Ir al contenidoCuentos (infantil/juvenil)
De entre los muchos relatos que la oralidad ha logrado elevar a la categoría de clásicos, en su paciente transcurso a lo largo de generaciones, Cenicienta y La Bella Durmeinte merecen un lugar preeminente. Ambos cuentos se erigen como legado literario indiscutible, transcrito no pocas veces y en no menos lenguas por autores que dominaron la técnica del cuento. Celebérrimas fueron las ediciones ilustradas que, entre 1919 y 1920, William Heinemann encargase a Arthur Rackham, quien ya gozaba de gran prestigio en el panorama artístico inglés. Ambas edicioes, que terminaron por consagrar al inglés como uno de los mejores artistas plásticos del siglo XX, inauguraron una colección de lujo que pasó a la historia por irrepetible: apenas dos mil ejemplares vieron la luz, numerados, impresos en papel hecho a mano y firmados por el propio Rackham, en quien es imposible no pensar cuando se alude a la ilustración de cuentos infantiles clásicos. Recuperar a la Cenicienta y a la Bella Durmiente de aquellas ediciones originales ha sido posible gracias a sus ejemplares número diecinueve y setenta y dos, respectivamente (que casualmente coincidien con el día de nacimiento de Rackham y los años que vivió). A partir de estos ejemplares hemos reproducido el hipnótico mundo ilustrado de Rackham, el vivísimo baile de sombras que nos transporta a lujosos palacios e ilumina sus estancias, un elenco de siluetas que como sobras chinescas desfilan ante el lector, recordándole las formas renacentistas de belleza idealizada y claroscuros. Los prólogos de ambos relatos, a cargo de Antonio Rodríguez Almodóvar (Premio Nacional de literatura infantil y juvenil en 2005), ofrecen interpretaciones de estos dos relatos clásicos novísimas, que pasan por la destrucción de los paradigmas patriarcales y la reconsideración de los afectos familiares, y que destapan una posible intencionalidad que la tradición oral habría ido olvidando en sus múltiples narraciones. Las numerosas versiones que de Cenicienta y La Bella Durmiente han llegado a niños y mayores, en todos los rincones del planeta, atestiguan su universalidad e importancia en la literatura clásica. Había una vez un rey y una reina, y también un noble caballero, a los que Rackham hizo imperecederos, y que ahora acogemos en nuestro catálogo.
Aquests quaderns tan originals per dibuixar i pintar estan pensats per a infants de 7 anys en amunt. Inclouen detallades il·lustracions per pintar, pàgines per dibuixar i un munt de divertits passatemps. Els dibuixos són en blanc i negre amb detalls fl uorescents.
Per què els animals són com són? A través de relats simples i amb molta fantasia, l'autor ofereix una resposta original a la curiositat dels petits lectors. En aquest cas, el conte explica com un pneumàtic pel qual el lleó fica el cap es transforma en la seva característica cabellera.
Cuando Arce era un bebé diminuto, sus papás, en su honor, plantaron un árbol: un arce. Arce y su árbol han crecido juntos, y si bien un árbol no es siempre el compañero ideal, eso carece de importancia cuando ella tiene ganas de explayarse y gritar, lo cual es frecuente. Más tarde, Arce pasa a ser la hermana mayor y descubre que los bebés también tienen sus momentos ruidosos. Pero, por fortuna, Arce y su amado árbol saben bien lo que el bebé necesita. Lori Nichols debuta de la mano de una niña irresistible, un espíritu libre que recibe con los brazos abiertos tanto el cambio de estaciones como a su nueva hermanita.
¿Por qué los animales son como son? A través de relatos simples y con mucha fantasía, el autor ofrece una respuesta original a la curiosidad de los pequeños lectores. En este caso, el cuento explica cómo el sombrero de un barrendero se transforma en la caparazón de la tortuga.