El vampiro siempre ha estado entre nosotros. Desde los súcubos, lamias y sirenas de la antigüedad (como las que acechan en La muerte de Ilalotha o Los habitantes de la Isleta Middle), pasando por el gul necrófago merodeador de cementerios (El Sabueso), hasta el nosferatu o «no muerto» de la Europa del Este (La dama pálida), precursor del vampiro victoriano, elegante y perverso, tal como lo concibió John William Polidori en aquella tormentosa noche de 1816 en Villa Diodati. Tampoco pueden faltar en esta travesía sangrienta las hijas de la oscuridad, que con siniestro batir de alas abandonan los sepulcros a la luz de la luna (Isobel la resucitada, Berenice, La señora Amworth, Rapsodia húngara). Hay vampiros singulares, malditos entre los malditos, que parecen rehuir a los de su propia especie (La hija de Rappaccini, El fresno, El 252 de la calle M. Le Prince, El parásito); revisiones más o menos heterodoxas del mito (Marsias en Flandes, El final de la noche, Hijo de sangre), así como entidades que transcienden la forma del vampiro, pero no su esencia maligna (como aparecen en El almohadón de plumas, El horror del túmulo, Horror en el castillo de Chilton, Mecánico grasiento, Un suceso extraño). Vampiros ...y más que vampiros propone una diabólica travesía por el núcleo y las estribaciones del mito del vampiro, desde su formulación más clásica (El Vampiro de Polidori), hasta su más asombrosa alteración o degeneración orgánica e ideológica (Un suceso extraño de Adam Niswander).
Un viejo multimillonario moribundo desea evitar a toda costa que sus hijos, quienes jamás se han preocupado por él, hereden su fortuna. Frustrando los codiciosos intereses de su familia, redacta un testamento que no dejará indiferente a nadie. Troy Phelan, un viejo multimillonario con un cáncer terminal, se encierra en su lujoso despacho para escribir su último testamento. Está furioso con sus hijos y con sus ex esposas, que llevan tiempo esperando con paciencia carroñera que el tumor del tamaño de una pelota de golf que crece en un rincón de su cerebro acabe con su vida y puedan, al fin, heredar su fortuna. Lo que no imaginan es que él se ha guardado un último as en la manga. No permitirá que el cáncer se lleve su último aliento. Ha determinado cómo y cuándo dejará este mundo: saltará por la ventana de su ático y les dejará pasmados. La lástima es que no podrá ver sus caras cuando descubran el testamento, según el cual lo lega todo a Rachel Lane, una hija ilegítima de la que nadie sabe nada. Mientras en Washington la familia Phelan emprende una encarnizada lucha para recuperar lo que cree que es suyo, Nate O'Riley, un abogado litigante y un alcohólico rehabilitado, tiene la misión de encontrar a Rachel... Una labor que no resultará nada fácil, pues esta misteriosa mujer es misionera en una aldea perdida en la jungla de Brasil. La crítica ha dicho...«Probablemente su novela más ambiciosa.»The Boston Globe «Apasionante y de lectura compulsiva.»Newsweek
En este fascinante thriller, Phillip Margolin insinúa una inquietante posibilidad: ¿qué ocurriría si no pudiéramos confiar en los profesionales de los laboratorios criminalísticos? Dos abogados defensores comprueban, confusos, que las pruebas de distintos casos incriminan a sus defendidos, a los que creían inocentes. Ante esto, deciden unir fuerzas. Su investigación los llevará a buscar en los lugares más recónditos de las escenas de los crímenes
A finales de los años veinte, el cine alemán supera en calidad a cualquier otro. Los actores y los directores reciben el apoyo incondicional del Estado, que financia los mejores estudios del mundo: los de la UFA. Berlín vive una época dominada por el esplendor del expresionismo y una agitada vida nocturna, mientras el nazismo asciende al amparo de una durísima crisis económica. En este apasionante contexto, un importante productor de cine perteneciente a la familia Thyssen aparece muerto. Con la ayuda del mítico director de cine Fritz Lang (que se recupera del fracaso de Metrópolis) y del líder del mayor sindicato del crimen berlinés, el detective Nikolai Hoffner se sumergirá en las cloacas de la decadente República de Weimar. En la investigación hallará misteriosas actrices que aspiran a convertirse en las nuevas Greta Garbo, productores con oscuros intereses y un desenlace inesperado, que influirá decisivamente en el futuro de Europa.
En la decimoquinta entrega de la serie policíaca protagonizada por la brillante y mordaz doctora Kay Scarpetta, la forense se ha instalado en Charleston, donde ha establecido un moderno laboratorio en el que trabaja con su equipo: su sobrina Lucy Faranelli, Rose y Pete Marino. En esta ocasión, Scarpetta viaja a Italia para investigar la cruel muerte de Drew Martin, una joven y famosa tenista cuyo cuerpo mutilado ha aparecido en el venerable centro histórico de Roma. El asesino es apodado el Hombre de Arena por el macabro residuo que deja, una de las escasas pistas halladas en la escena del crimen. Las contradictorias pruebas dejan estupefactos a Scarpetta, a Benton Wesley (psicólogo forense amante de la doctora) y a los carabinieri italianos. Pronto, Scarpetta y Wesley descubren una inquietante conexión entre la muerte de la tenista y el cuerpo no identificado de un joven en Carolina del Sur. Todo indica que se enfrentan a un asesino más mortífero de lo habitual.
Noviembre 1995. Dos meses después de que el último Wells saltara de la ventana del tercer piso (sin abrirla antes, por cierto), dos misteriosos europeos llegan a Point Bless, Virginia, para tomar posesión de Axton House. A. es el misterioso heredero inesperado; Niamh es la adolescente muda de peinado inconstante que él llama su socia o su guardaespaldas. A través de diarios, cartas y la más avanzada tecnología de los noventa, El factor sobrenatural relata su investigación del turbio suicidio de Wells, la sociedad que fundó y un «pasatiempo burgués» de proporciones globales. Todo ello mientras sufren terribles pesadillas, conviven con el fantasma local y, en general, disfrutan de su propia casa encantada.
Una de las historias más impactantes de la mítica serie de cómic Hellblazer, protagonizada por John Constantine En Paseo en coche, obra del gran talento de Andy Diggle, el legendario hechicero John Constantine, conocido por su cinismo, su carácter solitario y su adicción al alcohol y al tabaco, se ve literalmente con el agua hasta el cuello cuando lo encadenan a un poste del Támesis. Pero esta no es la primera ni la última vez que se juega el pellejo. Una oscura fuerza sobrenatural reina en Hunger Hill, al sur de Londres, y ha desatado la violencia, el crimen y el consumo desmedido de drogas. Constantine deberá hacer lo que sea para acabar con la amenaza. Hellblazer es una de las más celebradas y leídas series de cómic de terror para adultos: una saga legendaria por su estética gótica, oscura y asfixiante, y por su protagonista, John Constantine, un hombre cínico y solitario que posee amplios conocimientos de magia negra y ocultismo. Un antihéroe, un superviviente de un mundo moderno hostil y poblado de seres y fuerzas paranormales. La crítica ha dicho... «El momento perfecto para subirse al carro y hacerse cargo de ese personaje... Diggle y Manco han hecho para John Constantine lo que Casino Royale hizo por James Bond.» Brian K. Vaughan, autor de Saga, Y: el último hombre y Ex Machina «El mejor Hellblazer desde Garth Ennis y Steve Dillon.» SFX «Un clásico que te deja con la boca abierta.» Ain't It Cool News