Ir al contenidoCatolicismo romano, Iglesia católica romana
¿Quién y qué es María de Nazaret para los cristianos? ¿Qué dice la Iglesia de ella? ¿Cuáles son sus principales advocaciones? ¿Qué significan los títulos más importantes que se le dan? La respuesta a estas y otras preguntas, que muchas veces se hacen los cristianos y no cristianos, sobre la Virgen María se dan en este libro. Es como un pequeño tratado de Mariología accesible y comprensible para cualquier persona, expuesto en forma de diálogo para su mejor comprensión. El contenido de la doctrina cristiana sobre María se presenta aquí en breves capítulos: 1 Predestinada. 2 Inmaculada. 3 Toda santa. 4 Siempre Virgen. 5 En matrimonio virginal con José. 6 Madre de Dios. 7 Corredentora. 8 Madre nuestra. 9 Madre de la Iglesia. 10 Asunta. 11 Reina de Misericordia. 12 Mediadora. 13 Digna de especial culto. 14 Venerada con liturgia propia. 15 Palabras de devoción a María. 16 Gestos de devoción a María.
Doña Isabel, infanta de Aragón, proporciona un paradigma de "reina santa" que debe vivir y ejercer su poder en un contexto de profundo catolicismo, pero marcado por complejos problemas morales y por las no siempre fáciles relaciones entre el Papado y los reinos cristianos.
El ruido nos impone su dictadura un día y otro, hasta el punto de que rara vez añoramos el silencio. Sin embargo, el ruido genera el desconcierto del hombre, mientras que en el silencio se forja nuestro ser personal, nuestra propia identidad. Tras el éxito internacional de Dios o nada, el cardenal Sarah afronta en estas páginas la necesidad del silencio interior para escuchar la música de Dios, para que brote y se desarrolle la oración confiada con Él, para entablar relaciones cabales con nuestros allegados. "La verdadera revolución -afirma- viene del silencio, que nos conduce hacia Dios y los demás, para colocarnos humildemente a su servicio". De nuevo en esta larga y profunda conversación con Nicolás Diat, el Cardenal propone la siguiente pregunta: ¿pueden aquellos que no conocen el silencio alcanzar la verdad, la belleza y el amor? La respuesta es innegable: todo lo que es grande y creativo está relacionado con el silencio. Dios es silencio. El prefecto de la Congregación vaticana para el Culto divino y la disciplina de los Sacramentos, enlaza y enumera hasta 365 pensamientos, hondos y variados, a propósito del silencio y sus efectos, que concluyen con un excepcional y riquísimo diálogo con Dom Dysmas de Lassus, Prior General de la Grande Chartreuse. "Si bien el habla caracteriza al hombre, el silencio es lo que lo define, porque la palabra hablada solo adquiere sentido en virtud de ese silencio". Este es el hermoso y significativo mensaje de La fuerza del silencio. Robert Sarah nació en Guinea en 1945. Sacerdote desde 1969, en 1979 fue nombrado Arzobispo de Conakri, con 34 años de edad. En 2001 Juan Pablo II lo llamó a la Curia romana, donde desempeñó sucesivamente dos altos cargos. Benedicto XVI lo creó Cardenal en 2010, y en 2014 Francisco lo nombró Prefecto de la Congregación para el Culto divino y la disciplina de los Sacramentos. Nicolas Diat es periodista y autor francés.
Guiado por la excepcional pluma de Pemán, el lector se acercará a María desde una perspectiva nueva, íntima, recorriendo con Ella los acontecimientos que marcaron su vida. María fue la grande, la suprema contemplativa. Cuando el Evangelio -apenas un par de veces- se vence e inclina hacia la intimidad de María, la pluma de Lucas anota sobriamente: "María, empero, conservaba todas estas cosas dentro de sí, ponderándolas en su corazón". Así (2, 19), después del nacimiento maravilloso: "Y su madre conservaba estas cosas en su corazón". Así (2, 51), al hallarlo en el Templo. Y así, seguramente, aunque no se nos diga, en todos los demás pasos de la vida de Jesús a los que Ella asistió o a los que conoció por la referencia de los discípulos que no tendrían a la Madre ausente de los sucesos del Hijo. Este libro no tiene otro propósito que ese: vislumbrar, aunque sea temerariamente, esas cosas que María guardaba en su "corazón". El corazón es la víscera carnal donde más se siente la vida espiritual. El lenguaje vulgar lo utiliza para todas las situaciones radicales: "poner corazón" en un empeño; decir "con el corazón en la mano"; adivinar en una "corazonada", "querer con todo el corazón". María guardaba, pues, "esas cosas" en todo su ser: en su memoria, en su emoción, en su inteligencia, en su intuición. Lo que en este libro queremos medio adivinar es maravilloso, y se nos escapará en enormes dosis de la pluma. El espejo en que vamos a tratar de verlo era, sin embargo, sencillo y limpio como ningún otro. Desbordante de brillantez, José María Pemán (1897-1981) tiene una página imborrable en la historia de la literatura española. Articulista de excepción, cultivó con indiscutible categoría otros géneros literarios: poeta, dramaturgo, ensayista, orador, novelista, en todos esos géneros destacó como un creador excepcional y como trabajador infatigable, con una sensibilidad exquisita en la que chispea el sabor de su tierra, Cádiz, "la tacita de plata".
San Antonio de Padua es uno de los santos más populares, sin embargo, su vida es muy poco conocida, ya que ha quedado como oculta detrás de unas cuantas devociones muy difundidas que, aunque buenas, impiden ver la grandeza de su humildad y la eficacia decisiva de su presencia en los primerísimos tiempos de la Orden franciscana. Dobraczynski nos describe las circunstancias que acompañaron a Antonio cuando, después de haber vivido muchos años sumergido en dudas e inquietudes, llegó a Italia para tomar parte en el Capítulo de Porciúncula. Se encontró allí perplejo e indeciso: él, gran sabio y amante de la ciencia, tenía que presentarse ante el fundador de la Orden, que tenía fama de oponerse a que los hermanos se dedicaran a cultivar la ciencia, incluso teológica. Sin embargo, aquel encuentro no tuvo nada de violento. Antonio fue encargado de dirigir y supervisar la formación intelectual dentro de la Orden. Y, después de la muerte de San Francisco -que llamaba cariñosamente a Antonio "mi obispo"-, fue Antonio quien tuvo el papel decisivo de dar un impulso a la orientación hacia el futuro de la Orden, aunque él personalmente no desempeñara ningún cargo dentro de su jerarquía. San Antonio ocupa un lugar privilegiado entre los grandes predicadores del siglo XIII. Las crónicas antiguas nos hablan no solamente de los diferentes milagros hechos por él, sino también de la influencia prodigiosa de sus palabras, lo cual se debe en gran parte a la fuerte personalidad del santo y a su emocionante humildad. Jan Dobraczynski (1910-1994) nació en Varsovia, donde realizó sus estudios universitarios. Durante la Segunda Guerra Mundial combatió como capitán de caballería hasta que fue herido y se dedicó a actividades políticas clandestinas. Fue capturado durante la insurrección de Varsovia y enviado a Belsen y otros campos de concentración. Cuando fue liberado, volvió a Polonia y se dedicó a la escritura. En 1947 viajó a Bélgica, Francia e Italia y se entrevistó con Papini, Ungaretti, Mauriac y Cesbron. En los años 80 fundó un movimiento patriótico de inspiración cristiana. Fue un autor muy fecundo y publicó novelas sobre la Guerra Mundial, de argumento religioso y contemporáneo,además de ensayos y reportajes. Tanto su calidad literaria como la acogida del público hacen de él uno de los principales autores polacos contemporáneos. Sus novelas se han traducido a 19 idiomas. Ediciones Palabra ha publicado La sombra del Padre (19ª ed.), Y el rayo cayó por tercera vez (5ª ed.), San Antonio de Padua (8ª ed.), Magdalena (5ª ed.) y Bajo las murallas de Viena.
Rita de Casia es una santa que goza de gran atractivo popular, tal como denota el título que se le otorga: abogada de las causas perdidas. Es la intercesora a la que se acude en los casos desesperados. Desde niña quiso ser monja, pero todavía adolescente fue obligada a casarse con un hombre violento, que acabó sus días asesinado en 1416. Cuando poco después fallecieron casi a la vez los dos hijos mellizos que había tenido, Rita ingresó, con 36 años, en la Orden de san Agustín. En el convento recibiría en 1428 un estigma en la frente, recuerdo imperecedero de una de las espinas que atormentaron a Cristo en la Pasión. Tras su muerte en 1457, pronto cundió entre los fieles el rumor de la eficacia de su intercesión ante Dios para obtener curaciones imposibles. La devoción se expandió con rapidez por toda Italia y gran parte de Europa. Se le atribuyen innumerables milagros. Beatificada por Urbano VIII en 1627, fue canonizada por León XIII el año 1900. Con notable amenidad, el profesor Yves Chiron nos ofrece en estas páginas una biografía histórica de santa Rita de Casia, rigurosa y clarificadora, a la par que respetuosa de la dimensión sobrenatural y mística de esta mujer. Yves Chiron nació en 1960, es miembro de la Societé d'Histoire Religieuse de la France y especialista en la historia de las ideas políticas y de la espiritualidad. Sus numerosas publicaciones, traducidas al inglés, italiano y español, dan idea de la aceptación de su estilo claro e independiente que hace de la lectura de sus obras una fuente de información valiosa y original. Entre sus obras figuran biografías de Maurice Barrés, Maurras, Edmund Burke, San Pío X y Pablo VI. En Ediciones Palabra ha publicado: El Padre Pío, el capuchino de los estigmas (9ª edición), Pío IX y Pascal.
El autor, con el vigor, amenidad y la maestría que le caracterizan, nos acerca a la historia de Catalina de Siena y a la gran misión para la que Dios le había destinado.