Tras la predicación apostólica la Iglesia cotinuó su camino de la mano de los Padres. Estos santos e insignes escritores de los primeros siglos han dejado, como testigos privilegiados de la Tradición vivificada por el Espíritu Santo, una profunda y original huella de fe y vida cristiana para siempre. Recibir la herencia de los Padres, conocer y estudiar sus escritos, su vida y sus enseñanzas, constituye una extraordinaria fuente de riqueza cultural, espiritual y apostólica para el cristiano del siglo XXI.
En El Imperio de la religión verdadera, Maribel Carvajal imagina tramas laberínticas que recrean la pulsión de un mundo en crisis que cambiará para siempre. Es el siglo IV de nuestra era y el edicto de Tesalónica conduce a Augusta Emerita, capital de la diócesis de Hispania, al abismo: la lucha por el poder entre paganos y católicos, una muerte en extrañas circunstancias, tesoros esquivos, un anacoreta que levanta los cimientos de la Iglesia hispana y una historia de amor prohibida sacuden las estructuras sociales y amenazan la convivencia más allá de sus murallas. La elaborada atmósfera histórica muestra los conflictos que dividen a los súbditos del Imperio, la apuesta de los emperadores por el cristianismo, las leyes que derogarán el paganismo, la amenaza de los bárbaros y los conflictos internos que, a su vez, hacen peligrar a la Iglesia de Roma. Una magnífica novela sobre la tolerancia y la libertad, y un alegato contra los fanatismos que enfrentan a la humanidad.
Este libro quiere desarrollar un pensamiento que, poniéndose del lado de las víctimas y rechazando la salida nihilista, abogue por la construcción del futuro sobre la herencia de la racionalidad griega y del cristianismo, sin renunciar tampoco a lo que pueda ser heredado de lo mejor de la tradición ilustrada, convencido de que sólo un nuevo encuentro entre fe y razón puede devolver al hombre la confianza en sí mismo.
En el año 67 de nuestra era,Victoria, una joven romana convertida al cristianismo, viaja hasta Palestina. Atrás, en Roma, se ha quedado Alejandro, el joven del que está enamorada y al que puede perder para siempre.
Este libro se propone poner frente al lector lo que pretende ser la hipótesis cristiana. Con este objeto, después de haber indicado algunas de las actitudes más significativas que ha tenido la creatividad humana para entrar en relación con lo divino, el autor centra su atención en el cambio radical de método religioso determinado por Jesucristo, como hecho en la historia. Se nos pone, ante todo, en condiciones de comprender los términos de dicho cambio radical y de reconocer su carácter ineludible; tras lo cual el lector se descubre recorriendo paso a paso, siguiendo la experiencia de quienes conocieron a Jesús, las posibles trayectorias de la persuasión o del rechazo; alternativas cuyas implicaciones metodológicas van siendo paulatinamente señaladas, haciendo así accesible, además de un correcto acercamiento al problema, un ensimismamiento apasionante.
Con Por qué la Iglesia se concluye la trilogía del Curso Básico de Cristianismo. Tras haber afrontado el tema del sentido religioso -esencia de la racionalidad y raíz de la conciencia humana- y el de la revelación de Jesucristo en el mundo, el tercer volumen nos introduce en el acontecimiento de la Iglesia. La pregunta crucial para afrontar este acontecimiento es: «Dado que yo llego el día después -o un mes después, o cien, mil o dos mil años después- de que Cristo se haya marchado, ¿cómo puedo saber si realmente se trata de Algo que me interesa más que nada, y cómo puedo saberlo con razonable seguridad?». Con la palabra «Iglesia» nos referimos a un fenómeno histórico cuyo único significado consiste en ser la posibilidad que tiene el hombre de alcanzar la certeza sobre Cristo, en ser la respuesta a la pregunta sobre el problema más decisivo para su vida y para la vida del mundo. Cristo, la verdad hecha carne, dos mil años después sigue llegando al hombre a través de una realidad que se ve, se oye, se toca: la compañía de los creyentes en Él. «Pero una vez alcanzado el final de nuestro camino», afirma el autor, Dios sigue siendo «algo» incomprensible, «si no se introduce la figura de la Virgen, elegida por Dios mismo para que nosotros le reconozcamos, método de su comunicarse al hombre a través del 'calor' de su vientre».
Completa exposición de los tema centrales de la filosofía de la religión, planteados desde la experiencia religiosa, la fenomenología y el personalismo.
«Europa está hoy a punto de volver a ser de nuevo pagana. Pero entre estos nuevos paganos existe también una nueva sed de Dios que a menudo está mal orientada. Esta sed no se apaga con sueños de una nueva Iglesia ni con una Iglesia que pretenda renovarse a sí misma mediante discusiones sin término. Cuando es esto último lo que se ofrece, muchos prefieren refugiarse en lo esotérico, en lo mágico, allí donde parece abrirse la atmósfera del misterio, de lo totalmente otro.» «Cuanto más se extiende la Iglesia el ámbito de las cosas decididas y hechas autónomamente, tanto más angosta se convierte para todos nosotros. En ella la dimensión grande, liberadora, no está constituida por lo que nosotros mismos hacemos, sino por lo que nos es donado. Se trata de algo que no procede de nuestro querer y de nuestro inventar, sino que nos precede, es algo inimaginable que viene a nosotros, algo que 'es más grande que nuestro corazón'. La reformatio, que es necesaria en todas las épocas, no consiste en el hecho de que podamos modelar cada vez 'nuestra' Iglesia como más nos apetece, sino en el hecho de que siempre nos deshacemos de nuestras propias construcciones de apoyo a favor de una luz purísima que viene desde lo alto y que es al mismo tiempo la irrupción de la libertad pura.»
El cristianismo ha tenido una enorme y beneficiosa influencia en la historia de la cultura. Este libro presenta esa idea de un modo sintético y, en lo posible, accesible al lector medio. Se compone de tres breves ensayos articulados en términos comparati
"El Perú de la segunda mitad del siglo XX es el horizonte en el que se desenvuelven cuarenta años de la vida de Don Ignacio -monseñor Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea- al servicio de Dios, de la Iglesia y de las almas. El relato de su personalidad carismática ha trascendido dentro de la Iglesia por ser un adelantado de la segunda evangelización, haciendo un puente de siglos con la primera, realizada por santo Toribio de Mogrovejo.El itinerario de Don Ignacio es inédito, por ser la aventura de un médico cirujano español -vasco, para más señas- que, por las cordilleras andinas y por los valles costeños del Perú, cuando todavía no había las comodidades que hoy existen, se convirtió en el prelado primero y el obispo después que predicaba la palabra de Dios, administraba los sacramentos y gobernaba la parcela que le había sido encargada por Roma.Desplegaba su figura por igual entre poderosos e indigentes, con el mismo cariño humano y visión sobrenatural con que lo había hecho durante su juventud en su patria. Fue un gran admirador y fiel discípulo de san Josemaría Escrivá de Balaguer, que cambió el destino de su vida. Con Don Ignacio se inicia una fructífera presencia de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, sociedad intrínsecamente vinculada al Opus Dei, en su segunda patria. Sirvió a los romanos pontífices, desde Pío XII hasta san Juan Pablo II, y participó en las cuatro sesiones del Concilio Ecuménico Vaticano II.Incluye 16 páginas de fotografías a color"
A la muerte de Alvaro del Portillo, la prelatura se enfrentaba con el reto de continuar siendo fiel al espíritu de su Fundador, en las circunstancias actuales de su tiempo, extendida ya su labor por todo el mundo y en medio de las culturas más diversas. Tenía el Opus Dei hombres capaces de llevar adelante esa tarea, encargada por Dios a Josemaría Escrivá? ¿Qué disposiciones de espíritu, y qué cualidades humanas se requerían para abordarla? ¿Cambiaría algo en esa nueva etapa?