Este libro de microficciones de Noel abunda en los temas predilectos del autor: amor y muerte, literatura e historia, anécdotas inventadas o reales, parodia, sátira, comedia de seres humanos o fantásticos, en definitiva un universo ficcional imbuido de experiencia real y directa, de mundos soñados vaciados en el molde de un instante perfecto, una tentativa de narrar lo símil y lo inverosímil con el rigor del cuento breve, hiperbreve, brevísimo. La figura del poeta, el asesino, el monstruo, el soñador o el vagabundo adquieren anónimo protagonismo y hacen de este mosaico un prisma representativo de tipos y situaciones que responden a lo variopinto, pintoresco, extravagante, delirante y grandioso de la naturaleza humana. son esas historias sencillas que adquieren visos de universalidad por su misma esencia de intemporalidad y antropocentrismo, fulgor y furor del inabarcable registro del ser vivo, paradigma de todo hecho humano.
Tal vez, si hubiese vivido para verlo, sus claros ojos de artista y su corazón emprendedor se hubiesen alegrado ante la nueva belleza de un paisaje geográfico que, desde mucho antes, había subyugado a isleños y foráneos. En cierto modo, fue su mejor acuarela que, como toda la isla de Tenerife, prendió tan firmemente en su espíritu que le convirtió, gracias a la atadura definitiva del amor y de la familia, en un hombre, un gran hombre, atrapado para siempre en un jardín.
Este volumen se estructura en tres partes. La primera es un estudio crítico a cargo de la profesora Gloria Díaz Padilla, en el que se contextualiza la obra y la situación socioeconómica de La Gomera en esa época, se exponen algunos datos biográficos del autor y se analizan las aportaciones de sus manuscritos. En la segunda parte se encuentra la transcripción paleográfica de los textos de Juan de Castro Ahíta, con las pertinentes aclaraciones en notas a pie de página. Y, por último, se ofrecen anexos documentales que facilitan la comprensión de los manuscritos y su contexto, y un índice de topónimos que le permite al lector ubicar rápidamente cualquier lugar concreto, para lo cual también se reproduce un mapa.
En ellos, Juan Carlos Cardell esclarece, a través del uso de un amplio repertorio de fuentes documentales, algunos sucesos oscuros o poco conocidos sobre los hechos y personajes que, de un modo u otro, participaron en esas decisivas jornadas. Asimismo, el volumen contiene algunos escritos sobre el contexto político relacionado con las Islas en el periodo del reinado de Carlos IV.
A pesar de ser Canarias un lugar de visita de naturalistas y viajeros en general (sobre todo ingleses, holandeses y franceses) desde el mismo momento de su redescubrimiento en el siglo XIV, apenas recibió viajeros de habla germana. Ello fue debido a la temprana formación de un Estado Nacional en Inglaterra, Holanda y Francia y al mayor interés de esos países por la expansión económica a través del mar. Esto dotó a sus pueblos de un espíritu aventurero y explorador, alcanzando su cenit en el siglo XVIII.