Todo ser humano puede detectar en su interior la voz del deseo y la voz del Anhelo. El deseo es el lenguaje del ego: nace de la necesidad y se caracteriza por la ansiedad y la insaciabilidad; el Anhelo es expresión de la plenitud que somos y lleva la marca del gozo y de la gratuidad. Así, mientras la identificación con el primero tiraniza, el segundo nos conduce a casa.Un texto es inspirado cuando nace del anhelo. Eso explica que el lector se sienta leído interiormente por él. Porque, en último término, todo texto de sabiduría y nuestro corazón dicen la misma cosa, porque en ambos es el anhelo quien se expresa.A diferencia del deseo, siempre insaciable, con el anhelo ocurre una profunda y hermosa paradoja: al acogerlo se disuelve, porque nos hace descubrir, con tanta sorpresa como admiración, que somos justamente aquello que anhelábamos. Como decía Jesús, el Reino de Dios está dentro de vosotros. Esto es lo que descubrimos en el evangelio: una palabra sabia que lee el anhelo humano y, de ese modo, desenmascarando posibles engaños y advirtiendo de las trampas que acechan, muestra el camino a casa, la misma que habitaba Jesús y a la que nombraba como Padre o como Reino de Dios. El autor, al acompañarnos en esta lectura del evangelio, abriga el deseo cordial de que la palabra de Jesús produzca resonancias en nosotros y dinamice nuestro propio Anhelo, hasta descubrir, experimentar y saborear la plenitud que somos, y que queda expresada en una afirmación del propio Jesús, aplicable a todos nosotros: Yo soy la vida. Enrique Martínez Lozano (Guadalaviar, Teruel, 1950) es psicoterapeuta, sociólogo y teólogo. Es autor de varios libros y se halla comprometido en la tarea de articular psicología y espiritualidad, abriendo nuevas perspectivas que favorezcan el crecimiento integral de la persona. Su trabajo asume y desarrolla la teoría transpersonal y el modelo no-dual de cognición.
Este comentario nace tras muchos años de estudio y enseñanza de la teología del Antiguo Testamento y llega también tras muchos años de haber rezado y meditado los salmos. En definitiva, una obra que aspira a ser libro de disfrute y de oración.
El Ciclo «A» de la liturgia nos permite el acercamiento al texto de Mateo, evangelio escrito principalmente para una comunidad de tradición judía. El escritor sagrado presenta a Jesús en paralelo con la figura de Moisés. El texto se divide en cinco grandes discursos, en resonancia del Pentateuco, los cinco libros sagrados que se le atribuyen al gran Profeta. Si Moisés se salvó de la muerte dictada por el Faraón para todos los hijos de los hebreos, Jesús se salvó del decreto de Herodes, que condenaba a todos los niños. Si Moisés salió de Egipto para conducir a Israel hasta la Tierra de la Promesa, Jesús volverá del exilio, de Egipto, para salvar a la humanidad; si el patriarca Moisés descendió del monte con las tablas de la Ley, los diez mandamientos; Jesús, sentado sobre el monte, pronunciará el decálogo del Nuevo Testamento, las Bienaventuranzas.
Una teología muy meditada de la Palabra de Dios, tanto en sí misma como en su proclamación en la celebración litúrgica. Para conocer mejor la estructura de la liturgia de la Palabra y vivir su íntima conexión con la Eucaristía.
La serie Comprender la Palabra trata de explicar, comentar y acercar a los fieles el texto bíblico que escuchan en la liturgia y leen personalmente o en grupo. Su finalidad es a la par profundamente pastoral y científica. Es decir, se trata de comentarios que parten de un serio estudio del texto y sus variantes, de los sentidos de las palabras, del contexto histórico y religioso, de las concepciones antropológicas y teológicas de fondo. A partir de ahí, cada comentario particular trata de mostrar al fiel cristiano con un lenguaje sencillo el significado del texto y su permanente valor para alimentar la vida de fe.
Perseverancia y Liberación. Itinerario de Lucas (Ciclo C) es un comentario a los evangelios dominicales y festivos del Ciclo C, en el que predomina el tercer Evangelio. Pero, más allá de la glosa centrada en cada texto, busca dibujar un recorrido espi
Antonio Pavía hace en este libro un homenaje a la fortaleza inquebrantable de la fe, basándose en la respuesta de Job frente a las adversidades, y propone el ejemplo de este personaje bíblico como modelo para el discípulo de Cristo. La elección de fidelidad de Job no es fácil y supone un arduo combate interior, que es una metáfora de la grandeza del hombre inspirado por la fe divina. Al igual que Job, que se resistió contra la banalidad del camino fácil, también el discípulo de Jesús debe, según el P. Pavía, enfrentarse con valentía a todo aquello que intenta confundirlo, permaneciendo firme en sus convicciones y siendo fiel a la palabra de Dios. Así, las tinieblas se convierten en un lugar privilegiado donde se gesta la verdadera fe que emana del corazón para enfrentarse a las duras pruebas de la existencia.
En esta publicación se comparten dos disciplinas tan diferentes como la meditación y el arte. Aquí confluyen la Palabra de Dios, Jesucristo, su Madre María y la fe. Que es lo que caracteriza la oración del Santo Rosario.
Cuando le preguntan a Jesús dónde vive, él responde: «Venid y lo veréis». En estas páginas aparecen algunos de los hombres y mujeres que le siguieron y así alcanzaron la felicidad y una plena realización personal.
San Hilario de Poitiers (h. 310-367) fue, en Occidente, uno de los grandes defensores de la fe cristiana tal como fue formulada en el concilio de Nicea (325). Es conocido, sobre todo, por su gran tratado dogmático «De Trinitate» (La Trinidad [BAC, 1986]), pero es también autor de significativas obras exegéticas, como «Comentario al evangelio de Mateo», el primer comentario en latín a este evangelio que ha llegado íntegro hasta nosotros. Considerado durante algún tiempo como una obra de juventud sin valor especial, la reciente crítica ha modificado este juicio. Las grandes intuiciones trinitarias y cristológicas que se van a desarrollar en las obras posteriores están ya aquí claramente presentes. Hilario aparece como un vivo opositor de las doctrinas arrianas, aunque tal vez no conociera todavía el credo de Nicea. A la vez, está ya en posesión de sólidos principios exegéticos, que aplica con rigor al examen del texto bíblico.
Proverbios es un libro añejo, pero siempre joven. Como ocurre con el vino, sus largos años de envejecimiento le proporcionan un buqué de diferentes y atractivos aromas, siempre familiares al sabio lector habituado a lo más exquisito. Su juventud habla de un inconsciente colectivo que, a lo largo de los siglos y en cualesquiera culturas, aflora a cada momento en el esfuerzo individual y compartido por comprender la realidad natural y social que nos envuelve, y a la que lanzamos preguntas, a veces angustiosas, sobre los modelos de actuación más idóneos para alcanzar una vida buena y una buena vida. El libro de los Proverbios recopila un saber secular, fruto de la experiencia crítica de generaciones, encapsulado en sentencias, refranes, apotegmas, aforismos e instrucciones, en los que predomina el educativo imperio de la imagen y del símbolo. Su vitalidad actual puede servir de guía en el momento presente de nuestra historia, en una época en la que, desgraciadamente, la literatura gnómica va cediendo terreno ante el demoledor imperio de un lenguaje aséptico y pseudointelectual.
Conocido por sus meditaciones de espiritualidad bíblica, el P. Pavía se centra en este libro en el relato de la Anunciación del evangelio según san Lucas. Versículo a versículo, y ricamente apoyado en los textos del Antiguo y del Nuevo Testamento, y en especial del apóstol Pablo, el autor analiza la relevancia del papel de Dios, que se hace presente y se acerca al ser humano, y de María, que acoge con fe y humildad la Palabra recibida, y que es propuesta como el modelo del discípulo cristiano dispuesto a aceptar en todo momento la voluntad del Señor.