El 22 de diciembre de 1216 fue confirmada la Orden de Predicadores o de Santo Domingo por el Papa Honorio III, que ya había sido aprobada en el año anterior por Inocencio III. Lo nuevos frailes debían poseer una fuerte preparación teológica y eclesial para predicar debidamente el Evangelio y orientar el comportamiento cristiano a tenor de las enseñanzas auténticas de Jesucristo. Se ofrecen en este volumen las actas de los capítulos provinciales de la provincia dominicana de España desde la primera que se conserva, de 1241, hasta las de 1518.
Brisa y arena se dan la mano cada día en los senderos inquietantes de la vida. Espíritu y Vida Consagrada se aúnan cada día para caminar juntos por estos senderos de Dios que nos llevan a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, para ser oferta gratuita de vida.
Las cosas podrían haber sido muy distintas. Sus comienzos auguraban una carrera eclesiástica de primer orden: su formación ante los ojos del papa en la elitista institución romana del Collegium Germanicum, su ordenación sacerdotal en Roma, la sonada tesis doctoral en París, su precoz cátedra de teología fundamental a los treinta y dos años y, finalmente, su intervención como perito en el concilio Vaticano II. Pero la elección de Hans Küng fue otra. Optó por la libertad en lugar de acomodarse, prefirió el compromiso con la verdad al sometimiento. En este personalísimo recorrido por las cuatro primeras décadas de su vida, en el que abundan los datos, análisis y reflexiones, Hans Küng nos relata cómo el alumno modélico y el cardenal en potencia se convirtieron en el hombre que conquista su libertad dentro de la Iglesia, pero también contra ella. En el primer volumen de su biografía, Hans Küng nos habla de su juventud en Suiza, de la decisión de hacerse sacerdote, de sus dudas y batallas en Roma y en París, así como de sus vivencias en el mundo académico alemán, en especial en la universidad de Tubinga. Pero la experiencia determinante de su vida fue sin duda el concilio Vaticano II, en el que Küng participó como joven asesor en teología y cuyas luchas entre bastidores nos narra con autenticidad como uno de sus testigos finales. Con agudeza analítica a la vez que con apasionamiento, el libro relata sus encuentros con presidentes como John F. Kennedy, con papas como Juan XXIII y Pablo VI, con grandes teólogos como Karl Barth y Karl Rahner, además de sus viajes por todo el mundo. Tenemos ante nosotros la vida de un cristiano que ha sabido defender un cristianismo como el de Jesús, sin sentirse encorsetado por ninguna clase de tutela de la Iglesia oficial, y alcanzando una libertad conquistada, y no regalada.
Las contribuciones e investigaciones publicadas en este libro utilizan nuevas fuentes de archivo en gran parte inéditas. Liberan así el generalato del padre Arrupe de una especie de «marginación» histórica, que lo ha acompañado sobre todo después de su mu
Esta investigación se centra en comparar los distintos programas decorativos de los templos jesuíticos en la antigua provincia de Loyola. Para ello, se ha procedido a situar las fundaciones de la orden en su correspondiente contexto histórico y fundacional. A continuación, se ha insertado un capítulo de gran interés para comprender el uso, el valor y la función que los jesuitas otorgaron a las imágenes artísticas. El análisis de los tipos iconográficos presentes en estas iglesias ha centrado gran parte del estudio, distinguiendo entre las imágenes dedicadas a la adoración a Dios, la veneración a la Virgen y el respeto a los santos, donde destacan los miembros más prominentes de la orden. Finalmente, en el apartado dedicado a los programas iconográficos se han comparado las ideas subyacentes en cada domicilio, identificando las particularidades propias de cada uno de ellos, pero situándolas en el ambiente espiritual de la Compañía de Jesús, que encaminó todas sus acciones y estrategias iconográficas «a la mayor gloria de Dios».
El presente volumen contiene dieciséis perfiles de los Padres de la Iglesia que contituyen, por numerosas razones, una atractiva crónica, una especie de moderna encuesta periodística, por su estilo ágil y directo, por la técnica de las secuencias, por las que las citas se integran como confesiones autobiográficas, o como una especie de respuestas recogidas de viva voz de sus protagonistas, como en una entrevista; y, finalmente, por el interés que se ha puesto en destacar, de cada figura, aquellos rasgos que pueden tener mayor actualidad. Obra muy adecuada para catequistas y todos aquellos que precisen en su actividad pastoral de ejemplos e historias ejemplares.