No es de extrañar que en la época de la democracia se eleve de día en día el clamor por la democratización de la Iglesia y que haya no pocos teólogos que traten de evidenciarnos que ninguna otra época, como la actual, ha ofrecido nunca una oportunidad mejor de realizar lo que realmente corresponde a la naturaleza de la Iglesia. Estas palabras dan comienzo a una de las obras de Joseph Ratzinger que más vigencia e interés siguen teniendo hoy día. En efecto, el debate sobre la conveniencia de la democratización de la Iglesia, sobre la aplicación de estructuras y métodos democráticos en la organización de l a Iglesia está, hoy más que nunca, de plena actualidad. Esta breve obra aporta, desde la teología y la ciencia política, una visión clarificadora de un tema complejo.
´En España o se es católico o no se es nada´ decía Franco muy convencido, lo que dejaba ciertamente muy pocas salidas. Así que No estés eternamente enojado es un minucioso e irónico fresco de la educación religiosa del autor quien, buscando salidas y respuestas propias de la edad, sólo recibía a cambio la verdad pétrea de los dogmas. La Historia Sagrada enfrentada a la clase de Ciencias Naturales o de Física daba lugar a grotescas contradicciones: el Diluvio Universal frente a Darwin, o el brazo incorrupto de santa Teresa ante Yuri Gagarin, el primer astronauta. Con hilarantes recuerdos y utilizando los mismos libros de texto y obritas piadosas de su adolescencia, el autor construye una sátira descreída que arranca con el Dios eternamente enojado del Antiguo Testamento, sigue con aquellas exageradas truculencias propias de la religión que metían tanto miedo, hasta llegar a la actualidad, en que no parece que las cosas hayan cambiado mucho. Con todo, No estés eternamente enojado no se queda en lo meramente anecdótico, sino que es también una revisión crítica de los fundamentos que sostienen las creencias religiosas, y una defensa del laicismo entendido como el abandono de esa pesada carga de prejuicios, culpa y miedo para llegar a ser un ciudadano emancipado del rebaño.
La tradición judeo-cristiana ha afirmado, desde tiempos muy antiguos la presencia universal del Misterio, más allá de las fronteras de Israel y de la Iglesia. En nuestros días la Pneumatología, que comienza a resurgir con fuerza en Occidente, apunta vías para superar las brechas que dividen a la humanidad mediante un diálogo salvífico en favor de la vida. En esta publicación se ofrece un acercamiento a las fuentes de la teología, buscando en los relatos bíblicos y en los textos de la tradición y el magisterio una luz para el presente, que nos permita percibir la intervención liberadora de Dios.
Esta obra ofrece al lector una visión general de la Iglesia y de su misión principal como transmisora de la fe. Sus 16 capítulos han surgido en diversas oportunidades pastorales, y en todos subyace una aspiración común: transmitir la fe en Dios en nuestro tiempo a las generaciones que van llegando y a cuantos han crecido más o menos distantes de la fe. Iglesia, ¿qué dices de Dios? ¿Qué significa la fe en Dios en nuestro mundo? ¿Qué podemos responder cuando se nos provoca diciendo que Dios n o existe, y si existe no lo podemos conocer, y si lo conocemos no es relevante para las personas y la sociedad? La exclusión de Dios comporta irremediablemente oscuridad y debilitamiento de la dignidad del hombre. Lejos de Dios padece la humanidad una especie de mareo primordial y se sumerge en tinieblas de frío y de muerte. Pero Jesucristo, el Evangelio en persona, nos anuncia con su palabra y comportamiento, con su vida y destino, que Dios existe, que es Padre, que Dios es amor, que está siempre con nosotros.