El libro trata de definir las condiciones en que una sociedad humana permitió un sistema basado en el asesinato. Los procesos de Nuremberg juzgaron a los alemanes acusados por crímenes durante la Segunda Guerra Mundial. Este libro repasa la historia del tribunal que juzgó a una parte del mal del Siglo XX.
Els processos de Nuremberg van jutjar els alemanys acusats per crims durant la Segona Guerra Mundial. Va ser un tribunal format pels vencedors, però es va procurar seguir les regles del Dret. No va ser sempre possible i van sorgir contradiccions. Les solucions i plantejaments que es van adoptar a Nuremberg són el primer gran exemple de Dret internacional. Aquest llibre repassa la història d'un tribunal que va tenir a la banqueta d'acusats algunes de les figures negatives més destacades del segle XX.
Las exhumaciones de fosas comunes de la Guerra Civil han sido uno de los temas más delicados y controvertidos de la primera década del siglo XXI en España. El pasado bajo tierra propone una autopsia social del impacto de la apertura de fosas comunes en la sociedad española contemporánea. No es por lo tanto un ensayo sobre e l pasado, para el que existe una historiografía muy extensa, sino más bien sobre las múltiples repercusiones contemporáneas de estas excavaciones. Se basa en un trabajo de campo etnográfico multisituado de más de diez años en diversos escenarios de investigación: exhumaciones de fosas comunes, laboratorios forenses, reinhumaciones, actos conmemorativos, asambleas y actividades de diversas asociaciones, archivos, medios de comunicación, procesos judiciales, presentaciones de libros, inauguración de exposiciones, obras de teatro, o conferencias académicas, entre otros.
Las crónicas de la mítica corresponsal Martha Gellhorn, desde la guerra civil española hasta los conflictos de Centroamérica de los años noventa. Martha Gellhorn, periodista y escritora estadounidense, vivió como corresponsal de guerra los conflictos bélicos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Este libro recoge los sentimientos, las impresiones y el testimonio directo de Gellhorn en la Guerra Civil española, las guerras de Finlandia, de China, la Segunda Guerra Mundial, la guerra de Java, las guerras y conflictos en Oriente Próximo, Centroamérica y Vietnam. «Escribí muy deprisa [...] -diría Gellhorn-, siempre temía olvidar el sonido, el olor, las palabras, los gestos exactos que eran propios de ese momento y ese lugar». Los reportajes aquí reunidos se muestran como un reflejo de esos intensos momentos. Recuentos sinceros que revelan la profunda empatía de una mujer que supo comprender la vulnerabilidad del ser humano y transmitirla en sus crónicas. Acompañados al final de una serie de textos escritos por la autora con la perspectiva que da el paso del tiempo y de una visión general propia que refleja su actitud contra las armas nucleares y su amenaza de la guerra, las crónicas de Martha Gellhorn son un clásico en su género y han creado escuela en todo el mundo. Reseñas:«Un brillante libro antiguerra.»The New York Times «El estilo de Gellhorn es simplemente fascinante.»The Guardian
En mayo de 1999, en el vasto campamento que se extendió de la noche a la mañana bajo los cielos de Macedonia, la petición desesperada que se podía escuchar por doquier no hacía referencia a la comida o al agua, sino a los teléfonos móviles, necesarios para localizar a los hijos, a los maridos o a los padres perdidos en el caos de Kosovo. De las llamadas telefónicas vía satélite a los misiles guiados por láser, se trataba de una guerra de finales del siglo XX, en la que imperaba la tecnología. En las guerras «reales» se movilizan naciones enteras, los soldados combaten y mueren y se producen victorias. En la guerra virtual, puede que ni siquiera se declaren hostilidades. Los combatientes son pilotos de caza y programas de ordenador, la nación es la audiencia televisiva y en lugar de victoria sólo existe un final incierto. Kosovo fue una guerra virtual: allí combatieron pilotos a 5.000 metros de altura, fue dirigida por generales que contemplaban la batalla únicamente a través de la perspectiva de sus pilotos, y nos fue narrada por medios de comunicación rivales que proporcionaban versiones distintas de las consecuencias: una guerra en la que combatieron los estadounidenses y las fuerzas de la OTAN pero sólo murieron los serbios y los kosovares. Michael Ignatieff ha recorrido las zonas en las que se desarrolló el conflicto durante una década, realizando emotivos reportajes y llevando a cabo lúcidos análisis. Pero Kosovo supuso un cambio cualitativo en la historia de las agresiones armadas, y en Guerra virtual Ignatieff examina este extraño tipo de guerra a través de los ojos de los actores principales ?el diplomático Richard Holbrooke, el general Wesley Clark y Louise Arbour, fiscal jefe del Tribunal para los Crímenes de Guerra? y de las personas que la sufrieron. El resultado es un libro penetrante y profundo que plantea cuestiones fundamentales sobre la guerra y los valores humanos en los albores de un nuevo siglo.
Basada en la masacre del banco Teikoku ocurrida en 1948, Ciudad ocupada es la segunda novela de la «Trilogía de Tokio». El 26 de enero de 1948, un hombre que se hace pasar por funcionario de salud pública entra en un banco en Tokio. Una vez allí, explica que su cometido es contener un brote de disentería y suministra una medicina a todos los presentes. Tres minutos después, doce de los empleados mueren, cuatro caen inconscientes y el falso doctor desaparece con el dinero. Narrada por una superviviente que se siente doblemente culpable por haber sobrevivido al robo y la guerra; un periodista que, ansioso por tener la exclusiva, se hace pasar por médico para tener acceso a una de las víctimas y se enamora de ella, y un detective de la policía que pierde la cordura a causa del odio que siente hacia los ocupantes americanos, entre otras voces, Ciudad ocupada cuenta el día a día de una ciudad descomunal literalmente reducida a escombros tras los bombardeos de la segunda guerra mundial, las barbaridades de los experimentos biológicos que quedaron impunes tras el juicio en los tribunales de crímenes de guerra y recoge la simple idea de que todos los hombres somos culpables. Reseñas:«Escribe con eléctrica precisión. Frases cortas y aisladas, que diseccionan como cuchillos la trama que avanza.»David Trueba «No tengo inconveniente en decir que David Peace es el futuro de la novela negra. Es el James Ellroy británico, tiene un talento extraordinario.»Ian Rankin