El Buen Ladrón, crucificado a la derecha de Jesucristo, nos transmite un mensaje: la misericordia divina puede, en un momento, hacernos pasar del abismo más profundo a la santidad más elevada. Él fue el primer «canonizado» de la historia de la salvación: le bastó un último instante de conversión auténtica para ser el primero en cruzar las puertas del cielo. Este libro nos habla de ese instante del Buen Ladrón, de su influencia en la historia de la Iglesia en Oriente y Occidente y del sorprendente silencio en el que se sumergió durante siglos su devoción, que resurge ahora con fuerza. Hay muy pocos libros en el mercado sobre la figura del Buen Ladrón, y éste es el que más información contiene. Sale en Semana Santa, un momento en el que por su temática se conseguirán numerosas entrevistas en medios. El sacerdote que ha preparado el libro, Álvaro Cárdenas Delgado, se implicará a fondo en la promoción, cubriendo bien la falta del autor, que reside en Canadá y no podrá venir para hacerla.
La visión escolástica de los sacramentos, que constituye una rica herencia para la Iglesia, ha contribuido a una comprensión global y particular de cada uno de ellos, que pone el acento en su diversidad en relación a las diferentes etapas y necesidades de la vida humana. Una perspectiva diversa nos ha dado el Concilio Vaticano II que trata de los sacramentos en relación al misterio de fe y que, en su Constitución Sacrosanctum Concilium, señala que su fruto está unido a la participación activa en los mismos, cuyo núcleo común originante no es otro que la Pascua de Cristo. Bajo esta perspectiva, este estudio de Juan Javier Flores aborda los sacramentos dentro de una visión amplia y totalizante que incluye también su celebración, y lo hace desde una perspectiva sacramental, litúrgica e histórica desde los inicios del cristianismo hasta la actualidad. Partir de la celebración o volver a la celebración es el mejor modo -nos dice el autor- de volver a colocar los sacramentos donde siempre han estado y tienen que estar: en el corazón de la Iglesia. La obra tiene su origen en los cursos que el autor imparte en el Pontificio Instituto Litúrgico del Pontificio Ateneo San Anselmo de Roma. Juan Javier Flores Arcas nació en Linares (Jaén) en 1951 y es monje benedictino de la Abadía de Santo Domingo de Silos (Burgos), donde profesó en 1978, ordenándose de presbítero en 1981. Licenciado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense (1973) y Doctor en Sagrada Liturgia por el Instituto Pontificio de Liturgia (1995) del que ha sido durante ocho años (2000-2008) presidente. Actualmente es Rector Magnífico del Ateneo Pontificio de San Anselmo en Roma. Es profesor 'ordinario' de dicha universidad. Actualmente tiene la cátedra de Teología litúrgico-sacramental, dictando los cursos de 'Teología litúrgica', 'Iniciación cristiana' y 'Los sacramentales'. También es consultor de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y miembro del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos. Ha participado como experto en los Sínodos sobre la Eucaristía, Palabra de Dios y la Nueva Evangelización. Ha publicado diversos libros como Las horas diurnas del 'Liber Horarum' de Silos. Introducción y edición crítica (Studia Silensia XXI), Rituale Romanum, en esta misma colección, Introducción a la Teología litúrgica y Los sacramentales. Bendiciones, exorcismos y dedicación de las iglesias. (Biblioteca Litúrgica 48)
¿Han llegado quizás los tiempos finales? Siguiendo la trama de los textos bíblicos y de la enseñanza de la Iglesia, el padre Livio Fanzaga ha releído las advertencias proféticas de dos autores, Soloviev y Benson, quienes, hace unos noventa años, veían ya como próxima la llegada del Anticristo. A partir de aquí, tomando como base el subjetivismo exasperado de nuestro tiempo, el mito de la omnipotencia de la ciencia, la difusión de una religiosidad de tipo panteísta, el intento de interpretar el cristianismo como una pura filantropía, el padre Fanzaga ha ido mostrando los rasgos de una humanidad que, en nuestros días -como dice el Catecismo de la Iglesia católica- está viviendo quizás, en el plano de los valores, 'la máxima impostura religiosa (...) que es la del Anticristo, es decir, la de un pseudo-mesianismo en el cual el hombre se glorifica a sí mismo, colocándose en el lugar de Dios y de su Mesías encarnado'. Para el cristianismo, éste es tiempo de vigilancia, pero no de miedo ante el futuro: a pesar de todas las apariencias contrarias, la historia de los hombres se encuentra bien asegurada en las manos de Cristo. Livio Fanzaga nació en Dalmine (Bergamo) en 1940. Entró en la orden de los Escolapios y obtuvo el doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana y en Filosofía en la Università Cattolica. En 1987 asumió la dirección de los programas de Radio María, cuando era una pequeña emisora parroquial. Hoy se ha convertido en una emisora católica de dimensiones internacionales.
El estudio de las religiones constituye para De Lubac un momento interior en el desarrollo de su pensamiento. Su intención ha sido ofrecer una visión comparativa muy precisa (crítica y abierta) de aquellos que son los dos movimientos intelectuales y sociales más importantes de los últimos tres mil años de la historia humana: el budismo y el cristianismo. Escrita a mediados del siglo pasado, esta obra constituye uno de los testimonios privilegiados del estudio comparado de budismo y cristianismo. De Lubac parte de los textos concretos como antídoto contra las generalizaciones, tan frecuentes a la hora de abordar esta cuestión. A su vez, estructura en tres partes su investigación, para situarnos en el corazón de ambas religiones. De esta manera nos permite compararlas sin emitir juicios previos de conjunto. Esas tres partes pueden y deben entenderse de manera progresiva: la caridad en las dos religiones, los símbolos iconográficos de Buda, y las diversas apariencias de Buda y de Jesús.
Palabra de Dios relaciona estrechamente los temas de las tres lecturas dominicales del ciclo B, facilitando la aplicación concreta de las mismas a la pastoral litúrgica. A pesar de tratarse de un objetivo complicado, el autor lo resuelve gracias a su fue
Es desconcertante tener que preguntarse por la identidad cristiana después de dos mil años de cristianismo; después de haber sido "cristianos" durante toda una vida y haber orientado la propia existencia en función de ello. Pero acaso el problema de la identidad cristiana es de esa clase de problemas que nunca se resuelven de una vez por todas, que se presentan de nuevo a cada generación, y con mayor urgencia en épocas de crisis y de transformación cultural, como lo es indudablemente la nuestra. Acaso el Evangelio no ha cambiado el mundo porque el mundo ha cambiado el Evangelio. Por eso la identidad cristiana está siempre amenazada y hay que redescubrirla siempre... "Quien no quiera reconocer -dice en el prólogo Pedro Casaldáliga- la existencia de conflictos dentro de la Comundiad de seguidores de Jesús, o quien se espante más de la cuenta ante esos conflictos -normales y hasta saludables en una comunidad histórica viva, por muy llena que esté tambien del Espíritu-, o quien se niegue a aceptar, para usarla y para respetarla, aquella libertad con que Él nos liberó, mejor será que no lea este libro, porque le desazonará inútilmente. Este libro no es para pusilánimes ni para sedentarios. Tampoco la Iglesia puede ser menos que una Comunidad de fuertes en la Esperanza, un pueblo de hermanos que camina... Hay que respetarle a Giulio el derecho a cuestionar, también dentro de la Iglesia. Es éste un servicio indispensable del buen quehacer teológico. Hay que agradecerle que ponga, muchas veces con acierto innegable, el dedo en la llaga. Otros lo hicieron... y, siglos después, les fue reconocido el mérito de ese servicio. Es mucho más saludable no esperar tanto..."
Jesús no murió en la cruz, se casó con Magdalena y su descendencia perdura hasta nuestros días. Estas sorprendentes revelaciones y muchas otras relacionadas con temas como el Evangelio, los templarios y el Grial son algunas de las revolucionarias conclusiones de esta polémica obra. En sus páginas, los investigadores Lincoln, Baigent y Leigh plasman los resultados de años de ardua labor de investigación. Pergaminos cifrados, sociedades secretas, caballeros templarios e historias sobre herejes cátaros y un antiguo linaje real francés, dibujan una nueva versión del origen del cristianismo y la identidad tanto del propio Jesucristo como de sus descendientes. El enigma sagrado es un destacado bestseller internacional y, como bien dice el investigador Juan G. Atienza en el prólogo a esta edición, abre "la puerta para que pisemos sin miedo las losas de un secreto de siglos, el Secreto por excelencia de esa que llamamos la civilización occidental".
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Pasada la media noche, Jesús tocó a la puerta. Ella conoció al instante la cadencia de aquellos golpes, que la rescataron de un sueño ligero. Hacía más de nueve semanas que su hijo se había marchado sin decirle cuál era su destino ni si tenía previsto regresar. Venía quemado por el aire del desierto y desmejorado a causa de un ayuno prolongado, aunque tenía las ropas limpias, el cabello bien peinado y la barba recortada, como si se hubiera molestado en atusarse para darle una buena impresión. Madre ".