Ir al contenidoCampismo y conocimiento de la vida en los bosques
Por abundancia, variedad y complejidad, los barrancos forman un interesante cuadro dentro de la estructura deportiva aragonesa. En esta obra se listan con nombres y apellidos todos ellos.
El Naranjo de Bulnes o Picu es legendario porque hay muy pocas montañas con sus particularidades. Por un lado, tiene entidad suficiente para ser considerada como una montaña y no una aguja, y además, para subirla por cualquiera de sus caras es necesario escalar. Es muy difícil encontrar, no ya en España sino en Europa, una montaña que por algún lado no ofrezca una debilidad, una pendiente más moderada, una trepada más asequible. A primera vista, el Naranjo se nos presenta inexpugnable, ahí radica parte de su grandeza. Otra singularidad del Picu es que, a pesar de esta apariencia infranqueable, ofrece posibilidades a quien, con el debido respeto, quiera llegar a su cima sin ser un consumado escalador. De una parte, la bondad de su caliza, una caliza adherente de la mejor calidad, en la que parece que te quedas pegado, incluso en los tramos más verticales y con menos agarres; de otra, pequeñas debilidades que la montaña va ofreciendo al escalador: un canalizo, una terraza escondida o un magnífico puente de roca. Esta guía encierra las cinco mejores vías para alcanzar la cima del Picu: la Pidal-Cainejo de la cara Norte; la Sur Directa, en la Sur; la Cepeda y la Amistad con el diablo de la cara Este, y la Murciana de la Oeste. Cinco vías clásicas y asequibles, de trazado sólido y elegante, para distintos grados de experiencia descritas con minucioso detalle para que los escaladores disfruten, como mínimo, tanto como lo ha hecho su autor, ascendiéndolas varias veces y plasmándolas en esta guía.