Comunidades y monacatos cristianos



LA INQUISICIÓN EN LA ÉPOCA MODERNA (BETHENCOURT, FRANCISCO)
Un verdadero océano de archivos dispersos a través del mundo (algunos de ellos aún inaccesibles, como sucede en el caso de la Inquisición romana); una leyenda blanca fabricada en el siglo XVI por los propios inquisidores y por los poderes políticos que los utilizaban; una leyenda negra propagada por las víctimas y sus allegados, duraderamente sostenida por el conjunto de los países protestantes; decenas de panfletos y apologías, y centenares de trabajos elaborados por los historiadores. Una institución creada en el siglo XIII, regenerada -si es lícito decirlo de este modo- en el alba de los tiempos modernos en España, en Portugal y sus posesiones de ultramar, y en numerosos Estados italianos, y abolida sólo en el siglo XVIII incluso en el XIX en ciertos casos-. Unos de los más poderosos aparatos burocráticos segregados por las sociedades del Antiguo Régimen. Un monolitismo teórico impuesto por el papado a los Tribunales de la fe, que constituye de hecho una hidra sometida a los poderes públicos y a sus objetivos políticos y sociales, sujeta en consecuencia a sus conflictos y compuesta por hombres de personalidades y ambiciones contradictorias. La Inquisición -o más bien las Inquisiciones- difícilmente se capta en su totalidad; su complejidad desafía toda síntesis. Sólo en periodos de larga duración y utilizando un método comparativo se pueden trazar los rasgos fundamentales de esta policía de la fe y las costumbres; sólo así se deducen los efectos producidos por la represión de la herejía en las sociedades en que aquella había arraigado. La novedad y originalidad del presente libro reside en su intención de comprender el complejo fenómeno de la Inquisición a través de cuatro aspectos que le confieren cierta unidad en el espacio y en el tiempo. Los ritos y la etiqueta, que constituyen formas concretas de afirmación de uso externo e interno, permiten situar la posición del os inquisidores y de su entorno frente a los poderes civiles y eclesiásticos, las formas de organización inquisitorial nos revelan los mecanismos específicos que determinan la toma de decisiones y de funcionamiento; los modos de acción empleados aparecen preñados de enseñanzas sobre los objetivos estratégicos y tácticos de los tribunales de la fe; y, por fin, los sistemas de representación (sobre todo en el caso de la emblemática) nos muestran los programas aplicados. Más allá de esas imágenes que han vuelto familiar cierta literatura de combate -hogueras, torturas, represión del judaísmo, del protestantismo o de la brujería, control del pensamiento mediante el control de libros-, la obra nos desvela un mal conocido fresco de las estructuras mentales imperantes en la Europa latina.

CADA UNO EN SU LEY (SCHWARTZ, STUART B.)
Hasta hoy, la historia nos ha contado que, en tiempos de la Inquisición, cuando las fuerzas de la ortodoxia católica estaban en su mayor auge y extensión, y sus métodos eran más brutales, era muy poco probable encontrarse con actitudes religiosas tolerantes en España, Portugal y las colonias del Nuevo Mundo. Eran tiempos recios. Sin embargo, este extraordinario e innovador libro descubre exactamente eso. Sobre la base de un enorme cuerpo de evidencias históricas incluidos los propios registros de la inquisición el profesor Stuart Schwartz estudia la idea misma de tolerancia religiosa y su evolución en el mundo hispano peninsular y americano desde 1500 hasta 1820. Centrándose en las actitudes y creencias de la gente común, en lugar de las propias de las elites intelectuales, el autor demuestra cómo no pocos segmentos de la población creyeron en la libertad de conciencia y rechazaron la autoridad exclusiva de la Iglesia en estos asuntos. Explora cuáles eran los diferentes orígenes de esas actitudes tolerantes, los retos que el Nuevo Mundo presentó a la ortodoxia religiosa, las complejas relaciones entre la cultura «popular» y la «letrada», y otros muchos temas relacionados. Finalmente, el volumen concluye con un análisis de las ideas relativistas que se estaban afirmando en Europa en esa época. Premiado y alabado por la crítica mundial, el trabajo del profesor Schwartz nos obliga a redescubrir una parte importante de nuestra historia, y a reescribir la historia de las ideas y de la religión desde la perspectiva de las vivencias de los individuos, para encontrarnos con una realidad histórica, la nuestra, más compleja y plural que lo que se venia manteniendo hasta ahora. Ganador del Cundill International Prize in History (Cundill Foundation at McGill University, 2008). Ganador del American Academy of Religion Book Award for Excellence in the category of Historical Study of Religion (American Academy of Religion, 2009). Ganador del John E. Fagg Prize (American Historical Association, 2009). Ganador del Leo Gershoy Award (American Historical Association, 2009). Ganador del George L. Mosse Prize (American Historical Association, 2009). Ganador del Bolton-Johnson Prize (Conference on Latin American History, 2009).

LIBRO DE LAS REGLAS (TICONIO)
La figura de Ticonio ha de entenderse a la luz del Cisma donatista con su pretensión de ser la verdadera Iglesia de Cristo que había permanecido firme en la persecución con una actitud martirial que los legitimaba como la Iglesia pura y santa, no comprometida con el pecado de los que durante la persecución habían entregado los Libros Sagrados. Con estos planteamientos pensaron que la verdadera Iglesia de Cristo había quedado reducida a la comunión configurada por los donatistas en el Norte de África. En la segunda mitad del siglo IV, desde las filas mismas del Donatismo, se alzará la reflexión eclesiológica de Ticonio para mostrar que la existencia histórica de la Iglesia no se puede explicar sin la presencia del mal en ella, siendo uno de sus elementos constitutivos durante su caminar en el tiempo. Desde el seno del Donatismo surgía una crítica agudísima del mismo, de la que luego se serviría ampliamente san Agustín en la controversia antidonatista. El Obispo de Hipona lo consideraba un hombre dotado de agudísima inteligencia y palabra fácil, estudioso de la Escritura, que escribió de manera irrefutable contra los donatistas a favor de la Iglesia Católica, aunque nunca logró comprender cómo no se incorporó a la misma. El Libro de las reglas de Ticonio ha sido caracterizado como «una de las más secretas bellezas durmientes de la época patrística». San Agustín de Hipona, que tanto debe al pensamiento de Ticonio, presentó las Reglas de Ticonio como llaves que permiten abrir los misterios de la Sagrada Escritura. Desde entonces ha sido habitual mostrar el Libro de las Reglas como el primer manual de exégesis que ofrecía una serie de reglas que, aplicadas sistemáticamente, buscaban eliminar las oscuridades de la Escritura. Pero no era ese el propósito de Ticonio. Las Reglas son más bien siete grandes principios de la Historia de la Salvación o, si se quiere, del actuar de Dios en la historia, que evidentemente tienen consecuencias hermenéuticas importantísimas. De la notabilísima recepción de las Reglas de Ticonio son testigos, además de Agustín, Euquerio de Lyon, Casiano, Quodvultdeus, Juan el Diácono o Casiodoro y su círculo. Más aún, personajes como Isidoro de Sevilla o Beda ligaron a la posteridad epítomes de las Reglas, sobre las cuales se compusieron incluso unos hexámetros latinos con el fin de que pudieran ser fácilmente memorizadas. De esta manera, bien conocidas directamente, bien a través de alguna de estas mediaciones, las Reglas de Ticonio se han dejado sentir a lo largo de la Edad Media y el Renacimiento en autores como Hincmaro, Godescalco, Pascasio Radberto, Hugo de San Víctor, Inocencio III, Nicolás de Lira o Erasmo, por citar algunos. Llama la atención a propósito de Ticonio que, aun afirmando su afiliación al Donatismo o incluso su heterodoxia, aunque nadie sea capaz de probar esta última, no se haya dudado en acudir a su obra. Se le crítica y, a la vez, se le acoge con enorme favor.

EL MUNDO DE LA RENOVACIÓN CATÓLICA, 1540-1770 (PO-CHIA HSIA, R.)
Este magistral manual nos ofrece una síntesis actualizada de la enorme cantidad de estudios que actualmente se realizan en torno a la historia del catolicismo en los años que van del Concilio de Trento, celebrado a mediados del siglo XVI, a la disolución de la Compañía de Jesús en el siglo XVIII. El profesor Hsia, reconocido experto internacional en la materia, expone tanto la renovación que tiene lugar en el plano doctrinal y eclesiástico después de Trento como la evolución del catolicismo en diversas regiones. Analiza la procedencia social del clero tridentino y los miembros de la curia papal, dedicando un capítulo al concepto moderno de santidad y otro a la clausura de las mujeres con vocación religiosa. Sin olvidar el arte, la arquitectura o el mundo del libro, el autor hace un esfuerzo por describir la renovación católica como parte de una gran evolución histórica de la civilización europea, explorando así mismo su expansión y sus encuentros con las culturas no cristianas de América, África y Asia.

LA FORMACIÓN DE LAS CONSAGRADAS (GIORDANI, BRUNO)
Este libro aborda el tema de la formación de la responsable de una comunidad femenina. Traza, con conocimiento y realismo, el retrato robot de la superiora o de la formadora y ofrece principios de reflexión e indicaciones prácticas para que la responsable pueda promover el proceso de maduración humana, afectiva y espiritual de las hermanas que están a su cargo. Bruno Giordani ha sabido verter en estas páginas la competencia del investigador y la experiencia de un padre en el Espíritu.

EL ARTE ESPIRITUAL. LA BELLEZA DE LA VIDA INTERIOR (GUILLÉN PRECKLER, FERNANDO)
Nuestra vida espiritual es una «obra de arte»; su artífice principal es el Espíritu Santo, pero se forja día a día gracias a nuestra colaboración atenta y generosa. Cuando el alma descubre las riquezas que posee y su parte activa en la historia de la salvación, se hace más sensible a la acción de Dios en ella. El «arte espiritual» es un diálogo constante entre el alma y Dios hecho de fidelidades, distracciones, negaciones a veces. Estas reflexiones son pequeños «paseos interiores» para tratar de discernir y de ir puliendo sentimientos y actitudes que afean nuestro corazón y alejan de él al divino Huésped. Esta atención interior no nos aparta de las tareas humanas y apostólicas; al contrario: nos llevará al auténtico amor fraterno que Jesús espera de nosotros y nos concederá frutos eternos, invisibles a los ojos del mundo. Pues somos obra de Dios, su escultura, su pintura, su música, su poema, su construcción.

LA IGLESIA QUE YO AMO (BORRAGÁN MATA, VICENTE)
¿Qué resonancias produce en nosotros la palabra «Iglesia»? Seguramente, una mezcla de sentimientos contradictorios. La Iglesia es una auténtica paradoja: seduce y fascina, escandaliza y repele. En ella se mezclan lo bueno y lo malo, el trigo y la cizaña, los justos y los pecadores. Pero ¿qué significa la palabra Iglesia? ¿Cómo nació? ¿Cómo se ha extendido por el mundo? ¿Para qué existe? ¿Tiene algún futuro? ¿Cómo debería vivir? ¿Como corregir los defectos que se han incrustado en ella? El autor recorre la historia de la Iglesia con sus luces y sus sombras: a pesar de su miseria y su debilidad, el Señor sigue presente en medio de esa comunidad rescatada por su sangre. No es una Iglesia de santos, pero es una familia compuesta por hermanos de todas las razas, culturas y lenguas con la única misión de dar Jesús a los hombres. Y en eso no tiene quien le haga la competencia. «Ésta es la Iglesia que amo –dice el autor–, en la que he nacido, en la que vivo y en la que espero morir… Aunque a veces sueñe con un cambio radical en ella».