En este libro breve y sumamente fácil de leer, Immanuel Wallerstein ofrece una condensación de las ideas centrales de su estudio monumental del capitalismo como entidad histórica integrada: El moderno sistema mundial. Al desarrollar una anatomía del capitalismo a lo largo de los últimos cinco siglos, Wallerstein sigue la huella de aquellos elementos que han cambiado y evolucionado constantemente, prestando al mismo tiempo igual atención a los rasgos del capitalismo histórico que han permanecido necesariamente constantes. La atención se centra en particular en la aparición y el desarrollo de un mercado mundial unificado y en la división internacional del trabajo que lo acompaña. Wallerstein afirma convincentemente, en contra de buena parte de la corriente de opinión contemporánea, que el capitalismo ha provocado una pauperización real, y no solo relativa, de los países del Tercer Mundo. Los problemas económicos y sociales de los países subdesarrollados seguirán sin resolverse mientras permanezcan situados en un contexto de capitalismo mundial. El capitalismo histórico es una síntesis oportuna y estimulante de una de las valoraciones más provocativas y sugestivas del capitalismo como modo de producción en la historia mundial.
La era del crecimiento que comenzó con la Revolución Industrial y se aceleró en la segunda mitad del siglo XX, sobre todo gracias a la energía barata obtenida de los combustibles fósiles, está llegando a su fin. Este hecho, derivado del advenimiento del pico del petróleo ?y de otros minerales imprescindibles para el desarrollo?, es incontestable, aunque las élites políticas y económicas a nivel mundial prefieren ocultarlo, actuando como si el crecimiento pudiera ser continuo e ilimitado en un planeta cuyos recursos son finitos. Es prácticamente seguro que en el siglo XXI la humanidad va a experimentar un descenso en la disponibilidad de materiales y energía, sumergiéndose en una crisis económica que conducirá inevitablemente a un nuevo modo de vivir. La cuestión es si esta caída se producirá de manera forzosa, en forma de colapso del actual modelo civilizatorio, con terribles consecuencias para todos, o si se conseguirá afrontar de forma voluntaria y organizada para formar sociedades más equitativas y sostenibles. Y es ahí, ante esa disyuntiva, que se alza el pensamiento decrecentista: decrecimiento o barbarie, nosotros elegimos. JOSÉ ALBERTO CUESTA MARTÍNEZ (Palencia, 1976) es Doctor en Geografía por la Universidad de Salamanca, dentro del programa interdisciplinar ?El medio ambiente natural y humano en las Ciencias Sociales?. Es autor de 'Filosofía cínica y crítica ecosocial' (Ediciones del Serbal, 2006) y 'Ecocinismos' (Biblioteca Buridán, 2011). Además es cofundador del grupo de decrecimiento ?Hasta aquí hemos llegado?. Actualmente ejerce como profesor de Geografía e Historia en Enseñanza Secundaria.
Esta obra os invita a elegir voluntariamente un modo de vida sencillo. La actual recesión económica nos obliga a realizar sustanciales economías, pero ¿por qué no, en vez padecer esta coyuntura, optamos por elegir deliberadamente un nuevo concepto de vida, el de la simplicidad voluntaria? No se trata de apretarse el cinturón, sino de una forma de hacer totalmente distinta, orientada hacia un nuevo arte de vivir que privilegia el ser al estar, el ser al parecer y la frugalidad al despilfarro. Al liberarnos de las sirenas del consumo excesivo, todos podemos acceder de manera natural a una mayor libertad, a una mayor felicidad y armonía y a una real conciencia ecológica en la vida diaria. Los decrecientes que han adoptado la vía de la frugalidad encontrarán aquí una guía decididamente práctica. Philippe Lahille aborda aquí temas tan variados como el hiperconsumo, la publicidad, los intercambios, la ayuda mutua, el dinero, los medios de comunicación, la cultura, la ecología, las vacaciones, la vivienda, la familia o la salud y propone más de 130 consejos prácticos que podrán cambiar radicalmente nuestra vida y darle más sentido. El objetivo no es aplicarlos todos, sino elegir aquellos que nos convienen y planificar su ejecución (con la ayuda de un calendario al final de la obra). Cada cambio será vivido entonces como una oportunidad de desarrollo y no como una súbita obligación. Elegiremos así nuestros propios valores, aquellos que se convertirán seguramente en los nuevos modelos para las generaciones futuras. Esta obra es una invitación concreta a elegir la vía de la frugalidad, que será sin duda la del hombre del mañana, y de la que estamos invitados a ser los primeros actores.
No vivimos una crisis financiera y económica pasajera, sino los efectos de un gran tsunami geopolítico y social en el mundo: el gran cambio. Es el final de una larga etapa de expansión de Occidente y una basculación de poder y riqueza a otras partes del mundo.El liderazgo de los países emergentes y la irrupción de las nuevas tecnologías han convertido en obsoletos los modelos de negocio tradicionales.Una superglobalización que, inesperadamente, se ha vuelto contra los países ricos que la promovieron. Los políticos trataron de preservar los Estados del bienestar mediante un nuevo esquema internacional de deudas que solo agravó las cosas. Una huida adelante. El relevo occidental era inevitable. La clase política devino una burocracia negligente y corrupta, forma de gobierno que bien puede desembocar en el final de los grandes partidos y en la transformación de los modelos de representación ciudadana.Protagonizamos un periodo histórico de destrucción creativa. Entraremos en una nueva era que, tras destruir, abrirá también oportunidades a emprendedores y empresas.