En los últimos años se ha hecho evidente que las crisis periódicas propias del capitalismo solo traen altos niveles de desempleo y desigualdad, desahucios y empobrecimiento, y una desestabilización política que afecta al conjunto de las instituciones. La irrupción de nuevos partidos, la desaparición o debilitamiento de los tradicionales y el renacimiento del nacionalismo son otros de sus efectos colaterales. Si a todo ello le sumamos la crisis ecológica, que pone de manifiesto que nuestras formas de producir, distribuir y consumir están destruyendo el planeta, el resultado es una tríada que sin duda está cambiando irremediablemente el mundo en el que vivimos. Por qué soy comunista reflexiona sobre todo ello y ofrece respuestas fundadas en la esperanza que nació de las entrañas de la parte más sufrida del mundo: la clase trabajadora. Muchos de los derechos que hoy conocemos —como el sufragio universal o la propia democracia— fueron conquistas de organizaciones socialistas. Sin duda, otro mundo es posible si somos capaces de organizarnos de otra manera, pensando en común y utilizando los métodos y descubrimientos de la ciencia. Pero para ello no valen las ideas superficiales, los tópicos baratos o las ideologías acartonadas e inflexibles. Lo que necesitamos, reflexiona Garzón en este libro, es razón apasionada, teorías bien fundamentadas y una sensata actitud crítica hacia el sistema que nos gobierna.
Los nuevos clivajes de la Política Internacional, cada vez más alejados de los conceptos "izquierda y derecha" surgidos en la Asamblea Nacional de Francia en 1798, nos sitúan en nuevas categorías tales como "soberanistas o nacionalistas y globalizadores neoliberales". A partir de ello se accede a formas en que se manifiesta una "crisis de identidad" en la mayoría de los países europeos, tomando en cuenta las distintas situaciones culturales, económicas y las políticas migratorias.
Figura singular y enemiga de convenciones, el estadounidense HENRY D. THOREAU (1817-1862) desarrolló una obra fértil y heterogénea transida de un individualismo y una integridad radicales. Si su obra más conocida, «Walden», fue el resultado de su voluntad de experimentar la libertad y la vida autosuficiente en la naturaleza, en sus «Diarios», ensayos y conferencias fue consignando su propia construcción como persona. Su ideología fue heterodoxa, radical, casi libertaria, antiimperialista y antiesclavista, y su influencia en los movimientos contemporáneos de desobediencia civil, desde Gandhi a nuestros días, ha sido enorme. De su discurso, tan firme como revolucionario, que por otro lado, lejos de haber perdido actualidad, se revela todavía como un aldabonazo en la sociedad acomodaticia y narcótica de hoy, son excelente muestra los cuatro ensayos reunidos en este volumen «Una vida sin principios», DESOBEDIENCIA CIVIL, «La esclavitud en Massachusetts» y «Apología del capitán John Brown» que la introducción de Juan José Coy ayuda a situar en el contexto oportuno.