cosa molt especial que no vol compartir: un magnífic patinet vermell. Al damunt del patinet se sent diferent. Li canvien el posat i també els costums. Ja no té les ganes de jugar amb els seus amics que tenia ni de recórrer el bosc amb ells buscant mel. Sembla que lesperen una pila daventures amb el patinet, però arriba un dia que el patinet es trenca. El Punxegut queda ben trist i compungit, ara bé, de seguida els seus amics sofereixen a fer-li un cop de mà per arreglar-lo, i entre tots tres el deixen com si fos nou de trinca.
¿Por qué me han levantado de la cama con tanta prisa? Aún es de noche. Partimos cargados con pocas cosas. No vamos de excursión. Todas las caras reflejan miedo y tristeza. Papá me coge muy fuerte de la mano. Me duele. Tengo ganas de llorar. Pero no lo hago. ¿Adónde vamos? ¿Por qué huimos? Son las preguntas que se plantea la protagonista de esta historia ficticia tan actual.Una parte de los beneficios se donará a la ONG de rescate de refugiados Proactiva OpenArms.Tessa Julià Dinarès.(Matadepera, 1952.) Licenciada en Pedagogía y en artes dramáticas por la Universidad de Barcelona y formada en Artes Escritas en el Aula de Lletres. Compagina su vida laboral en el mundo de la docencia con la escritura. Ha publicado diversos libros pegagógicos y novelas infantiles y juveniles.Anna Gordillo. (Terrassa, 1984.) Estudia Bellas Artes en Barcelona. En 2014 se matricula en la Escola de la Dona y cursa un Máster de Ilustración en Cambridge. En 2016 gana un accésit al premio de Ilustración MacMillan y es seleccionada para formar parte de una exposición sobre Ilustradores en Pequín.
Després de veure com peguen en públic el seudirector, Moying fuig de l'escola i busca la seguretatde casa seva, però detenen el seu pare i se li emportenels llibres. Moying només troba refugi en la literatura.Però amb tantes escoles tancades i la majoriade llibres prohibits, com podrà mantenir vivala seva passió per aprendre?
Tras volver de Burkina Faso, Patricia le enseña a su amiga escritora las fotos de su viaje. La imagen de dos niños, que se acercan a los turistas con unas latas de tomate colgando, sin hablar, con una sonrisa, impulsa a la escritora a crear una historia protagonizada por uno de ellos, Essein. En su ficción, Essein es ya un adulto que regresa a su aldea después de trabajar en el extranjero en una plantación de cacao.Allí conoce a Ramala, una joven que sirve al capataz de la plantación soportando malos tratos. Juntos realizarán, temerosos, el viaje de vuelta a su tierra y comenzarán una vida integrados en la actividad de la aldea.
Salo es un niño muy especial y está seguro de saber cómo parar la guerra. Nadie le toma en serio hasta que un día decide plantarse en pleno campo de batalla con un dedo alzado, dos pañuelos y un remedio infalible para llegar a la paz. Un entrañable cuento que, con humor, reivindica el diálogo y la palabra como antídotos contra la guerra.
La artista belga Claude K. Dubois intenta hacer comprensibles a los niños las traumáticas vivencias de la guerra y de la huida de la misma, que actualmente es una realidad para muchas personas, tomando como ejemplo la suerte del pequeño Akim. Como una catástrofe de la naturaleza, la guerra llega a la sencilla vida del chico. Akim se queda en medio de un paisaje de desolación hasta que alguien lo lleva de la mano y es arrastrado por los que huyen. No es el breve texto, sino los dibujos los que impresionan. En rápidas escenas Claude K. Dubois dibuja muerte y destrucción, desarrolla el diario de guerra de un niño como un documento del sinsentido de la violencia (Süddeutsche Zeitung). La emoción es la única fuerza de mi trabajo La mirada de los niños se cruzará con la de mis personajes. Para que este encuentro mágico tenga lugar es necesario que la mirada sea verdadera, sincera y viva. (Claude K. Dubois) -Premio Alemán de Literatura Infantil y Juvenil 2014 -Premio Católico al Libro Infantil y Juvenil 2014 -Libro del Mes, febrero 2014 -Los Mejores 7 Libros para Jóvenes Lectores (Noviembre, 2013) - Sapo del Mes de Marzo de Die Stube (Viena, 2014