Sólo vemos lo que queremos ver, oímos lo que queremos oír y leemos lo que queremos leer. Pero el ciberespacio también nos permite utilizar la capacidad de filtrar todo lo que deseamos ver, oír y leer. En un futuro no demasiado lejano, nuestro poder de selección promete aumentar de manera exponencial. Ahora mismo ya tenemos la posibilidad de ver los acontecimientos deportivos que queremos, de leer únicamente los temas que nos interesan y de encontrar las ideas con las que estamos de acuerdo en las páginas de opinión. En medio del clamor popular por este considerable aumento de la información personalizada, Cass Sunstein plantea las siguientes cuestiones: ¿es eso bueno para la democracia? ¿Resulta saludable para la supervivencia de las instituciones? ¿Qué significa para la libertad de expresión? En República.com se exponen los inconvenientes del uso egocéntrico de Internet, al mismo tiempo que se nos indica cómo acercarnos a este mundo como ciudadanos responsables y no sólo como individuos obsesionados por el consumo. Sunstein afirma que la democracia depende de las experiencias compartidas y necesita que los ciudadanos se enfrenten a temas e ideas que no han elegido de antemano. Los periódicos y presentadores de radio o televisión ayudan a crear una cultura compartida; sin embargo, dado que su papel se va reduciendo a medida que aumenta la personalización del universo de las comunicaciones, la sociedad corre el peligro de fragmentarse y las comunidades compartidas de disolverse. En su lugar quizá sólo resuene el eco de nuestra propia voz, de nuestra propia opinión.
Avishai Margalit construye su filosofía moral a partir de la premisa siguiente: una sociedad decente, o una sociedad civilizada, es aquella cuyas instituciones no humillan a las personas sujetas a su autoridad, y cuyos ciudadanos no se humillan unos a otros. Lo que la filosofía política necesita urgentemente es una vía que nos permita vivir juntos sin humillaciones y con dignidad. En la actualidad, la filosofía centra básicamente su atención en el ideal de la sociedad justa basado en el equilibrio entre libertad e igualdad. El ideal de la sociedad justa es sublime, pero difícil de poner en práctica. En cambio, el de la sociedad decente se puede materializar incluso en la vida de nuestros hijos. En primer lugar, como defiende Judit Shklar, es preciso erradicar la crueldad. Inmediatamente después, hay que erradicar la humillación. Es más prioritario originar una sociedad decente que una sociedad justa. Margalit parte concretamente del contexto en el que vivimos, con todas las indignantes humillaciones que tan difícil hacen la vida en el mundo. Su precisa argumentación se inspira en Judith Shklar e Isaiah Berlin. Se trata de una filosofía social inmune a todos los amenazadores clichés que fomentan la desidia moral y que nos insta a ir más allá del comportamiento que caracteriza a otros seres humanos. A Margalit no se le puede clasificar como liberal o conservador. Si hay que asociarlo con algún referente, el más adecuado es el socialismo humano de George Orwell, aunque muy poco tiene que ver con el de La granja animal y sus métodos de opresión. Lo que emerge del análisis que realiza Margalit respecto a la corrosiva función de la humillación en sus diversas formas es cómo ser decente, cómo construir una sociedad decente. Nos encontramos ante un libro cuidadosamente argumentado y, lo que es aún más importante, profundamente sentido, que surge de la experiencia de Margalit en las fronteras de los conflictos entre europeos orientales y occidentales, entre palestinos e israelíes.
Considerado como uno de los pensadores más prolíficos y a la vez polémicos de nuestro siglo, Karl Popper incluye en esta obra dieciséis textos -muchos de ellos hasta ahora inéditos en libro- que abordan otros tantos temas que dominaron la labor de toda su vida: las cuestiones del conocimiento, el papel y la limitación de la ciencia, la paz, la libertad, el sentido de la historia, la responsabilidad de los intelectuales, la sociedad abierta y sus enemigos... Como en todos sus libros y conferencias, sus exposiciones son de gran claridad y viveza, pero lo más importante de este trabajo -en cuyos ensayos Popper trabajó hasta el final de sus días- es que su racionalismo crítico y su filosofía política siguen ejerciendo, junto a la filosofía y las ciencias políticas y sociales, un duradero influjo en la política práctica, así como en muchos pensadores. De esta manera, estos textos vuelven a mostrar con claridad por qué el pensamiento de Popper fue y seguirá siendo tan influyente. Pero a la vez expresan en términos claros su gran modestia., por la que nunca dejó de luchar como pensador: véase, si no, el penúltimo ensayo de la obra, sobre la caída del comunismo y el intento de entender el pasado para elaborar el presente, uno de los trabajos más lúcidos y penetrantes de su larga carrera. La vida consiste en resolver problemas, afirma Popper en uno de los capítulos finales de la obra. Y ésa es precisamente la clave de su discurso, es decir, la utilización de la ciencia y el conocimiento para conformar un concepto de sociedad democrática tan personal e intransferible como válida y consoladora para todos aquellos que quieran escucharla: no sólo los profesionales de la política y la filosofía, sino también los ciudadanos responsables e interesados por los avatares de la época que nos ha tocado vivir.
¿Por qué perdimos la guerra? analiza de forma clara y detallada las razones que llevaron al ejército republicano a la derrota en la Guerra Civil española. Carlos Rojas presenta una completísima obra que incluye una antología con los testimonios de muchos de los vencidos en la contienda española.La obra se compone de seis apartados con las diferentes interpretaciones de las causas que motivaron la catástrofe republicana, en un conflicto que Stanley Payne llamó, y con razón, «la mayor tragedia de la historia española después de la Guerra de la Independencia». Una obra capital que recoge la voz de aquellos que vieron truncadas sus esperanzas en unos años de dolor y sufrimiento.
La obra de Hannah Arendt sintetizada en esta antología esencial e imprescindible. No hay nada más radical que un clásico. Hannah Arendt, la gran pensadora del siglo XX, es sin duda fundamental para afrontar los desafíos del XXI. Abordó todas las cuestiones clave de su tiempo, desde el antisemitismo hasta el totalitarismo, los orígenes de la democracia, la crisis de la autoridad, los fundamentos de la educación y la estética o el problema del mal en la modernidad. Toda su obra está sintetizada en esta antología esencial e imprescindible. ------------- radical: adj. Perteneciente o relativo a la raíz. «Clásicos Radicales» nace con la misión de recuperar algunos de los libros más emblemáticos del sello que en su día formularon una idea nueva u ofrecieron una mirada original y pertinente sobre las grandes cuestiones universales. Ausentes de las librerías durante demasiado tiempo pero recordados y buscados por los lectores más despiertos, estos textos esenciales de disciplinas como la filosofía, la ética, la historia, la sociología, la economía, la antropología, la psicología y la política mantienen su plena vigencia y vuelven hoy con fuerza para iluminar nuestro presente. ------------- Reseña:«Hannah Arendt volvió a pensar el espacio público después de su destrucción y nosotros debemos volver a ella para prevenir que se destruya de nuevo.»Andreu Jaume
Libro valiente e insólito en su momento, "Alienación. Historia de una palabra" se alejó de la corriente imperante en el tiempo en que se publicó, cuando el mundo académico se centraba exclusivamente en la teoría marxista de la alienación. Muy al contrario, en su obra el autor demuestra que la "alienación" aparece a menudo en otras interpretaciones del mundo social, apuntadas bajo la expresión "alienación doquiera". Sin obviar a Marx y a sus exégetas, la obra parte de la fuente filosófica de la alienación, que se encuentra en Hegel, y rastrea con minuciosidad las aportaciones de los distintos filósofos, hasta Sartre, desde la perspectiva de su acercamiento o alejamiento del cano hegeliano. Publicado por primera vez en 1973 como texto del discurso de ingreso del autor en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, se acompañó entonces de la contestación de D. Luis Jordana de Pozas. Una edición muy ampliada se publica en la editorial del Instituto de Estudios Políticos en 1974, y es esta la que ha sido conocida en España desde entonces por el público especialista. Sin embargo, en 19888 aparece una segunda edición actualizada y corregida en la editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México. Es el texto de esta segunda edición el que ahora se edita por primera vez en España.
La trayectoria del pensamiento político platónico aparece de alguna manera condensada en aquel sintagma que leemos en el Político por boca de uno de los personajes principales del diálogo: «siguiendo las huellas del régimen político más genuino». Porque toda la labor política de Platón expresa, frente a las formas defectuosas de gobierno que, a sus ojos, asolaban las ciudades de su tiempo, la necesidad no sólo de formular teóricamente una alternativa política más genuina, sino sobre todo de ponerla en práctica. Este libro no tiene otro propósito que el de mostrar, siguiendo uno de los tantos recorridos textuales posibles, la génesis y el desarrollo de dicha alternativa a la luz de un análisis centrado principalmente en los diálogos de corte político, pertenecientes a las distintas etapas que jalonan la obra platónica. Nuestra intención es que su lectura permita desmitificar tanto la supuesta confianza ciega en la pintura ideal de gobierno que Platón delinea en República, como el presunto realismo extremo de su última obra, las Leyes. Como se intenta demostrar a lo largo del libro, el pensamiento político platónico es un tanto más complejo que lo que supone un brusco cambio que va de un idealismo optimista a un desesperanzado realismo político. En el arco conceptual que va del maduro régimen político de República a la tardía y progresiva revalorización del papel de la ley en Político y Leyes, vemos cómo Platón procura ajustar y reorientar su programa ideal de gobierno en contraste con una coyuntura ético-política siempre desfavorable.
Escritos económicos (1893-1899) es una selección de textos escritos por Lenin durante ese periodo. El hilo conductor de todos los trabajos aquí reunidos es el estar consagrados al estudio del desarrollo del capitalismo en Rusia a finales del siglo xix, m
Hasta hace poco, las luchas por la justicia tenían lugar con el trasfondo de un marco que se daba por supuesto: el Estado territorialmente delimitado. Con esta imagen "westfaliana" del espacio político asumida por defecto, apenas se discutía sobre el alcance de la justicia. En la actualidad, activistas de los derechos humanos y feministas internacionales rechazan el punto de vista de que la justicia es sólo una relación doméstica entre ciudadanos de un mismo país. Oponiéndose a las injusticias que traspasan fronteras, hacen de la escala de la justicia una cuestión de lucha explícita. Nancy Fraser se pregunta: ¿cuál es el marco adecuado para teorizar sobre la justicia y cuál es la escala realmente justa? La autora revisa sus conocidas teorías de la redistribución y el reconocimiento, e introduce la "representación" como una tercera dimensión "política" de la justicia, elaborando un nuevo tipo reflexivo de teoría crítica que sitúa en primer plano la injusticia de una atribución de marco injusta. Dialogando y debatiendo con pensadores como Habermas, Rawls, Foucault o Arendt, contempla un espacio político poswestfaliano que abraza la solidaridad transnacional, una esfera pública transfronteriza, el establecimiento de marcos democráticos y proyectos emancipatorios transfronterizos. El resultado es una sólida reflexión sobre quién cuenta respecto a qué, en el terreno de la justicia, en un mundo en globalización.
La inmigración es sin lugar a dudas una de las cuestiones más urgentes que las sociedades occidentales tienen que afrontar. Se trata de un fenómeno relativamente reciente, sobre todo en España, pero que no tiene visos de desaparecer. Sin embargo, continuamos empeñados en no extraer conclusiones de lo que vemos aquí y de lo ocurrido en los países de nuestro entorno. En este iluminador ensayo, José María Ridao ofrece una perspectiva distinta a la habitual, que nos permite entender el problema en su complejidad. Ridao analiza críticamente la elección de la barbarie que estamos llevando a cabo, elección que deja de lado cuestiones fundamentales, como que nadie emigra por capricho y que la inmigración supone un problema de primer orden sobre todo para el propio inmigrante. Desde la caída del muro de Berlín y el abrupto final de la Unión Soviética, el interés político e intelectual se ha concentrado en la elaboración de hipótesis acerca de qué «nuevo orden mundial» sustituirá al equilibrio bipolar. Estas especulaciones teóricas tienen inevitablemente un carácter profético más que racional. Sin embargo, son cada vez más absorbentes y fuerzan a menudo una interpretación y una gestión del presente realizadas desde la convicción de que nada, ni siquiera el sufrimiento, debe entorpecer el advenimiento de la sociedad del futuro, en vez de partir, como debería ser, de la voluntad de resolver los problemas de hoy para los ciudadanos de hoy. La inmigración quizá sea uno de los ejemplos más patentes de esta elección de la barbarie que parece estar consolidándose en el mundo posterior a la guerra fría: un ámbito en el que, de hecho, en lugar de reconocer las amenazas reales que se ciernen sobre los trabajadores extranjeros, son las propias sociedades desarrolladas las que se sienten amenazadas.
Este es un retrato de los vicios de Europa, de estados con administraciones mastodónticas que ejercen un control absoluto sobre el individuo. Es un alegato en contra del poder establecido, de funcionarios con cargos a perpetuidad, de políticos mediocres con poco o nada que aportar. Es una denuncia en toda regla, pero es sobretodo un libro que quiere apelar a la conciencia del ciudadano y de las empresas para que sean más exigentes consigo mismas.
Pasados más de treinta años de la aprobación en referéndum de la Constitución española es hora de evaluar la percepción que tienen los españoles sobre el funcionamiento y la calidad de la democracia. Se trata del primer estudio sobre el tema que se lleva a cabo en España. Para ello se han recogido datos a través de encuestas de opinión sobre la realidad democrática que el ciudadano vive día a día: sus logros, su legitimidad, su eficacia como gobierno, el funcionamiento del Estado de Derecho, la corrupción y el papel de los medios de comunicación entre otros factores. Un análisis de cómo valoran los ciudadanos la democracia y de cómo esa valoración influye en la legitimidad y confianza que atribuyen al sistema político del que se han dotado para gobernarse.