Gabriel García-Noblejas ha bebido directamente de las fuentes chinas más antiguas, tanto textuales como arqueológicas y artísticas, no sólo para ponernos al alcance de la mano los mitos más importantes de China, sino también para dibujarnos un panorama del mundo en que éstos nacieron, se desarrollaron, se multiplicaron, murieron o pervivieron en otras esferas de la cultura y la sociedad. Comienza con la exposición de cómo pudieron ser los mitos de la primera dinastía histórica, la Shang (siglos xviii-xi a.n.e.). Dedica la primera parte del libro al análisis de quiénes, cómo y por qué ponían los mitos por escrito y de qué importancia tenía la mitología en la China antigua; la segunda, al despliegue de los mitos en sí, debidamente contextualizados y en su máxima riqueza de variantes; y la tercera, a la exposición somera de la presencia de algunas figuras mitológicas en los cultos, la religión imperial y popular, el arte o la literatura. Mitología de la China antigua está ilustrado con imágenes de la época -figuritas de barro de la dinastía Zhou, telas pintadas de la Qin, estelas funerarias de la dinastía Han y dibujos de la Ming- que tanto sirven hoy para explicar los mitos escritos como sirvieron, en su momento, para contarlos o resumirlos sin palabras.
¿A dónde se dirige China? El XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China celebrado en octubre de 2017 señala el rumbo a seguir por el liderazgo del mismo, que incluye renovaciones y continuidades, como la del Secretario General Xi Jinping, duran
La cultura china, que es aún más grande que la propia China, se dice tradicionalmente que ofrece tres enseñanzas: el confucianismo, el taoísmo y el budismo. El pensamiento de estas tres filosofías se expresa con una terminología bastante particular. Sinó
A principios del siglo ix, el literato Zhang Ji escribió una carta a su amigo Han Yu, uno de los principales pensadores de su tiempo, criticándole el deterioro de su imagen pública a causa de «andar con los que cuentan historias insustanciales y confusas». «Pero si lo hago por mera diversión se defendió Han Yu, ¿tan diferentes son del vino y las mujeres?». Aquella respuesta no convenció a Zhang Ji quien insistió preocupado: «¿Qué va a ser de ti si no rectificas? ¿No ves que son nocivas para la salud?». Aquellas historias «nocivas» son precisamente las recogidas en esta antología. Dichos relatos configuran el origen del género novelístico en China. Han llegado a nuestros días gracias a que fueron recogidas por el bibliógrafo imperial Li Fang, y sus más de veinte colaboradores, en una compilación de textos narrativos en prosa de todas las dinastías anteriores a la Song que se tituló Recopilación general de la Era de la Paz Universal, editada en 977. Pero si bien es cierto que los bibliógrafos salvaron estos textos del olvido, también lo es que los dejaron bastante mal organizados, ya que cometieron numerosos errores a la hora de establecer el autor, la fecha y el origen. Estos errores dificultan, y a veces impiden, saber a ciencia cierta quién es el autor de algunos textos recogidos en esta antología. Estas historias de amor, valor, fantasmas y espíritus sirvieron de inspiración a autores posteriores de China, Corea y Japón. Con el paso de los siglos los tipos de personajes, las tramas y los temas llegaron a las grandes novelas chinas de las dinastías Ming y Qing. Por su imaginación, su belleza formal y su originalidad, estos relatos pasaron a ser estimados a principios del siglo xx como obras maestras de la literatura china.
El Dragón del Norte se enamoró de una hojita y, para que no se secara, se convirtió en un río. Tan caudaloso resultó que el Señor del Cielo le nombró Emperador de las Aguas Terrestres. Aunque los grandes ríos de China terminaron reconociendo su autoridad, él era tan inexperto que cometió cinco graves errores: enfrentó a los Inmortales, se emborrachó, reveló dónde había escondido su antigua bola de dragón, desveló en qué punto de sus orillas se encontraba el barro con el que la diosa Nuwa había moldeado al primer hombre y, sobre todo, despreció a uno de sus afluentes. Esto provocó que el juez más famoso de la historia de China, Baño Gong, le condenara a conocer en profundidad los «tres pilares del espíritu», los «cinco elementos del ser», y a la síntesis de todos: el ser humano. Sobre ello versan estos cincuenta cuentos que sintetizan todo el simbolismo, toda la sensibilidad y todo el universo de la China clásica.
EL SABOR DE CHINA analiza a fondo una de las mejores cocinas del mundo. esta fabulosa colección de recetas, todas acompañadas de preciosas fotografías, es tan variada como el propio país. Junto a los platos favoritos de los restaurantes occidentales, también se recogen comidas familiares, platos regionales, menús de fiesta, banquetes y comida callejera, e incluso algunos postres y dulces.
Con este libro descubrirá las riquezas de su famosa cultura culinaria china: desde las picantes entradas y aperitivos, pasando por los deliciosos platos de pescado, carne y tofu, hasta las apetitosas sopas, fina confitería y dulces postres. Sus platos serán siempre un éxito, gracias a las excelentes fotografías y las claras explicaciones de las recetas. También se incluye una serie de consejos prácticos.
Los rascacielos rivalizan en brillo y altura sobre el puerto. La fachada de Hong Kong deja pasmado. Pero esta metrópoli esconde mucho más. El incesante pulso consumista que vibra debajo de las espigadas torres convive con islas sin coches y plácidos monasterios. Xavier Moret recibió una invitación para participar en un taller literario en Hong Kong. Aprovechó la oportunidad y, durante dos meses, recorrió la trastienda de la antigua colonia. Se adentró en las inquietantes Chungking Mansions. Disfrutó de tés servidos con toda la pompa británica y degustó la tradición china, sublimada en los deliciosos "dim sums". Además trató con un extraordinario elenco de personajes, como una "yuppie" de bandera, el sirio Khaled o un poeta-mecánico de Rolls-Royce. Mil facetas que Xavier Moret recoge y fija, para desvelar una ciudad que encandila.
Traducción, introducción y notas de Iñaki Preciado Zhuang Zi, quizá el más grande de los escritores taoístas, floreció hacia el siglo -IV. El libro que lleva su nombre consta de 33 capítulos, de los que la crítica moderna ha dejado establecido que se le pueden atribuir con seguridad los siete primeros. Para Zhuang Zi, el bien sumo del ser humano es la armonía y la libertad, las cuales se alcanzan si uno sigue con espontaneidad la propia naturaleza. Central al pensamiento del Zhuang-Zi es la doctrina de la no-acción (wu-wei), es decir, del obrar desapegadamente. Es el meollo de la espontaneidad taoísta: dejar a todas las cosas su libre curso, rechazando las diferencias mentales entre bien y mal, vida y muerte, etcétera. Dichas oposiciones son cambios sin término, y no un comienzo o un fin. El sabio debe identificarse con el Tao y dejar discurrir espontáneamente su vida, suprimiendo metas y deseos, y alcanzando así la genuina libertad. Doctrina ésta que muestra una clara sintonía con el pensamiento budista. Aunque el Zhuang-Zi se remonta al siglo -IV, su mayor difusión la alcanzó en la época Wei Jin, ejerciendo una enorme influencia entre los pensadores chinos, y formando con el Tao-te-king (o Lao-Zi) y el Lie-Zi, la trilogía clásica del taoísmo. Su repercusión en el mundo occidental ha sido también importantísima.